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La dimisión de la cúpula militar polaca antes de las elecciones revela disputas con el Gobierno ultraconservador

Los dos mandos del ejército de mayor graduación dejan sus cargos tras varios choques con el ministro de Defensa

Polonia
El presidente polaco, Andrzej Duda, junto al primer ministro, Mateusz Morawiecki, en la ceremonia de toma de nombramiento de la nueva cúpula militar, este martes, en Varsovia, en una imagen difundida por la presidencia.Marek Borawski
Gloria Rodríguez-Pina (Enviada Especial)

La cúpula del ejército polaco está en plena crisis a cinco días de las elecciones legislativas del próximo domingo. Los dos cargos de mayor graduación del país, el jefe del Estado Mayor y el comandante operativo de las Fuerzas Armadas, han presentado su dimisión en los últimos días de una agresiva campaña electoral que tiene la seguridad como tema central. Otros 10 oficiales del Comando General han renunciado también a sus puestos. La prensa polaca señala como causa un cúmulo de choques entre los jefes del ejército y el ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak.

Con una guerra al otro lado de la frontera este de Polonia, el Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco) lo ha apostado todo a la seguridad en la campaña. Reforzar el ejército mediante la compra acelerada de armamento y equipamiento militar se ha convertido en una prioridad nacional. El Ejecutivo se ha afanado además por mostrar una imagen dura y preparada para afrontar cualquier amenaza. Ha tratado además de sellar las fronteras con el enclave ruso de Kaliningrado y con Bielorrusia, relacionando directamente la inmigración con una cuestión de seguridad nacional. Estas dimisiones, cuando faltan pocos días para desplegar las papeletas y colocar las urnas, es un golpe serio a esta estrategia y revela las profundas diferencias entre quienes debían garantizar esa pregonada seguridad.

Los generales Rajmud Andrzejczak, jefe del Estado Mayor, y Tomasz Piotrowski, comandante operativo de las Fuerzas Armadas, anunciaron el lunes al presidente, Andrzej Duda, que dejaban sus cargos de forma voluntaria, por razones que no han sido reveladas. Duda ha nombrado este mismo martes, después de que el medio Rzeczpospolita adelantase la noticia de las dimisiones, el nombramiento de los sustitutos. “Esta es una posición de alta responsabilidad. El jefe del Estado Mayor es el primer soldado de la República de Polonia”, ha afirmado el presidente sobre el más alto cargo, según recoge una nota oficial.

Donald Tusk, líder de Plataforma Cívica (PO), el principal partido de la oposición, de centroderecha, ha anunciado la dimisión “de otros 10 oficiales de alto rango del mando general”. “Todo esto está sucediendo en una situación en la que hay una guerra en nuestra frontera oriental y está creciendo en Oriente Próximo un conflicto que puede convertirse en global”, ha añadido, según un comunicado compartido en la red social X (antes, Twitter). Un portavoz del Estado Mayor ha confirmado después que 10 oficiales han dimitido este martes, pero ha intentado quitarle importancia: “No eran de alto rango”, ha afirmado. “La gente se retira y presenta su preaviso”, ha añadido, según declaraciones recogidas por Reuters.

Restos de un misil ruso

La prensa polaca recuerda una serie de encontronazos entre Andrzejczak y el ministro de Defensa que culminan con estas dimisiones. El más sonado ocurrió en mayo, cuando se hallaron unos restos de equipamiento militar en un bosque en el centro de Polonia, en Bydgoszcz. Tras un silencio inicial, las autoridades confirmaron que se trataba de un misil ruso que había penetrado en el espacio aéreo polaco y había desaparecido después de los radares en diciembre. El ministro Blaszczak culpó a la cúpula militar de negligencia, y en concreto a Piotrowski, y les acusó de no haberle informado. El general Andrzejczak negó estas acusaciones, que causaron un gran malestar entre los militares. Según el diario polaco, después de estos desencuentros, el ministro se ha saltado la jerarquía militar y ha dirigido las tareas y las órdenes directamente al Mando General de las Fuerzas Armadas.

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El diario Gazeta Wyborza apunta a que el último choque se ha producido estos días, cuando Blaszczak ha decidido poner la Operación Neón para la evacuación de ciudadanos polacos tras el inicio del conflicto en Israel bajo el mando del general Wieslaw Kukula. Este oficial, nombrado por Duda este martes nuevo jefe del Estado Mayor, es un general de confianza del partido en el poder, y del ministro de Defensa en particular. No tiene experiencia en el Estado Mayor, según la prensa polaca, y había sido nombrado este año comandante operativo del ejército polaco.

El que fuera ministro de Defensa con PO, Tomasz Siemoniak, ha denunciado en X que Blaszczak ha “cruzado una línea al utilizar al ejército polaco de forma partidista”. “Es un desastre del PiS en el ámbito de la defensa en un momento de grandes amenazas para Polonia”, añadió sobre el desconcierto generado por las renuncias.

Tusk ha emplazado al presidente polaco a desvelar las “causas del caos en las Fuerzas Armadas”, como condición para garantizar a la población una sensación de seguridad y estabilidad. El ex primer ministro y expresidente del Consejo Europeo ha asegurado que “los intereses partidistas en el ejército polaco se terminarán el 15 de octubre”, si su partido gana las elecciones. Las encuestas dan como favorito a PiS, aunque sin mayoría para formar Gobierno.

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