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El primer ministro de Ucrania: “No pedimos tropas a nuestros socios europeos, sino instructores militares”

Denys Shmyhal advierte, en una entrevista con EL PAÍS, de los intentos de Rusia de minar la unidad de la UE sobre el apoyo a Kiev

Ukrainian Prime Minister Denys Shmyhal
El primer ministro ucranio Denys Shmyhal, durante la entrevista con EL PAÍS, en una fotografía proporcionada por la oficina del primer ministro de Ucrania.
María R. Sahuquillo

En la Unión Europea suenan cada vez más alertas sobre la amenaza rusa. Pero dos años después de que Vladímir Putin lanzase la invasión a gran escala sobre Ucrania, el primer ministro ucranio, Denys Shmyhal (Lviv, 48 años), es claro al señalar que el Kremlin ya lleva a cabo una guerra híbrida en los países de la UE, con ciberataques y otras actividades. En una visita a Bruselas, donde se ha reunido con la cúpula de las instituciones comunitarias, advierte además de que este año es crucial para la UE —el Parlamento Europeo celebra elecciones en junio— y también para Ucrania, que confía en mantener el apoyo de EE UU. Con el eco aún de las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, que aseguró que no se puede descartar el envío de soldados a Ucrania, Shmyhal aclara que no han pedido tropas a Europa, sino instructores. “Sería más práctico que entrenar fuera”, explica en una entrevista concedida este miércoles en la sede de la Representación de Ucrania ante la UE.

Pregunta. Los informes de inteligencia avisan de que Rusia está preparando una nueva ofensiva al final de la primavera. Estos días en la UE se está hablando mucho sobre defensa, sobre la amenaza rusa, se percibe una alarma. ¿Qué ha cambiado en los últimos meses para llegar a este punto?

Respuesta. La mentalidad de muchos políticos europeos ha cambiado radicalmente. Y el presidente francés [Emmanuel] Macron, retóricamente, ha demostrado esta tendencia a ser muy claro y más radical en el sentido de la seguridad europea y las capacidades de defensa de la Unión Europea. En realidad, Ucrania es solo un ejemplo de cómo avanzará Rusia, que, en 2008, inició esta guerra híbrida a gran escala contra los países europeos. Y Ucrania fue el primero en el que esta guerra híbrida se adentra en la escala física y militar. Para los políticos europeos llega ahora este momento de darse cuenta de que Rusia es un país cruel, bárbaro, agresor y terrorista, que no se detendrá en Ucrania; Europa es parte de su estrategia. Cuanto antes lo comprendamos y lo tomemos como real, más rápido nos prepararemos para proteger a Europa de la agresión rusa.

P. La guerra ha cumplido dos años. ¿Por qué la alerta ahora? ¿Se debe a la situación en Ucrania?

R. Este retraso con el suministro de ayuda financiera y munición de Estados Unidos ha funcionado como un catalizador para que los países y los líderes europeos se den cuenta de que este es un momento crucial en el que Europa debería protegerse junto con Ucrania. Este es un punto de inflexión en el que se ha visto claro que debemos aumentar la producción militar, de armamento, trabajar juntos e invertir más en altas tecnologías.

P. El presidente francés, al igual que el de Polonia, ha dicho que no descarta enviar soldados a Ucrania. ¿Ustedes han pedido tropas? ¿Es una posibilidad real ver soldados de países europeos en Ucrania?

R. No hemos pedido tropas. Tenemos nuestras propias fuerzas militares y de defensa. Y tenemos suficientes tropas. Estamos muy agradecidos a la Unión Europea y a los socios por entrenar a decenas de miles de nuestros soldados en Europa. Proponemos a nuestros socios europeos enviar instructores a territorio ucranio, para acelerar este proceso, ya que facilitaría la logística, la comunicación. Estoy seguro de que el presidente Macron se refiere a este tipo de cooperación. Ningún país europeo está de acuerdo en enviar soldados al campo de batalla, porque eso significaría que entrarían en la guerra y todos tenemos absolutamente claro que eso es imposible en este momento. Pero el apoyo de nuestros socios occidentales es crucial.

P. Mientras tanto, Ucrania sigue reclamando a Alemania los misiles Taurus de precisión. La UE tampoco ha cumplido su compromiso de enviar un millón de proyectiles…

R. Estamos esperando y pidiendo a nuestros socios que nos envíen misiles de largo y medio alcance. Son cruciales, no menos importantes que el suministro de proyectiles de artillería. Hemos dado garantías de que no usaremos esos misiles para ataques en territorio ruso, sino para reducir la logística en los territorios ucranios ocupados, para cortar vías logísticas, ferrocarriles, puentes y evitar que Rusia siga suministrando cada vez más material y tropas al frente. Esperamos que estas decisiones se tomen este año porque será crucial. Y un punto de inflexión en nuestra lucha contra la agresión rusa. Somos muy cuidadosos con la comunicación, la estrategia y las negociaciones, porque hemos aprendido las lecciones de la contraofensiva del año pasado, cuando fuimos muy expresivos; y eso jugó en nuestra contra.

P. Ahora que las elecciones de EE UU se acercan y sigue bloqueado el paquete de unos 50.000 millones de euros, ¿teme perder el apoyo de Washington?

P. Tenemos el apoyo bipartidista en el Congreso, entendemos que no se trata de Ucrania, sino de desafíos internos relacionados con, por ejemplo, las elecciones presidenciales. Somos pacientes. Tenemos comunicación y cooperación con senadores, con congresistas de ambos partidos —demócratas y republicanos— y nos transmitieron un optimismo muy cauteloso de que la decisión sobre los fondos se tomará en abril de este año y de que Ucrania contará con ese apoyo. Contamos principalmente con una ayuda militar de 50.000 millones y con apoyo presupuestario de 7.500 millones para este año. Es menos de lo que preveíamos a principios de año, pero es esencial para Ucrania, para todos los socios y para el Fondo Monetario Internacional (FMI).

