Putin destituye a Serguéi Surovikin, el general vinculado a Prigozhin
El comandante que reorganizó la línea defensiva rusa tras las debacles del pasado otoño permanecía en paradero desaparecido desde el motín de los mercenarios de Wagner en junio
El comandante que reorganizó las fuerzas rusas tras la debacle de otoño, el general Serguéi Surovikin (Novosibirsk, 56 años), ha sido destituido por el Kremlin como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación de Rusia a causa de su cercanía con la compañía de mercenarios Wagner. Tras haber sido supuestamente arrestado y haber permanecido dos meses desaparecido, desde la fallida rebelión del 23 y 24 de junio, la prensa rusa ha confirmado el cese del llamado ‘general Armagedón’, apodo con el que se le conoce por ser un firme partidario de la destrucción de la infraestructura civil a través de bombardeos sistemáticos, doctrina que ejecutó primero en Siria y luego recuperó al torcerse la invasión de Ucrania. Horas después, el jefe de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, murió tras estrellarse su avión en Rusia.
La información del cese de Surovikin fue adelantada por el veterano periodista ruso Alexéi Venedíktov, director de la una histórica radio cerrada por el Kremlin al principio de la guerra, Eco de Moscú. Varios medios más confirmaron posteriormente la existencia del decreto presidencial que destituía al general.
La última aparición pública de Surovikin se remonta al fin de semana en el que el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, lideró una columna rebelde rumbo a Moscú para exigir la destitución del ministro de Defensa, Serguéi Shoigú y su jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov. Los mercenarios habían tomado Rostov del Don, sede del alto mando en la invasión de Ucrania, y marchaban hacia la capital sin que el ejército se opusiera ni se sumase, salvo por alguna pequeña escaramuza en la que varios helicópteros y un avión de reconocimiento fueron derribados.
“Os pido parar. El enemigo aguarda a que la situación política empeore en nuestro país”, decía el general aquel 24 de junio en un vídeo que inmediatamente levantó suspicacias por el lenguaje corporal de Surovikin y el lugar en el que había sido grabado, un pequeño cuarto de cemento. Poco después, Prigozhin ponía fin al motín tras una negociación con Vladímir Putin en la que medió el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko.
Surovikin era hasta el motín uno de los altos mandos más populares de Rusia. Tras los reveses de otoño del año pasado en los frentes de Járkov y Jersón, el Kremlin le eligió el 8 de octubre de 2022 como comandante único de sus fuerzas en Ucrania. Su primera medida fue organizar una retirada ordenada de la ciudad de Jersón al lado opuesto del río Dniéper. La segunda, fortificar sus nuevas líneas y comenzar una campaña continua de bombardeos contra las infraestructuras civiles ucranias que incluyeron las centrales eléctricas en pleno invierno.
Sin embargo, la paz duró poco en el alto mando, dividido entre los defensores y los críticos de su ministro de Defensa. Prigozhin, enfrentado abiertamente a Shoigú y Guerásimov, aplaudió abiertamente el nombramiento de Surovikin en octubre de 2022. También lo hizo el líder checheno, Ramzán Kadírov, en aquel entonces un firme defensor en público del jefe de Wagner.
El presidente de aquella república del Cáucaso comenzó a distanciarse de Prigozhin a principios de este año, cuando Surovikin fue sustituido por Guerásimov, y el dueño de Wagner comenzó a verter en público unas críticas cada vez más duras contra el Ministerio de Defensa por no suministrarle la munición que exigía en la ofensiva de Bajmut.
El Kremlin solucionó aquel enfrentamiento con una solución salomónica: Surovikin, subalterno de Guerásimov, sería el enlace entre las Fuerzas Armadas de Rusia y el Grupo Wagner. Y cuando este se sublevó, todas las sospechas recayeron sobre un militar que podría haber estado al tanto de los planes de Prigozhin.
El paradero del general ha sido una incógnita estos últimos dos meses. El diario ruso The Moscow Times y el Financial Times informaron en la semana posterior a la rebelión que el militar había sido arrestado e interrogado en un centro de detención preventiva. Su mujer declinó hacer declaraciones y su hija se limitó a apuntar que Surovikin se encontraba “bien”.
El general ha sido relevado del cargo por el hasta ahora jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aerospaciales, Víktor Afzálov, quien asumió el mando de la aviación temporalmente cuando Surovikin fue ascendido como máximo responsable de las fuerzas rusas en Ucrania.
Según han contado varias fuentes al medio ruso RBK, el comandante defenestrado disfruta ahora de “unas cortas vacaciones” y será reasignado a otro puesto en el futuro. Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
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