Qatar anuncia que el alto el fuego de cuatro días en Gaza entra hoy en vigor
El país mediador asegura que el frágil acuerdo entre Hamás e Israel, que ya se retrasó este jueves, dará comienzo a las 7, una hora menos en la España peninsular, y que Hamás liberará por la tarde a 13 rehenes israelíes
Qatar, el país que ha auspiciado el acuerdo de canje de prisioneros entre Hamás e Israel y una tregua en Gaza, ha acabado este jueves con la incertidumbre que pendía sobre el pacto al anunciar su entrada en vigor este viernes a las 07.00 de la mañana (las 06.00 en la España peninsular). Aguardado con gran expectación internacional, este constituye el primer gesto de distensión desde que comenzó la guerra. Como parte de ese marco, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores catarí, Majed Al Ansari, citado por Reuters, ha anunciado también que Hamás liberará a las 16.00 de la tarde del viernes (hora local) a 13 de los aproximadamente 240 rehenes israelíes capturados principalmente por Hamás y la Yihad Islámica durante el ataque del pasado 7 de octubre contra Israel en el que murieron unas 1.200 personas. La fragilidad de ese pacto había quedado de relieve de madrugada cuando Israel anunció que su aplicación efectiva, prevista desde las 10 de la mañana de esta jornada (una hora menos en la España peninsular), se retrasaba al menos 24 horas.
El canje prevé que un número inicial de 50 de estos cautivos israelíes recuperen su libertad en los cuatro días que durará el alto el fuego, a cambio de la excarcelación de 150 palestinos recluidos en prisiones israelíes. En ambos casos, los liberados serán fundamentalmente mujeres y niños, una información confirmada por el portavoz catarí, que aseguró que ese primer grupo de 13 secuestrados incluirá solo a personas de esas dos categorías. “Si hubiera un grupo de rehenes de la misma familia, serían liberados juntos en esta primera tanda”, ha añadido Al Ansari, que no ha ofrecido detalles sobre los presos palestinos que se beneficiarán del pacto.
Daniel Hagari, el portavoz militar del ejército israelí, se ha referido luego al cese de los combates y precisado que sus tropas permanecerán tras una “línea del alto el fuego”, dentro de Gaza, aunque sin dar detalles de donde se situará esta. “Serán días complicados y no hay nada seguro. Incluso durante el proceso podría haber cambios”, ha afirmado Hagari, antes de añadir que el control del norte de Gaza “es el primer paso de una larga guerra” y que sus fuerzas se están “preparando para las siguientes etapas”.
También el portavoz de las brigadas Ezedín al Qasam, el brazo armado de Hamás, Abu Ubaida, se ha referido este jueves por la noche a la “tregua temporal” con Israel en un mensaje de vídeo en el que también llama a una “escalada” de la confrontación con [Israel] “en todos los frentes de la resistencia”, incluido el territorio ocupado de Cisjordania.
El portavoz catarí, Al Ansari, había precisado horas antes que el cumplimiento de los términos de la tregua y del canje se supervisará desde un centro de coordinación en Doha. Qatar mantendrá, ha dicho, “líneas de comunicación directas y en tiempo real” con Israel, la oficina política de Hamás en Doha y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Al Ansari ha recalcado que ese centro de supervisión se asegurará de que “el entorno en el que se producirá el traslado de los rehenes sea seguro”.
Las autoridades de ese país esperan negociar la prórroga del acuerdo para liberar a otros cautivos israelíes antes de que expire el cuarto día de este. “Todos esperamos que esta tregua derive en una oportunidad que permita iniciar una labor más amplia para lograr un alto el fuego permanente”, ha afirmado su portavoz. Israel, por su parte, ha dejado abierta la posibilidad de extender el cese temporal de las hostilidades un día adicional por cada diez secuestrados más que sean liberados en Gaza.
Un comunicado de la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha confirmado poco después del anuncio de Qatar que Israel ha recibido ya una primera lista de nombres de cautivos que serán liberados e informado a “las familias cuyos seres queridos aparecen en la lista”. Una fuente gubernamental israelí había acusado a Hamás de madrugada de no haber entregado esa relación, lo que parecía ser uno de los escollos para que el compromiso empezara a aplicarse.
Además del intercambio de prisioneros y el alto el fuego, el acuerdo que previsiblemente entrará en vigor este viernes incluye la entrada a la Franja de cientos de camiones con suministros básicos como la comida. Pese a lo exiguo del alto en los bombardeos que recoge el texto, el pacto supone el mayor hito diplomático en los 48 días consecutivos que dura ya la guerra.
