El misterio detrás del tren tóxico descarrilado en Ohio
La comunidad local ha presentado al menos cuatro demandas colectivas contra el ferrocarril Norfolk Southern por exponerlos a sustancias peligrosas
El 3 de febrero, cientos de residentes del apacible pueblo de East Palestine, Ohio, fueron evacuados de emergencia cuando un tren de 150 vagones cargando con sustancias tóxicas se descarriló e incendió. Ante una posible fuga de cloruro de vinilo, las autoridades decidieron hacer una liberación y quema controlada de ciertos vagones afectados en el incidente, provocando una nube de humo y fuego visible a la distancia.
Después de esta explosión programada, se le permitió a los residentes de la ciudad regresar a sus casas, pero muchos han señalado que sufren de náuseas, dolor de cabeza y otros malestares. En redes sociales, denunciaron la muerte de cientos de peces en los arroyos cercanos al desastre.
El martes, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE UU declaró que no había detectado niveles significativos de sustancias peligrosas en el aire y un día más tarde confirmó que los sistemas de agua locales no contenían sustancias químicas y el agua era potable.
La falta de transparencia de las autoridades, así como los reportes de residentes alarmados, han contribuido al surgimiento de teorías de conspiración en Internet. La comunidad local ha presentado al menos cuatro demandas colectivas contra el ferrocarril Norfolk Southern, alegando que han sido expuestos a sustancias tóxicas y que han padecido “graves trastornos emocionales”.
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