Varios países europeos restringen las manifestaciones en apoyo a Palestina
El Gobierno del Reino Unido sugiere convertir en delito blandir una bandera palestina mientras Francia prohíbe las movilizaciones “para evitar disturbios”
Tras los ataques de Hamás en Israel y mientras el asedio del ejército israelí se recrudece contra la franja de Gaza, en situación humanitaria crítica, varios países europeos han restringido las manifestaciones en apoyo a Palestina. En el Reino Unido, el Gobierno de Rishi Sunak ha sugerido que blandir una bandera palestina sea considerado delito, un movimiento controvertido que puede no tener encaje legal. En Francia, el Ministerio del Interior ha prohibido las manifestaciones pro-palestinas porque, según ha asegurado su titular, Gérald Darmanin, “pueden generar alteraciones del orden público”. Berlín también prohibió el jueves manifestaciones propalestinas, con el argumento del riesgo de declaraciones antisemitas y glorificación de la violencia.
Organizaciones en defensa de los palestinos han denunciado que las restricciones amenazan la libertad de expresión y consideran que Occidente no presta apenas atención al asedio a la Franja. El presidente de Amnistía Internacional Francia, Jean-Claude Samouiller, también ha advertido de que la prohibición total francesa constituye una “vulneración grave y desproporcionada al derecho a manifestarse”.
Los gobiernos de varios países europeos se mueven así para limitar los actos antisemitas y cerrar filas con Israel, del que recalcan que tiene derecho a defenderse. No obstante, la mayoría ha puntualizado en los últimos días que, para ello, Israel debe respetar el derecho internacional, algo a lo que es contrario el bloqueo de Gaza, gobernada de facto por Hamás, y el bombardeo indiscriminado de infraestructuras civiles en un territorio del que casi es imposible escapar.
Es la postura europea común, y esas puntualizaciones de las capitales buscan también limitar cualquier repercusión de las tensiones en casa, donde se han registrado numerosas manifestaciones en apoyo a Israel tras los atroces atentados de Hamás, pero también algunas tensiones por apoyos palestinos. Mientras, decenas de miles de personas se han manifestado este viernes en países de Oriente Próximo y Asia en apoyo a los palestinos.
En Francia, pese a la prohibición a manifestarse emitida el jueves, miles de personas salieron a la calle ese mismo día en varias ciudades francesas, en movilizaciones que fueron reprimidas por la policía, en algunos casos con cañones de agua y gases lacrimógenos. El líder del partido conservador Los Republicanos, Eric Ciotti, ha criticado este viernes que el ministro del Interior no sea capaz de “hacer respetar las decisiones que él mismo ha tomado”, lo que ha calificado de una “muestra de debilidad del Estado”. La víspera, el presidente francés, Emmanuel Macron, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que el conflicto en Oriente Próximo no fomente la división en Francia. “El escudo de la unidad nos protegerá del odio y los excesos”, dijo en un discurso televisado este jueves. Hay 17 ciudadanos franceses desaparecidos en Israel y Macron aseguró que muy probablemente están entre los rehenes en poder de Hamás.
Desde el pasado sábado, las autoridades francesas han prohibido varias manifestaciones en apoyo a Palestina alegando “riesgos demostrados de exportar esta violencia al territorio nacional” o por el riesgo de “violencia extrema”. Darmanin ha advertido de que los “organizadores y los alborotadores” serán arrestados. El responsable de Interior asegura que, desde que la organización islamista Hamás lanzó sus ataques en Israel, se han reportado más de 100 casos antisemitas en el país. La policía ha detenido a 24 personas por este tipo de delitos. Francia tiene una comunidad judía de casi 500.000 personas, la más grande de Europa, y una comunidad musulmana de unos cinco millones, también entre las más grandes de Europa.
El Ejecutivo de Macron ha instado a los responsables de seguridad a aplicar “instrucciones estrictas” y a denunciar “sistemáticamente y sin demora” cualquier acto antisemita. Además, ha tomado medidas especiales de protección para lugares de culto judíos. Igual que Países Bajos, que ha mantenido este viernes cerradas las escuelas hebreas y donde el primer ministro en funciones, Mark Rutte, ha advertido de que se vigilarán muy de cerca las manifestaciones en apoyo a Palestina por preocupación de que se lancen lemas antisemitas y pro-Hamás, considerada una organización terrorista por la UE.
Protección de escuelas y sinagogas
Bélgica ha decidido permitir las movilizaciones, pero advierte de que “se intervendrá de inmediato” si llevan a la incitación de la violencia o el antisemitismo. “Llamamos a los ciudadanos a no traer a casa este conflicto”, ha pedido el primer ministro belga, Alexander De Croo al respecto, horas después de un llamamiento similar desde París de Macron. Bélgica no prohibirá manifestaciones, ha asegurado el jefe del Gobierno. Pero habrá “tolerancia cero” ante cualquier manifestación de “antisemitismo o incitación al odio o la violencia”, que son “líneas rojas” que provocarán una “intervención inmediata”, ha advertido. El país, además, ha reforzado la seguridad de la comunidad judía por “riesgo de atentados antisemitas”, según ha informado De Croo. El británico Sunak ha prometido tres millones de libras adicionales para proteger escuelas hebreas y sinagogas.
En el Reino Unido, la responsable de Interior, Suella Braverman, desató la polémica el martes al asegurar que blandir banderas propalestinas o realizar cánticos con lemas a favor de Palestina podrían ser considerados un delito. Un movimiento controvertido con un complicado encaje legal que ha ido de la mano de restricciones en las movilizaciones en apoyo a los palestinos en el país, donde se han registrado algunos disturbios y ataques fuera de la Embajada de Israel en Londres.
Sin embargo, la subcomisionada de la policía de Londres, Dame Lynne Owens, aseguró que ondear banderas y cantar mientras se lanzan bengalas, como ha sucedido estos días, no se puede interpretar “automáticamente” como una declaración directa de apoyo a los atroces actos de Hamás. “Una expresión de apoyo al pueblo palestino en general, incluido enarbolar la bandera palestina, no constituye, por sí sola, un delito penal”, ha dicho.
En Alemania, el canciller, Olaf Scholz, se movió rápidamente tras los atentados de Hamás y recalcó que cualquiera que glorifique los crímenes del grupo islamista, utilice sus símbolos, apruebe el asesinato, incite a actos criminales o queme banderas israelíes podría ser procesado. Scholz ha dado indicaciones al Ministerio del Interior para que prohíba las actividades de la red de solidaridad con los presos palestinos Samidoun. Miembros de este grupo celebraron por las calles del barrio multicultural de Neukölln, en Berlín, el ataque de Hamás entregando por la calle dulces árabes, informa Elena G. Sevillano.
El canciller destacó durante una intervención en el Bundestag (Parlamento alemán) la especial responsabilidad de Alemania hacia Israel por su papel en la Segunda Guerra Mundial, en la que los nazis asesinaron a millones de personas en el Holocausto. Habrá “tolerancia cero con el antisemitismo”, advirtió el canciller, que habló de “imágenes vergonzosas” en las calles alemanas después de que decenas de personas salieran a celebrar el ataque de Hamás con cánticos y vítores. “Se han celebrado los actos de terrorismo más brutales a plena luz del día”, dijo en el Parlamento. La Oficina para la Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior, calcula que Hamás cuenta con el apoyo de unas 450 personas en Alemania, muchas de ellas ciudadanos alemanes, aunque oficialmente no hay una rama del grupo en el país, donde hace años ya se prohibieron las asociaciones que estaban en su órbita.
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