Estados Unidos entregará bombas de racimo a Ucrania para la contraofensiva
Ese tipo de armas están prohibidas por más de un centenar de países, pero Rusia ya las usa en la guerra
El Gobierno de Joe Biden ha decidido suministrar municiones de racimo a Ucrania, según ha adelantado la agencia Associated Press, que cita fuentes familiarizadas con la decisión. Se espera que Estados Unidos anuncie este viernes que enviará miles de ellas como parte de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de hasta 800 millones de dólares (734 millones de euros) para el esfuerzo bélico contra Rusia. El Pentágono no ha querido este jueves confirmar ni desmentir la información. Las bombas de racimo son polémicas, se consideran especialmente crueles y están prohibidas por el más de un centenar de países firmantes de la Convención de Municiones de Racimo del 2008, entre los que no están Rusia, Ucrania ni Estados Unidos.
Estas bombas, también llamadas de fragmentación, se lanzan desde el aire o se disparan desde tierra y esparcen múltiples submuniciones o “pequeñas bombas” indiscriminadamente sobre un área que puede cubrir el tamaño de un campo de fútbol. Están destinadas a sembrar la destrucción en múltiples objetivos a la vez. Rusia ya la usa en la guerra con Ucrania.
El problema es que eso hace que los ataques sean indiscriminados y pone en riesgo a potenciales víctimas civiles, especialmente porque parte de las bombas quedan con frecuencia sin detonar de inmediato después de ser diseminadas y representan un peligro para la población que puede durar décadas.
Las fuentes citadas por AP, sin embargo, señalan que las municiones que proporcionará Estados Unidos a Ucrania tienen un “índice de fallos” reducido, lo que significa que habrá muchas menos sin explotar que puedan causar muertes civiles involuntarias.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, algunas bombas de racimo tienen un alto porcentaje de bombetas que no explotan, hasta el 40% en algunos casos. Cargos estadounidenses citados por AP afirmaron este jueves que el porcentaje de submuniciones sin explotar de las bombas que irán a Ucrania es inferior al 3% y, por tanto, supondrán menos amenazas para la población civil.
Por su forma y sus colores brillantes, que pueden recordar a una lata de refresco o a una pelotita, estas bombetas atraen especialmente a los niños que, como se ha demostrado en otras guerras, las cogen en muchas ocasiones. Según el Cluster Munition Monitor, alrededor del 40% de las víctimas de las bombas de racimo en todo el mundo son niños. El impacto de las municiones en el cuerpo de los niños puede ser devastador. Los cirujanos dicen que, a corta distancia, una pequeña bomba puede arrancar extremidades a un niño, cegarlo o fracturarle los huesos. Desde más lejos, los fragmentos pueden llegar a incrustarse en el cuerpo, generalmente en los músculos.
El general de Brigada Pat Ryder, portavoz del Pentágono, ha dicho este jueves en la rueda de prensa del Departamento de Defensa que si se tomara la decisión de suministrar las bombas de racimo a Ucrania, Estados Unidos “seleccionaría cuidadosamente las municiones con menores tasas de no detonación” y que disponen de “datos de pruebas recientes” al respecto.
Ryder, sin embargo, no ha querido salirse del todo del terreno de las hipótesis y ha indicado que no tenía nada que anunciar sobre las municiones de racimo. Pero a la vez ha explicado que el Departamento de Defensa tiene “múltiples variantes” de las municiones y que está pensando en entregarlas: “Las que estamos considerando suministrar no incluirían variantes más antiguas con tasas (de no detonación) superiores al 2,35%”, ha afirmado.
El portavoz del Pentágono no ha querido aclarar si el secretario de Defensa, Lloyd Austin, se ha puesto en contacto con sus homólogos de la OTAN para abordar algunas de sus preocupaciones sobre el uso de municiones de racimo. Ryder ha indicado que está al tanto de los informes que señalan que algunas municiones tienen mayores tasas de no detonación y de las preocupaciones que eso suscita. El general ha añadido que Rusia ha estado utilizando municiones de racimo que tienen un índice muy alto de fallos.
Las autoridades ucranianas han solicitado las armas para contribuir a su campaña de avance a través de las líneas de tropas rusas y lograr avances en la actual contraofensiva. Las fuerzas rusas ya están utilizando municiones de racimo en el campo de batalla y en zonas civiles pobladas, según han declarado altos cargos estadounidenses.
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