La represión de las protestas por la muerte de una joven detenida por llevar mal el velo en Irán causa varios muertos
Un enviado de Jamenei visita a la familia de la víctima para tratar de aplacar el malestar. La versión policial atribuye el deceso de Mahsa Amini a “un desafortunado incidente”
Las protestas por la muerte de Mahsa Amini en una comisaría de la Policía de la Moral —que vigila el cumplimiento de las normas islámicas, en especial, en la vestimenta de las mujeres— no se aplacan, cuatro días después del fallecimiento de esta joven kurda de 22 años que el pasado martes fue detenida por una patrulla policial en Teherán, la capital iraní, por llevar mal colocado el velo islámico y mostrar parte de su cabello. La organización de derechos humanos Hengaw ha acusado este martes a la policía de haber matado a tres personas al abrir fuego contra la multitud en manifestaciones en el Kurdistán iraní, una cifra que rebaja el balance de cinco muertos que dio el lunes. Ese día, la policía había definido como “un desafortunado incidente” la muerte de Amini y reiterado que falleció a causa de un infarto, una versión en la que la familia no cree.
En un intento por aplacar el malestar que ha impulsado las protestas, Abdolreza Pourzahabi, representante en el Kurdistán del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, visitó a la familia de Amini. Según la agencia semioficial Tasnim, Pourzahabi les prometió que “todas las instituciones emprenderán acciones para defender los derechos que se han visto violados”. Tras dos horas reunido con los familiares, confió en que “el trauma sufrido por la sociedad se corrija”.
De acuerdo con los datos del grupo de derechos humanos, las fuerzas de seguridad iraníes han detenido al menos a 250 personas en diversas localidades de la región kurda, situada a unos 500 kilómetros al oeste de Teherán. Otras 75 personas, según la misma fuente, resultaron heridas a causa de la represión de las marchas. La organización difundió imágenes en su cuenta de Twitter del funeral de uno de los manifestantes supuestamente abatidos por la policía iraní.
Divandare;
— Hengaw Organization for Human Rights (@Hengaw_English) September 19, 2022
The funeral ceremony of Mohsen Mohammadi, a protester from Divandareh, who was killed on Monday, September 19, 2022, by direct fire from government forces.#Kurdistan_strike#Mahsa_Amini pic.twitter.com/RWvDlOlnPX
Las autoridades iraníes no han confirmado estas muertes. La agencia de noticias semioficial IRNA sí informó de protestas “limitadas” en varias ciudades de siete provincias que fueron dispersadas por la policía. La televisión estatal aseguró, por su parte, que varios manifestantes habían sido detenidos, pero rechazó “algunas afirmaciones de muertes en las redes sociales”, mostrando imágenes de dos jóvenes heridos sobre cuya muerte había habido rumores. Las protestas callejeras han ido a la par de una movilización, más intensa, en las redes sociales. La etiqueta de Twitter #MahsaAmini ha alcanzado ya tres millones de menciones en la red social, de acuerdo con la agencia Reuters.
Otra agencia de noticias iraní, la oficial Fars —cercana a la Guardia Republicana— informó, por su parte, de otra manifestación, en esta ocasión en Teherán, disuelta a porrazos y con gas lacrimógeno por la policía. Unos 300 manifestantes, según Efe, se congregaron en el bulevar Keshavarz, en el centro de la capital, y corearon lemas contra los líderes iraníes. Muchas mujeres se quitaron el velo, una conducta penada por las leyes iraníes. De acuerdo con Fars, los manifestantes tiraron piedras a la policía y quemaron contenedores. Varios periodistas locales compartieron luego vídeos en redes sociales que supuestamente reflejaban violentos choques entre manifestantes y policías. En alguna de estas grabaciones se oyen disparos. Según estos vídeos, también hubo protestas en otras zonas de Teherán, con lemas como “muerte al opresor”, “velo opcional” y “ya basta”.
La policía iraní había tratado esa misma jornada de apaciguar la ira de una parte de la población por la muerte de la joven kurda, al definir su fallecimiento como “un desafortunado incidente”, pero sin cambiar su versión, que atribuye a un infarto el deceso de Amini. La familia niega esta hipótesis y sostiene que la joven gozaba de muy buena salud y que no tenía ninguna enfermedad previa a su detención, el pasado martes, el mismo día que fue conducida a una comisaría de la Policía de la Moral, supuestamente para recibir “una clase de reeducación” después de haber sido interceptada en la calle por llevar el velo de forma que dejaba ver parte de su cabello. De allí salió en ambulancia, en coma, e ingresó en un hospital de la capital iraní “sin signos vitales”, según un comunicado del centro hospitalario.
La Policía de la Moral ha difundido imágenes de cámaras de seguridad supuestamente del momento en el que la mujer entró en comisaría, según IRNA, en las que se ve a una joven de complexión parecida a la de Amini. Otro vídeo muestra a una mujer que se desploma mientras habla con una agente. Con esas imágenes, este cuerpo policial trata de acallar las acusaciones en las redes sociales de que Amini sufrió una paliza mientras estaba en la comisaría que podría haberla matado. La familia de la joven no ha confirmado que la mujer que aparece en esos vídeos sea su allegada.
En Irán, las mujeres jóvenes, sobre todo en las áreas urbanas, suelen llevar el velo islámico algo suelto, de forma que algunos mechones de su pelo asoman de la prenda, una costumbre extendida, pero que infringe el rígido código indumentario de las autoridades iraníes.
Según la interpretación iraní de la sharía o ley islámica, las mujeres están obligadas a cubrirse completamente el pelo y llevar ropa larga y holgada. Las infractoras se enfrentan a reprimendas públicas, multas y arrestos, pero, en los últimos años, las activistas por los derechos de la mujer han instado a las iraníes a quitarse el velo, y numerosas jóvenes han difundido imágenes y vídeos en redes sociales como Facebook con la cabeza al descubierto o bailando en la calle, otro acto penado por la ley.
La muerte de Mahsa Amini ha provocado condenas internacionales. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha reclamado a Irán que ponga fin a la “persecución sistemática de mujeres”, en alusión a la muerte de la joven kurda. “Mahsa Amini debería estar viva. En lugar de eso, Estados Unidos y el pueblo iraní lamentan su muerte. Pedimos al Gobierno de Irán que ponga fin a su persecución sistemática de mujeres y que permita las protestas pacíficas”, ha señalado en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
La Alta Comisionada Interina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada Al Nashif, ha expresado este martes su “preocupación por la muerte de Mahsa Amini durante su detención y por la violenta reacción de las fuerzas de seguridad iraníes ante las manifestaciones que siguieron”. “La trágica muerte de Mahsa Amini y las denuncias de tortura y malos tratos deben ser investigadas de manera rápida, imparcial y eficaz (...)” agregó Al Nashif. La Oficina del Alto Comisionado denuncia que la policía ha “disparado municiones reales” y que, según los informes que le han llegado, han muerto “entre dos y cinco personas”.
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