Pedro Sánchez anuncia un nuevo envío de tanques tras reunirse con Zelenski en la víspera del primer aniversario de la guerra

“Vamos a ayudarte, querido Volodímir, en todo lo que podamos”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido marcar su visita de este jueves a Kiev, en la víspera del aniversario de la gran invasión rusa de Ucrania, con el anuncio de que España tiene la intención de enviar hasta un total de 10 tanques Leopard, una de las herramientas más demandadas por el Gobierno ucranio para que el ejército local pueda hacer frente a las tropas del Kremlin. “Nuestra intención es, durante las próximas semanas y meses, ver si podemos escalar a un total de 10, es decir, pasar de 6 a 10″, afirmó en rueda de prensa tras reunirse con su homólogo, Volodímir Zelenski. Son cuatro tanques más de los que anunció el miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles. El presidente español no ha cerrado la puerta al suministro de aviones de combate, como le ha solicitado el presidente ucranio. “Hay que estudiarlo y hablarlo” con los socios de la Unión Europea y de la OTAN, apuntó.

Durante esa comparecencia, Sánchez ha subrayado que el apoyo militar de España —y en general de los aliados— es la mejor vía para hacer frente a la “invasión ilegal” de un país soberano que lanzó el presidente ruso, Vladímir Putin. El presidente ha insistido, ante la atenta mirada de Zelenski, en la necesidad de recuperar la “integridad territorial” ucrania. El envío de armamento es una “lucha legítima” para “defender a Ucrania, no para atacar a Rusia”, añadió. Además, España, según Sánchez, espera poder impulsar el acercamiento de Ucrania a la UE durante su turno al frente de la presidencia rotatoria, que ocupará en el segundo semestre de este año.

Al ser preguntado sobre si se siente presionado para negociar ante una guerra que parece cada vez más enquistada, Zelenski ha querido dejar claro: “No tiene sentido presionarnos”. “Si Ucrania cae, [después] seguirán otros países” de Europa, aseguró. El presidente ucranio ha recibido con satisfacción la entrada de China, aliado de Rusia, en la ecuación sobre la que gira una posible solución al conflicto. “Nos gustaría reunirnos con China”, ha comentado Zelenski, al tiempo que reconoce que las diplomacias de ambos países ya mantienen contactos en torno a un plan de paz que maneja Pekín, aunque, reconoce, es “temprano” y aún no tiene todos los detalles de esa iniciativa.

“Ucrania va a vencer”, ha vaticinado Sánchez, y para ello España apoyará a Kiev “cuanto sea necesario” y no reconocerá nunca los territorios ucranios que las tropas de Moscú mantienen ocupados, básicamente la península de Crimea y partes de Donetsk, Lugansk, Járkov, Zaporiyia y Jersón, todas en el arco del este y el sur del país. España tampoco da ningún tipo de validez a los referendos de “anexión ilegal” que Rusia organizó en esas provincias el pasado septiembre, según Sánchez. “Ustedes no están solos en esta guerra”, ha recalcado.

La visita de Sánchez, que llegó por la mañana en tren desde Polonia y tiene previsto regresar por la misma vía al caer la tarde, tiene lugar en un momento en que los ojos del mundo se encuentran puestos en el primer aniversario de la invasión militar a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, que comenzó en la madrugada del 24 de febrero de 2022. A Sánchez le han precedido esta misma semana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.

Sánchez ha elegido para la rueda de prensa el inglés, para acercar más su mensaje a las autoridades de Kiev. Eso sí, ha respondido en castellano a las dos preguntas que se ha permitido hacer a los reporteros españoles presentes en el palacio de Marinski, en el complejo presidencial, donde tuvo lugar el encuentro entre ambos presidentes y la posterior comparecencia. En el momento en que un periodista español formulaba una pregunta, Zelenski, entre risas, detuvo la rueda de prensa por unos segundos porque fallaba la traducción simultánea. La presencia del mandatario español en la capital ucrania se lleva preparando semanas y corresponde a una invitación del líder ucranio, según fuentes de La Moncloa.

