La UE y la OTAN urgen a los aliados a que envíen sistemas antimisiles para crear un escudo sobre Ucrania
España prepara un paquete de armamento, pero descarta de momento entregar la batería Patriot que tiene en Turquía pese a la insistencia de Kiev
La Unión Europea y la OTAN han instado a los países aliados de Ucrania a que le envíen “de forma urgente” los sistemas antiaéreos que tienen disponibles para crear un escudo antimisiles contra los ataques rusos. Si no recibe esa ayuda corre el riesgo de sufrir una derrota, han manifestado este jueves los países miembros del G-7. La situación del país invadido, que afronta una lluvia constante de cohetes y drones del Kremlin contra sus infraestructuras civiles y energéticas, es nefasta. “Ucrania necesita de inmediato baterías de misiles tierra-aire que estén disponibles”, ha reclamado el alto representante de la UE para Política Exterior y Seguridad, Josep Borrell, en una carta enviada a los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Mientras, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha reiterado que los aliados deben primar la defensa de Ucrania antes que alcanzar los objetivos de la organización militar.
Ucrania dice que necesita al menos siete baterías antimisiles y ha intensificado sus peticiones a España para que le ceda el sistema Patriot que tiene estacionado en Turquía, en la frontera con Siria, con un destacamento de 150 militares como parte de una misión de la Alianza Atlántica. La presión sobre España desde la UE para que ceda el material también aumenta. No obstante, fuentes del Ministerio de Defensa español descartan esa posibilidad de momento, y recuerdan que ya se barajó el año pasado, cuando incluso se consultó con el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, informa Miguel González. Kiev también ha reclamado a Grecia y Países Bajos, que cuentan con tres baterías Patriot, que les cedan alguna.
“Estos sistemas, disponibles en el mundo, no deben languidecer en los arsenales cuando podrían salvar innumerables vidas del terror ruso”, han instado los ministros ucranios de Exteriores, Dmitro Kuleba, y Defensa, Rustem Umerov, en una carta enviada a sus homólogos de la UE que ha podido consultar este diario. “A medida que se intensifica la situación en el campo de batalla, todos los socios de Ucrania deben brindar el apoyo adecuado, garantizando una rápida transferencia de las baterías Patriot disponibles”, añaden los responsables ucranios.
España tiene tres baterías de este tipo: la que está en Turquía (y cumple con los requisitos técnicos de la OTAN), otra que está en Valencia, en la base de Marines y que es esencial para la seguridad nacional, y una última que solo está habilitada para formación —no cumple los requisitos de la Alianza Atlántica— y que se está usando para entrenamiento de personal ucranio, según fuentes militares. Grecia y Países Bajos también tienen ese sistema antiaéreo Patriot y otros aliados disponen de elementos similares.
Además, España incide en que mantiene su firme compromiso de apoyo a Ucrania y revelan que se está preparando un nuevo e importante paquete de armamento y munición. Debe estar listo para el próximo 30 de junio e incluirá, entre otros equipos, la primera entrega de los 19 carros de combate Leopard A2 que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comprometido con Zelenski además de los 10 ya suministrados el año pasado, y que están siendo objeto de una profunda y costosa rehabilitación en la planta de Santa Bárbara de Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
Acelerar las entregas
Ahora que la situación de Ucrania es especialmente crítica, la UE y la OTAN piden acelerar las entregas a Kiev. “Los socios de Ucrania en todo el mundo necesitarían donar solo una pequeña parte de su propio equipo existente para marcar una diferencia real”, reclama Borrell en su misiva, en la que recuerda a los Veintisiete que el fondo intergubernamental de la UE puede reembolsar esos sistemas cedidos (o parte de ellos). Bruselas quiere, además, que se incremente la producción de misiles, tanto para enviar a Kiev como para las reservas. El jefe de la diplomacia europea tratará el tema en una reunión urgente el lunes con los ministros de Exteriores y Defensa de la UE. La OTAN lo abordará este viernes.
Los ministros de Exteriores del G-7 —Estados Unidos, Canadá, Japón, el Reino Unido, Francia y Alemania junto a la UE como miembro de facto— también han urgido este jueves a acelerar las entregas. “Tenemos Patriots y otros sistemas antimisiles, tenemos que sacarlos de los barracones y mandarlos donde se libra una guerra”, ha señalado Borrell en la isla italiana de Capri, donde se ha reunido con sus homólogos del G-7
A los llamamientos hechos por Borrell, la OTAN y el G-7 se ha sumado de forma específica Alemania. El canciller Olaf Scholz ha lanzado una ofensiva diplomática en varios países, también de fuera de la UE y la Alianza, para que envíen sistemas antiaéreos a Ucrania. Berlín anunció esta semana el envío de otra batería Patriot (ya había cedido dos). Además, junto a otros aliados de la OTAN estudian fórmulas para comprar baterías antimisiles —no necesariamente Patriot— disponibles fuera de la Alianza.
Ucrania querría construir un escudo similar a la Cúpula de Hierro israelí. Pero la prioridad es colocar más baterías antiaéreas para frenar los misiles y cohetes en el este del país y dar cobertura a otras infraestructuras civiles y energéticas. En marzo, Rusia lanzó una media diaria de tres misiles balísticos rusos a Ucrania, según datos de la UE. En la semana del 18 al 24 de marzo, Rusia lanzó más de 190 misiles, 140 drones Shahed de fabricación iraní y más de 500 bombas aéreas guiadas, aseguran Umerov y Kuleba en su misiva a sus homólogos europeos.
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