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Bruselas prepara un paquete de hasta 7.400 millones para Egipto con el propósito de frenar la inmigración

La Comisión apuntala su modelo de pactos con países de fuera de la UE para el control de fronteras que contempla cantidades directas para el control de fronteras

Ursula von der Leyen
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, junto al presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, en junio de 2022 en El Cairo.Dati Bendo/EU Commission (DPA vía Europa Press)
María R. Sahuquillo

La UE apuntala y extiende su modelo de acuerdo con países de fuera del club comunitario para el control de fronteras y de la inmigración irregular hacia Europa. La Comisión Europea pagará cientos de millones a Egipto para que asegure y afiance los controles con Libia y Sudán y para la acogida de refugiados. De manera más amplia, el Ejecutivo comunitario prepara un paquete de asistencia macrofinanciera de 5.000 millones de euros en créditos blandos a los que están tratando de sumar otros 2.400 en forma de subvenciones y garantías. En total, aspira a movilizar casi 7.400 millones para reforzar las estructuras del gigante regional y favorecer que coopere con Europa en la contención de flujos migratorios. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajará este domingo a Egipto acompañada de varios líderes europeos para firmar un memorando de entendimiento con el presidente Abdelfatá al Sisi, que incluye más cooperación energética, comercial y también apoyo para “fortalecer la gestión de fronteras y garantizar el retorno y la reintegración dignos y sostenibles”, según el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS.

El acuerdo con Egipto se suma al polémico firmado el pasado año con Túnez —900 millones de euros de financiación vinculados a la aprobación del desembolso del Fondo Monetario Internacional— y el más reciente con Mauritania, de 210 millones (unos 50 de ellos, para gestión de la inmigración). Bruselas ultima ahora el diseño de uno similar con Marruecos. La Unión busca métodos para reducir las llegadas irregulares al club comunitario apoyando a los países de origen o de tránsito. Y ve en esos pactos una solución, pese a que son polémicos. El de Túnez con Kais Said lo ha sido. La UE reclamó una serie de medidas al presidente tunecino que se ha negado a cumplir y ha llegado incluso a amagar con que devolverá el dinero. Se prevé, no obstante, que el nuevo pacto de Egipto tenga el beneplácito de los líderes —que afearon el de Túnez a Von der Leyen por la falta de consultas previa— que han avalado el modelo.

Ya ha habido voces, no obstante, en el Parlamento Europeo y desde las organizaciones de derechos humanos y especializadas en migración que han advertido contra la fórmula de estos pactos. La UE está firmando acuerdos con regímenes que tienen un nefasto historial en cumplimiento de los derechos humanos. Mounir Saturi, eurodiputado y ponente de las relaciones de la UE con Egipto en la Eurocámara, ha reclamado detalles a la Comisión Europea y ha advertido del riesgo de esos acuerdos. “Me gustaría expresar mi preocupación por el hecho de que la gestión por parte de la Comisión Europea de la ayuda financiera a países socios no pertenecientes a la UE pueda estar sujeta a posibles violaciones del poder de control del Parlamento Europeo y de las normas de transparencia”, dice en una carta enviada a Von der Leyen, que ha podido consultar este diario.

Tensión en Oriente Próximo

El memorando con Egipto, con el que aspira a estrechar lazos, según el documento, llega en un momento profundamente delicado en Oriente Próximo, con la guerra de Israel contra Gaza en respuesta a los atentados de Hamás del 7 de octubre y cuando la situación en la Franja —y en el paso fronterizo entre Egipto y Gaza, que permanece prácticamente sellado— es crítica.

La economía egipcia está, además, bajo intensa presión por los ataques de los hutíes de Yemen en el mar Rojo contra barcos occidentales, que están ahora optando en gran medida por evitar pasar por el canal de Suez. La Comisión Europea quiere también reactivar el diálogo político con Egipto, un “socio fiable” en la región, con la celebración de una cumbre cada dos años, alternativamente en Bruselas y El Cairo, según el borrador del memorando que se rubricará previsiblemente el domingo. La firma contará con la presencia también del primer ministro belga, Alexander de Croo, el griego, Kyriakos Mitsotakis, y la italiana, Giorgia Meloni, una habitual ya en estos viajes y en lo que la jefa del Ejecutivo comunitario ha inventado como “equipo Europa”, según fuentes comunitarias.

Bruselas ha tenido que rascarse los bolsillos a fondo para este acuerdo con Egipto, que llega unas cuantas semanas después del de Mauritania, diseñado para frenar la ruta hacia Canarias. El paquete para El Cairo combina préstamos con tipos de interés bajo y a largo plazo con subvenciones y garantías para que el país haga las reformas que le exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) —que también espera hacer un gran desembolso—. Además, la UE promete apoyar al país árabe en proyectos de energía renovable como el Interconector Gregy y el foro East Med Gas.

El acuerdo con Al Sisi está diseñado para que el país árabe reciba 1.000 millones de euros este año (en préstamos blandos) como paquete de emergencia. Para ese desembolso no se necesita aprobación del Parlamento Europeo ni de los Veintisiete que sí deberán avalar los 4.000 restantes en asistencia financiera. El resto de los fondos saldrá de distintas partidas comunitarias. El paquete migratorio se está discutiendo en un contexto de presupuestos muy ajustados y se dará en forma de subvenciones. De hecho, los Veintisiete ya dieron en febrero luz verde a una revisión presupuestaria para su marco financiero hasta 2027 que incluye una partida para la gestión de la inmigración del vecindario sur, que comprende a Egipto, que ahora acoge a unos 480.000 solicitantes de asilo, la mayoría de Sudán.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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