P. Sería una mala señal para los aliados que Estados Unidos no sacara adelante ese apoyo o si retirase el sostén tras la posible llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca.

R. No creo que Estados Unidos deje de apoyar a Ucrania financiera y militarmente, porque eso significará que dejará de desempeñar su papel global. Para mí, eso es imposible.

P. Escuchamos ya algunas voces que dicen que Ucrania debería negociar con Rusia para acabar la guerra.

R. Son muchas las voces que mencionan la fatiga, o dicen que hay líderes o ciudadanos europeos que están exhaustos debido a esta guerra. Pero en Ucrania no estamos agotados. Seguiremos luchando por nuestras vidas, hogares y familias, y liberando nuestra tierra. Hay varios factores en todo ese ruido sobre la negociación: la propaganda rusa, las influencias. Además, el deseo de muchas personas y de muchos políticos de detener esta guerra está jugando un papel crucial en esas voces que dicen que debemos negociar. Ucrania es el primer interesado en detener esta guerra, donde niños, mujeres y jóvenes ucranios están muriendo cada día. Pero tenemos una experiencia pésima cuando Rusia pide un alto el fuego. Como en 2014, en la guerra del Donbás, piden el alto el fuego y luego usan a nuestros aliados, nos presionan para que negociemos. Pero ese supuesto alto el fuego será utilizado por Rusia solo para empoderar a su ejército y volver a entrar en acción. Nosotros no comenzamos esta guerra, no podemos detenerla. Eso es decisión solo de una persona: Putin. Si decide detener la guerra, dejará de atacar a Ucrania.

P. ¿Algún aliado le ha pedido negociar?

R. No, en este momento no hay peticiones directas para negociar con los rusos. Ucrania recibió al representante especial enviado por China y nos expuso su visión y la propuesta rusa de negociar. Pero no nos presiona, solo la han puesto sobre la mesa. No hay presión porque todos nuestros socios y aliados entienden que estamos luchando por nuestras vidas. Nosotros impulsamos la fórmula de paz del presidente Volodímir Zelenski, y celebraremos un foro de paz en Suiza en el que esperamos la participación de un centenar de países y que se cree una coalición global para presionar a Rusia para que detenga la guerra, salga de nuestros territorios soberanos, reconocidos internacionalmente, y terminar así esta guerra en la mesa diplomática, con garantías, con documentos. Acabarla militarmente es imposible, simplemente, porque Rusia es un país nuclear. Ucrania debería ser miembro de la Unión Europea, de la OTAN. Esta es nuestra estrategia, nuestra visión existencial, y seguiremos ese camino.

P. La presidenta de la Comisión Europea ha advertido de que las elecciones a la Eurocámara pueden retrasar el marco de negociación de la adhesión de Ucrania a la UE. ¿Cree usted que todo irá según lo planeado?

R. Cuanto antes empecemos, antes haremos nuestra tarea. Hemos terminado nuestra autoevaluación, implementado las recomendaciones de las instituciones comunitarias y estamos listos para comenzar las negociaciones. Esperamos que esa decisión se tome, a más tardar, en la primera mitad de año. Y estamos listos para hacer nuestros deberes, no nos llevará más de dos años. En ese momento, aunque entendemos que hay muchos desafíos, la membresía ucrania será una decisión política.

P. La futura membresía de Ucrania ha causado ya algunas fricciones. Lo hemos visto con las protestas de los agricultores, por ejemplo, en Polonia. ¿Socavan esas manifestaciones la unidad de la UE sobre Ucrania?

R. Mirando a nuestro alrededor vemos cómo Rusia está manipulando las redes sociales y el tablero global, tiene influencia directa sobre Polonia y la Unión Europea y quiere minar la unidad de Ucrania y de la UE. Entendemos la naturaleza de estas protestas en Polonia, que se producen por las mismas razones que existen en toda Europa. Rusia está utilizando esta protesta para aumentar la presión política sobre el Gobierno polaco, sobre Ucrania y sobre las instituciones europeas. Deberíamos ser muy cuidadosos y muy claros y abiertos con nuestras estadísticas y nuestra comunicación. Es uno de los puntos por los que en el proceso de negociación de nuestra adhesión a la UE hemos acordado que se abran en primer lugar los capítulos agrícolas. No es habitual, pero para nosotros es importante demostrar a nuestros países vecinos, como Polonia, datos claros, comprensión del papel de Ucrania en el sector agrícola de la UE y de que no hay una influencia perjudicial.

P. Menciona las acciones rusas para minar la unidad. De cara a las elecciones europeas, la UE ha advertido sobre ello. ¿Cree que usarán a Ucrania como elemento divisivo?

R. Deberíamos ser conscientes de que todos, toda la Unión Europea y cualquier Estado miembro, estamos bajo la influencia de la agresión híbrida rusa y la propaganda. Rusia ha usado los ciberataques y está intentando atacar mediante desinformación y operaciones psicológicas e informativas especiales creando puntos de tensión. Esto es en realidad una guerra híbrida contra países concretos europeos y contra la UE. Vemos ejemplos de ataques híbridos rusos en la crisis migratoria en la frontera con Lituania, Letonia y Polonia. Y hay más: ataques cibernéticos, crisis e injerencias. Todos estos métodos y actividades son en realidad ya una forma de guerra.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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