Horas antes de esa comparecencia, la primera parada de Sánchez tras llegar a la estación central de Kiev fue la iglesia de San Andrés, en la localidad cercana de Bucha, donde se ubicó una de las fosas comunes para las decenas de civiles muertos durante el mes en que el pueblo estuvo ocupado por las tropas rusas, al comienzo de la invasión. Asistido por el párroco y autoridades locales, el presidente visitó una exposición fotográfica en la que se explican los horrores que vivió esta localidad situada al norte de Kiev, que se conocieron una vez se retiraron las tropas del Kremlin. Fue entonces cuando se pudieron ver los cientos de cadáveres de personas que habían muerto a lo largo de semanas de ocupación y asedio. Seguidamente, Sánchez se dirigió a la vecina Irpin, escenario también de importantes combates y el último punto, a las puertas de la capital, del que no pudieron pasar las tropas rusas. “Estamos aquí para mostrarle a Putin que Ucrania resiste”, afirmó el presidente en esta localidad.

Por la tarde, Sánchez se ha dirigido al Parlamento ucranio, la Rada. Allí ha defendido el “sueño” de Ucrania de acceder a la UE como en su día hizo España. Ha destacado “la dignidad de un pueblo que lucha por lo que le corresponde”, un “grito de libertad” que le distingue del enemigo. Pero, al mismo tiempo, ha advertido de que hay quien se está alineando con las tesis imperialistas de Putin a la sombra de la necesidad. “Muchos países están sufriendo las consecuencias económicas globales de la guerra y a veces se inclinan por comprar parte de la propaganda antioccidental de Putin. No podemos permitirlo”, ha advertido. El presidente terminó su intervención deseando regresar a una Ucrania en paz y se despidió con la expresión más coreada en estos tiempos de guerra: “¡Slava Ukraini!” (¡Viva Ucrania!).

Cinco minigiras europeas

El presidente del Gobierno español refuerza con este viaje el mensaje contundente de apoyo a Ucrania que ya lanzó el 21 de abril, en su primera visita a Kiev. Sánchez está en plena ofensiva diplomática con cinco minigiras europeas para preparar la presidencia española del Consejo de la UE, que empieza en julio y tendrá la guerra en Ucrania como uno de sus asuntos centrales. La semana pasada, durante el primero de estos viajes, Sánchez ya explicó a los periodistas que lo acompañaban que él confía incluso en que la guerra pueda terminar este año, y por eso, cuando llegue la presidencia de turno española, multiplicará los esfuerzos diplomáticos para intentar facilitar ese final.

El apoyo de Sánchez a Zelenski es rotundo, como el de los demás dirigentes europeos, y este viaje a Kiev es una muestra más. Sin embargo, Sánchez también ha empezado ya a hablar de paz. Hace dos semanas, cuando Zelenski acudió a Bruselas como invitado al Consejo Europeo, Sánchez ya planteó que hay que trabajar en el plan de paz de 10 puntos que ha presentado el presidente ucranio, pero sobre todo para intentar ampliar el apoyo internacional a este plan.

El jefe del Ejecutivo español está especialmente preocupado por el hecho de que lo que define como “propaganda rusa”, esto es, el mensaje de que las sanciones europeas son las culpables del aumento de los precios de los alimentos y de la carestía en buena parte del planeta, esté entrando en zonas importantes de África, Asia y Latinoamérica, y eso esté alejando a muchos países de las posiciones europeas de apoyo rotundo a Ucrania. Por eso quiere trabajar para lograr más respaldos al plan de paz de Zelenski en todo el mundo, no solo en la UE, donde ya tiene un apoyo cerrado.

Sánchez tiene un problema interno con el suministro de armamento y ahora de tanques a Ucrania. Una parte del Gobierno, las dos ministras de Podemos, ha rechazado abiertamente el envío de armas. Los otros tres ministros de Unidas Podemos, con Yolanda Díaz a la cabeza, no lo han criticado, aunque tampoco tienen la misma posición que el PSOE. Esta discrepancia está bastante asumida dentro de la coalición y está resuelta por Sánchez con un mensaje claro que dio en el Consejo de Ministros: la política exterior y de defensa le corresponde al partido mayoritario ―está en manos de dos ministros socialistas― y la dirige él.

La visita de Sánchez a Ucrania no genera problemas internos, pero el envío de armas sí. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha saludado el viaje del presidente a Kiev. “Me parece bien, me parece que era importante que los ucranios sintieran la solidaridad del pueblo español, un gesto valiente y lo defendemos”, ha valorado en los pasillos del Congreso. Sobre el envío de tanques Leopard anunciado el miércoles, el diputado reiteró la posición de su partido: “Hace falta más diálogo, más negociación, más diplomacia y menos guerra y menos tanques”, informa Paula Chouza.