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Ucrania carga contra Guterres por ceder ante Rusia en la investigación de la matanza de Olenivka

Altos cargos de Kiev critican al secretario general de la ONU por desmantelar la misión que tenía que dilucidar la autoría de la muerte de medio centenar de presos de guerra

Barracones calcinados del centro de prisioneros de guerra de Olenivka, destruido por una explosión el pasado julio.
Barracones calcinados del centro de prisioneros de guerra de Olenivka, destruido por una explosión el pasado julio.AP
Cristian Segura (Enviado Especial)

Los malabarismos diplomáticos del secretario general de la ONU en la guerra de Ucrania sulfuran a las autoridades de Kiev. António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, anunció a través de su portavoz el 5 de enero que había dado carpetazo a la misión de la ONU que debía investigar la muerte de medio centenar de prisioneros de guerra ucranios en Olenivka, municipio de la provincia de Donetsk ocupado por Rusia. Lo que ha provocado la ira de Kiev no es tanto que la misión no llegara a pisar Olenivka, sino las tibias justificaciones aportadas por la oficina de Guterres. “Por cosas así continúa la guerra en Ucrania”, afirmó este domingo Mijailo Podoliak, asesor de la presidencia ucrania.

Rusia tenía encerrados a cerca de 200 prisioneros de guerra en unos barracones de Olenivka. Estos militares ucranios eran en su mayoría miembros del batallón Azov, unidad del ejército ucranio conocida por sus orígenes fundacionales en la extrema derecha. Los prisioneros eran parte de los últimos grupos ucranios que resistieron en el asedio a Mariupol la pasada primavera. Las autoridades prorrusas de Donetsk informaron el pasado 29 de julio de que un bombardeo ucranio sobre la prisión había matado a 53 de los encarcelados. El Ministerio de Defensa ucranio replicó que sus hombres habían sido asesinados por mercenarios del grupo Wagner, sin el conocimiento del Ministerio de Defensa ruso, y que habían orquestado un falso ataque para hacer desaparecer sus cuerpos torturados.

Guterres medió entre las dos partes para conseguir que Moscú y Kiev aceptaran que una misión de la ONU fuera al lugar de la matanza. En agosto, en la reunión trilateral que mantuvieron en la ciudad de Lviv el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y Guterres, este último anunció que se había formado la misión, encabezada por el teniente general Carlos Alberto Dos Santos Cruz. Este militar brasileño retirado es un veterano comandante de operaciones de paz de Naciones Unidas.

El secretario general de la ONU admitió en Lviv que todavía le faltaban las garantías de los dos contendientes para que se garantizara la seguridad de la misión. Kiev dio su palabra de que no habría ataques en Olenivka mientras se desarrollara la investigación. Guterres confirmó finalmente en septiembre que había recibido el compromiso del presidente ruso, Vladímir Putin, de que permitiría el trabajo de los observadores de la ONU. Sin embargo, el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, avanzó el 5 de enero que el viaje había sido cancelado porque “no se dan las condiciones para enviar la misión al lugar”.

La negativa de Dujarric de mencionar a Rusia como responsable de este fracaso diplomático ha enervado a la parte ucrania. Podoliak, una de las voces más contundentes del equipo de Zelenski, afirmó a través de sus redes sociales: “Rusia no aporta garantías de seguridad ni acceso al lugar para la misión de la ONU. Rusia es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero Guterres no plantea castigar a Rusia, como si nada hubiera sucedido”.

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Críticas a la ONU

El defensor del pueblo de Ucrania, Dmitro Lubinets, aportó el 7 de enero en una entrevista televisiva más detalles sobre el malestar de Kiev. Según el relato de Lubinets, la ONU se resistía a convocar reuniones de trabajo sobre la misión. Finalmente, en una de estas reuniones por videoconferencia, le fue comunicado que no tenían todavía el visto bueno ruso para acceder a Olenivka. El defensor del pueblo ucranio también reveló que estaban en desacuerdo con la elección de tres miembros del equipo de la ONU por tener “una actitud muy positiva hacia Rusia”. Lubinets no especificó de qué personas se trataba. “Por desgracia, vemos de nuevo una posición neutral, de intermediaria, de la ONU. No ha habido ni una sola palabra de condena a Rusia, pese a que han hecho todo lo posible para que la misión de la ONU no fuera [a Olenivka]”.

El enfado ucranio también se extiende entre analistas de referencia de la contienda. Las palabras más duras las expresó en Twitter el exministro de Exteriores Volodímir Ogrisko: “Otro ejemplo de la inutilidad de la ONU. Pero también de su cinismo. ¿No saben quién no aporta garantías de seguridad de la misión? ¿Acaso es Ucrania? Esto va más allá de los límites de la moral. Nadie necesita a esta ONU”.

Rusia tampoco ha dado acceso a los observadores de la Cruz Roja a la mayor parte de los centros de internamiento de prisioneros de guerra en los territorios ocupados, incluido el de Olenivka, según ha denunciado de forma repetida este organismo. La Cruz Roja ha advertido de que la convención de Ginebra obliga a un ejército a permitir el acceso “de forma regular” de sus equipos a los prisioneros de guerra.

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Sobre la firma

Cristian Segura (Enviado Especial)
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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