“Libre al fin, gracias a Dios”: los estadounidenses liberados por Venezuela vuelven a su país
Un gestor de hipotecas, exmilitares y un contratista corrupto se encuentran entre los estadounidenses que han vuelto tras la liberación de Alex Saab
“Libre al fin, gracias a Dios todopoderoso”. Estas fueron algunas de las primeras palabras de Savoi Wright al aterrizar de vuelta a Estados Unidos la noche del miércoles. Es uno de los 10 liberados por el régimen de Nicolás Maduro a cambio de Alex Saab, uno de los hombres más cercanos al dirigente venezolano y su presunto testaferro. Wright, un californiano que llevaba detenido desde finales de octubre, llegó junto con otras seis personas a un aeropuerto de San Antonio. Uno de los retornados, Leonard Glenn Francis, no recuperará su libertad, pues enfrentará a la justicia estadounidense en un caso de sobornos a la Armada.
La familia de Wright, de 38 años, había logrado recaudar unos 25.000 dólares solicitando donativos en Gofundme. Savoi, un gestor de préstamos hipotecarios durante 15 años, “sin vínculos políticos de ningún tipo”, fue detenido en Venezuela el 24 de octubre. Por más de un mes, sus familiares no supieron donde estaba detenido. Su hermano lo describió como un alma libre que se había enamorado de Venezuela, un país al que viajaba frecuentemente, además de Colombia y Brasil. El dinero iba a ser utilizado en su defensa legal.
All the Americans who were wrongfully detained in Venezuela are now safely back in the United States. Welcome home. 🇺🇸 pic.twitter.com/cd8AxcHIqZ
— Jake Sullivan (@JakeSullivan46) December 21, 2023
La pesadilla de Wright duró 58 días. Para Luke Denman y Airan Berry fue mucho más larga. Los dos eran boinas verdes de las Fuerzas Especiales del Ejército. Fueron acusados en mayo de 2020 por el Gobierno venezolano de formar parte en la organización de un golpe de Estado junto a 60 mercenarios entrenados en Colombia y empleados por la firma de seguridad Silvercorp, de Florida. La fallida operación tuvo un nombre: Gedeón.
Eyvin Hernández, un defensor público del condado de Los Ángeles, también se encuentra entre las personas liberadas este miércoles. El letrado estuvo encarcelado en el país sudamericano desde marzo del año pasado. “Por más de 21 meses soportó horribles condiciones, además de abuso”, aseguró la familia en un comunicado publicado en Facebook. “Es un regalo anticipado de Navidad para nosotros”, añadieron sus familiares, quienes agradecieron las gestiones de la Administración del presidente Joe Biden.
Joseph Cristella, originario de Orlando (Florida), vivía en la República Dominicana, adonde se mudó porque encontró un trabajo. Allí se enamoró de una venezolana. Fue detenido en septiembre de 2022 por el Gobierno de Maduro cuando fue a visitar a su prometida a la frontera entre Colombia y Venezuela. Ha sido liberado esta semana. Al igual que Jerrel Kenemore, quien corrió con la misma suerte y fue detenido por autoridades venezolanas en la riesgosa zona limítrofe entre las dos naciones sudamericanas.
“Estos individuos han perdido demasiado tiempo valioso lejos de sus seres amados, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia. Estoy agradecido de que sus odiseas hayan terminado y que las familias estén completas nuevamente”, ha señalado Biden en un mensaje hecho público este miércoles. El presidente estadounidense dijo que seis de las personas que han retornado fueron detenidos injustamente.
El Gordo Leonard se reencuentra con la Justicia
El caso del Gordo Leonard se cuece aparte. Es con este apodo como conocen a Leonard Glenn Francis, el contratista del Ejército que abandonó su país como fugitivo después de un fraude de sobornos y ha vuelto esposado y con un mono anaranjado a encarar a una jueza federal por primera vez.
Francis fue arrestado en San Diego hace casi una década. El empresario, quien llevaba su proceso en libertad, está acusado de ofrecer 500.000 dólares en sobornos a personal de la Marina para obtener contratos por 35 millones de dólares. El escándalo provocó la detención de una veintena de funcionarios de la Armada, a quienes había comprado organizando lujosas fiestas con alcohol, carne Kobe, habanos, entradas para conciertos y espectáculos. También ha sido organizado fiestas con prostitutas en Tailandia y Filipinas.
Se declaró culpable en 2015. Vivía entonces en arresto domiciliario en una casa rentada. Los fiscales le perdieron la pista el año pasado, cuando su monitor de tobillo dejó de dar señales días antes de una vista judicial. Después huyó a México y Cuba. Fue detenido en septiembre de 2022 cuando estaba cerca de abordar un vuelo en Caracas, adonde llegó a pedir asilo con la esperanza que la rivalidad entre Venezuela y Estados Unidos evitara su extradición.
La situación ha cambiado. El fugitivo ha comparecido este jueves en un tribunal federal de Miami. La jueza Jacqueline Becerra ha ordenado que vuelva al Oeste, a los tribunales del distrito Sur de California, donde seguirá su proceso. La Fiscalía, no obstante, ha anunciado que presentará más cargos en contra del empresario, quien tiene una flota de barcos, por intentar evitar la justicia.
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