Dos meses
La dilación ―tras ser anunciado oficialmente— de ese intercambio había hecho temer que alguna de las partes se echara atrás en el último momento, lo que hubiera acabado con las esperanzas de las familias de los presos palestinos y los rehenes israelíes. También de quienes creen que este puede ser el primer paso hacia una paz más duradera, una expectativa con la que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dado al traste en varias ocasiones, la última el martes cuando afirmó: “No nos detendremos tras el alto el fuego”. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha reiterado la misma promesa, según el diario Haaretz. En una visita este jueves a la unidad de operaciones especiales de la Marina, ha afirmado: “Este será un breve respiro, al final del cual los combates continuarán intensamente, y crearemos presión para traer de vuelta a más rehenes”. Gallant ha pronosticado después que espera que los combates duran otros dos meses.
Netanyahu lleva desde el inicio de la guerra buscando contrarrestar la presión creciente de las familias de los secuestrados por Hamás, que le reprochaban su indiferencia hacia la suerte de los cautivos, y la que proviene de las facciones más radicales de la sociedad israelí, representadas por el ala más ultraderechista de su propia coalición de Gobierno, la que encarnan los seis ministros de las formaciones Sionismo Religioso, del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y Poder Judío, del titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Estos socios de la alianza gubernamental se oponen frontalmente a cualquier pausa en los bombardeos.
Como si quisiera demostrar que su ejército honrará esa promesa de acallar el estruendo de las bombas solo mientras dure el alto el fuego, Israel sigue atacando Gaza, incluidas Rafah y Jan Yunis, localidades situadas en el sur del territorio palestino. Es allí donde la mayor parte de gazatíes se han refugiado desde el 12 de octubre siguiendo órdenes del ejército israelí.
En las últimas 24 horas, el ejército israelí ha lanzado más de 300 ataques en la Franja, según fuentes militares citadas por Reuters. En uno de ellos, contra una escuela de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), en el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de Gaza, ha muerto una treintena de personas, ha denunciado Hamás en un comunicado. En los 48 días consecutivos que duran los bombardeos, al menos 14. 854 gazatíes han perecido en ellos, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, que no incluyen a quienes siguen bajo los escombros de la Franja, en gran parte arrasada.
“Los bombardeos de esta noche han sido los más duros desde que empezó la guerra”, explica por WhatsApp desde un refugio de Jan Yunis, Doaa Ulyan, de 33 años, que huyó en octubre desde Ciudad de Gaza al sur con su marido y sus dos hijos, de ocho y diez, respectivamente. “Ha sido aterrador. Las bombas han hecho que las paredes del refugio se sacudieran. Dos calles entre donde estamos nosotros y las casas que han bombardeado han quedado destruidas”, asegura esta madre. Según la cadena Al Jazeera, al menos 15 personas han muerto en este ataque.
Ulyan asegura que el bombardeo de Jan Yunis duró más de nueve horas: “desde las 10 de la noche del miércoles hasta las 7,30 de esta mañana”. Luego explica que la conexión a internet va y viene porque “los Zananah (drones) siguen sobrevolando sobre nuestras cabezas. Eso quiere decir que el bombardeo va a seguir”.
Israel sigue también tratando de demostrar que los hospitales del territorio son una tapadera para Hamás, hasta ahora sin ofrecer ninguna prueba concluyente. El ejército israelí ha confirmado en un comunicado la detención de Muhammad Abu Salamiya, el director del hospital Al Shifa, en el norte de la Franja. Las autoridades israelíes acusan a este responsable del principal complejo sanitario de Gaza de complicidad con Hamás. La nota reitera que los fundamentalistas mantenían en ese hospital su “centro de mando y control”.
Abu Salamiya fue arrestado este miércoles mientras estaba siendo evacuado del Al Shifa dentro de una comitiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Naciones Unidas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Ese convoy se había desplazado al complejo para recoger a algunos de los pocos sanitarios y pacientes que quedaban en él, después de que el sábado los militares israelíes ordenaran su desalojo forzoso. Esta circunstancia ha llevado a las autoridades sanitarias de Gaza a acusar a la ONU de complicidad con el arresto y anunciar la suspensión de su cooperación con la OMS. Poco después, la Media Luna Roja Palestina ha denunciado en un tuit que el ejército israelí también ha detenido al jefe del Centro Médico de Jan Yunis, Awni Khattab.
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