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Meloni reconoce que no está “satisfecha” con su gestión de la inmigración

La primera ministra de Italia suspende al diputado de su partido investigado por un disparo en una fiesta de Nochevieja

Giorgia Meloni
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, asiste a la tradicional rueda de prensa de fin de año en Roma, que fue pospuesta por motivos de salud para este jueves 4 de enero.RICCARDO ANTIMIANI (EFE)

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha reconocido que no está satisfecha con la gestión de su Gobierno en materia migratoria, después de que en 2023 aumentaran los desembarcos más de un 50% y de que llegaran al país 157.000 migrantes, una cifra que no se veía desde 2016. “No considero satisfactorios los resultados en materia de inmigración, sobre todo en comparación con la cantidad de trabajo que he dedicado a este asunto. No obstante, creo que si no lo hubiera hecho, las cosas habrían sido mucho, mucho peores”, ha declarado en la rueda de prensa de arranque de año celebrada este jueves, en la que la primera ministra ha respondido a las preguntas de los periodistas durante algo más de tres horas.

El encuentro con la prensa, como es tradicional, iba a celebrarse a finales de diciembre para hacer balance del año, pero se pospuso en dos ocasiones por problemas de salud de la jefa de Gobierno. Meloni ha insistido sobre el tema migratorio y ha asegurado que seguirá siendo una cuestión prioritaria para su Ejecutivo. “Si me preguntan si estoy satisfecha hoy, les digo que no, pero sí creo que lo estaré al final de esta legislatura. Seguiré trabajando en ello, es una de mis prioridades”, ha apuntado. Y ha agregado: “Estoy algo más satisfecha con las cifras de la última parte del año, que muestran un descenso en comparación con la primera parte. Sé que se esperaba más en esto, estoy dispuesta a asumir la responsabilidad”.

Es habitual que el número de llegadas descienda en los últimos meses del año debido a las condiciones meteorológicas desfavorables, son menos los barcos cargados de migrantes que se echan al mar en las costas africanas. 2023 ha sido un año complicado para Italia en materia migratoria. Meloni había ganado las elecciones un año antes prometiendo mano dura y un descenso drástico de las llegadas y, en cambio, asistió a un repunte considerable de los desembarcos, como hacía tiempo que no ocurría. En septiembre, la isla de Lampedusa estuvo al borde del colapso con la llegada de más de 7.000 migrantes en pocos días.

La mandataria de ultraderecha anunció en noviembre como medida estrella la instalación en Albania de centros para acoger a los desembarcados en Italia, pero menos de un mes después el Tribunal Constitucional albanés tumbó la iniciativa. El polémico acuerdo que la UE firmó con Túnez para frenar las salidas, con Meloni como mediadora, está también congelado en la práctica.

La presión para Italia, que en los últimos años ha desmantelado su sistema de acogida e integración, continúa siendo elevada. “Es un trabajo muy complejo. La inmigración es el desafío de nuestro tiempo, estamos tratando de resolver el problema a largo plazo y de manera estructural”, se ha excusado la primera ministra. “Las cosas comienzan a cambiar, confío en poder hacer más”, ha agregado. Y ha celebrado que las tradicionales peticiones de su partido, Hermanos de Italia, forman ahora parte de los debates en la Unión Europea, como “la necesidad de trabajar en África y frenar allí las salidas”, ha dicho, sin comentar el nuevo pacto migratorio que la UE cerró hace unas semanas.

La primera ministra italiana ha vuelto a proponer la idea de instalar centros en África para migrantes, “para valorar allí quién tiene derecho a venir a Europa y quién no”. Y ha defendido el Plan Mattei, una serie de acuerdos con diversos países africanos, que también incluyen alianzas en materia energética y que, entre otras cosas, servirían para frenar las salidas. Meloni trabaja en ellos desde hace meses, pero no acaban de arrancar.

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Meloni ha tocado numerosos temas en la rueda de prensa. También ha anunciado que ha pedido a su partido, Hermanos de Italia, fundado y dirigido por ella, que suspenda al diputado Emanuele Pozzolo, investigado por el disparo de su pistola que hirió a un hombre en una fiesta de Nochevieja. “He pedido que Pozzolo sea remitido a la comisión de arbitraje de Hermanos de Italia, independientemente del trabajo que haga la autoridad judicial competente y que, a la espera del juicio, sea suspendido”, ha informado Meloni.

Denuncia contra Pozzolo

Poco después de ese anuncio se conoció que el hombre que resultó herido leve en una pierna, el yerno de un escolta del subsecretario de Justicia, Andrea Delmastro, también presente en la fiesta, presentó una denuncia contra Pozzolo por haberle disparado. El diputado ha reconocido que la bala partió de su arma, pero ha negado que él apretara el gatillo. “El diputado Pozzolo tiene un permiso de armas para su defensa personal y llevaba una en Nochevieja. Quien posea un arma tiene la obligación legal y moral de llevarla con responsabilidad y seriedad. Y por eso hay un problema con lo que pasó, porque demuestra que alguien no fue responsable. Si eso se aplica a cualquier ciudadano, aún más a un parlamentario y aún más a un miembro de Hermanos de Italia”, dijo la jefa del Ejecutivo.

Meloni también ha defendido su decisión de abandonar la Nueva Ruta de la Seda china, el programa estrella del presidente Xi Jinping para aumentar su influencia en el mundo, al que Italia se había adherido en 2019 con el Gobierno de Giuseppe Conte. “Tomé la decisión sobre la Ruta de la Seda por coherencia con lo que pienso. Fuimos el único país del G-7 que formó parte de ella. Los resultados obtenidos me convencen aún más de mi decisión, la balanza comercial se había vuelto cada vez más desfavorable para Italia. Ha servido para que entren en Italia muchos más productos chinos. Se garantizaba la máxima reciprocidad, que todavía no existe, como dice la Comisión Europea, así que me temo que no ha funcionado. En mi opinión, políticamente no era correcto y económicamente no era eficaz”, ha señalado.

Y ha resaltado que las relaciones bilaterales con China no se han resentido: “Iré a Pekín lo antes posible invitada por el presidente chino. Se pueden hacer otros acuerdos, las relaciones son excelentes, no hay ninguna actitud punitiva ni de distanciamiento. Hay que reactivar las relaciones con China y también fomentar las inversiones chinas que pueden ser interesantes”.

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