La policía de San Francisco detiene a un emprendedor como principal sospechoso del asesinato de un empresario tecnológico

La violenta muerte de Bob Lee, uno de los fundadores de la empresa Cash App, conmocionó a San Francisco hace una semana. La policía de la ciudad ha trabajado a marchas forzadas para solucionar un homicidio que sacudió a la comunidad tecnológica y provocó un debate sobre la seguridad en la urbe californiana en el que saltó hasta Elon Musk. El detenido es Nima Momeni, un consultor y emprendedor tecnológico de 38 años que conocía a la víctima, y quien ya se encuentra en la prisión del condado.

Momeni se identificaba en su página de Linkedin como uno de los muchos empresarios que cohabitan en el entorno tecnológico de San Francisco. Es egresado de la Universidad de California Berkeley y fundador de Expand IT, un outsourcing de servicios de tecnología de la información que inició operaciones en 2010, pero que fue dada de alta en agosto del año pasado. El también consultor tiene experiencia en la industria desde 2005 con clientes de los sectores de salud, finanzas y manufactura.

Momeni tenía antecedentes penales por un delito no grave. En 2011 fue acusado de portar un arma blanca, pero su acusación fue desechada en los tribunales un año más tarde después de declararse culpable. De ser hallado culpable, Momeni enfrenta una pena de al menos 26 años en prisión.

Bill Scott, el jefe de policía de San Francisco, ha confirmado este jueves el vínculo entre el presunto homicida y la víctima, pero evitó profundizar en la relación escudándose en la necesidad de respetar el secreto de la investigación. Scott tampoco aventuró explicación alguna sobre el motivo. El arresto se hizo en el condominio de Momeni en Emeryville, un suburbio de Oakland (al este de San Francisco). Los cargos de homicidio en su contra ya han sido presentados por la fiscal de distrito, Brooke Jenkins, y se espera que comparezca frente a un juez por primera vez este viernes.

“Sé que los hechos de violencia como este sacuden a nuestras comunidades, por lo que agradezco a la policía de San Francisco por sus esfuerzos incansables para resolver este caso”, ha dicho Jenkins en un comunicado. El documento emitido por la fiscal asegura que Momeni confesó haber utilizado un cuchillo para cometer el crimen. “Con este arresto, ahora trabajaremos para brindar justicia y un cierre a los familiares y amigos del señor Lee”, añade la fiscal.

En una conferencia de prensa, Jenkins lanzó un mensaje a Elon Musk. El empresario se había quejado de la inseguridad de la ciudad en Twitter. “El crimen violento en San Francisco es horrible, e incluso cuando los atacantes son atrapados, es común que sean liberados inmediatamente”, afirmó el magnate el 5 de abril, un día después de la muerte de Lee. Jenkins ha calificado estas palabras este jueves de “irresponsables y peligrosas”. “Estas palabras solo sirven para crear una imagen errónea de San Francisco e impactan negativamente la búsqueda de la justicia para las víctimas”, ha añadido la fiscal. Jenkins estuvo flanqueada por el jefe de la policía y la alcaldesa de la ciudad, London Breed, quien ha defendido el nivel de resolución de homicidios, de 85%, que está por encima de la media de otras ciudades (60%).

Bob Lee fue encontrado por policías sobre la acera a las 2.35 de la madrugada del 4 de abril. Los agentes respondían a un llamado que indicaba que una persona había sido apuñalada afuera de un edificio de apartamentos cerca de la zona de Embarcardero, donde tienen sus oficinas muchos emprendimientos tecnológicos. Los paramédicos lo atendieron por las heridas, pero era demasiado tarde. Lee murió en un hospital.

Lee, quien tenía dos hijos y era originario de Missouri, había fundado Cash App, una exitosa compañía de servicios financieros y transferencia de dinero. Después había construido una notoria carrera en Silicon Valley, como jefe de tecnología en la empresa de pagos Square, hoy conocida como Block. En los últimos años, había saltado al negocio de las criptomonedas en MobileCoin.

Tras la muerte, su padre, Rick Lee, explicó que él y su hijo habían dejado la cuna tecnológica para mudarse a Miami, adonde llegaron en octubre. En Facebook, Rick dijo que no sabía qué había llevado a su hijo a volver a San Francisco. “Bob nunca hacía menos a nadie y tenía una filosofía de no juzgar a nadie. Trabajaba más duro que nadie y era la persona más inteligente que conocí”, escribió su padre.

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