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Claves del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán y la tensión por Nagorno Karabaj

La escalada entre ambos países por esa región en disputa hace temer una nueva guerra en el antiguo espacio soviético

Nikol Pashinyan
El Primer Ministro armenio, Nikol Pashinyan, pronuncia un discurso durante una sesión del Parlamento en Ereván, este martes.ARMENIAN GOVERMENT PRESS SERVICE (EFE)
El País

El Ejército de Azerbaiyán bombardeó este martes varias localidades de Armenia, un país con el que mantiene desde hace décadas un conflicto bélico a causa de Nagorno Karabaj. Esta región forma parte del territorio azerí pero desde 1991 funciona como un Estado independiente con el apoyo de Armenia. En estas claves, explicamos cuál es el origen de una guerra que estalló al amparo de la desintegración de la Unión Soviética y cuyos rescoldos se han reavivado ahora en lo que hace temer una nueva escalada bélica en el antiguo espacio soviético. Frente a una Rusia debilitada por la guerra de Ucrania, Bakú podría estar aprovechando este contexto para tratar de recuperar su región rebelde. Azerbaiyán, un país rico en petróleo y gas, ha adquirido además un peso estratégico como actor energético, que le dota de una posición de fuerza también frente a Occidente.

¿Dónde está Nagorno Karabaj?

Nagorno Karabaj es una región de unos 4.400 kilómetros cuadrados emplazada en el Cáucaso Sur, el espacio donde hoy conviven tres Estados independientes, antes repúblicas soviéticas: Georgia, Azerbaiyán y Armenia. Poco poblada, con unos 150.000 habitantes, Nagorno Karabaj forma parte de Azerbaiyán pero el 80% de su población son armenios de religión cristiana. Los azeríes, musulmanes de lengua túrquica, son su primera minoría.

¿Cómo empezó el conflicto?

Aunque las tensiones étnicas en el Cáucaso sur han sido seculares, el conflicto entre azeríes y armenios estalló en los estertores de la URSS. En febrero de 1988, el parlamento de Nagorno Karabaj vota la unión con Armenia. Esa votación desencadena una terrible violencia intercomunitaria; los azeríes huyen de la región separatista, mientras que, en Arzerbaiyán, los armenios sufren matanzas y escapan de forma masiva de la capital, Bakú, y de otros lugares del país. En 1991, Nagorno Karabaj celebra un referéndum en el que la independencia arrasa. La comunidad internacional no reconoce al nuevo Estado y sigue considerándola aún hoy como una región de Azerbaiyán. La autoproclamada República de Nagorno Karabaj (o de Artsaj en su nombre armenio) funciona desde entonces como un país independiente.

¿Cuándo estalló la guerra?

La proclamación de independencia provoca que el conflicto se convierta en guerra en 1991. En los tres años que siguen, 35.000 personas mueren y 650.000 quedan desplazadas, según Naciones Unidas. Con el apoyo de Armenia, los separatistas se anexionan incluso más de 7.000 kilómetros de territorio azerí fuera de Nagorno Karabak. En 1994 se firma un frágil alto el fuego que ambos países se han acusado sucesivamente de romper hasta que, en 2020, estalla la segunda guerra de Nagorno Karabaj. Al menos 6.500 personas mueren en 40 días de combates que permitieron a Azerbaiyán recuperar parte del territorio que había perdido entre 1991 y 1994.

¿Cuáles son los apoyos de Armenia y Azerbaiyán?

Rusia es el mayor aliado de Armenia y mantiene una base y tropas en su territorio, pero no quiere tampoco indisponerse con Azerbaiyán pues, a raíz de las sanciones occidentales por la guerra de Ucrania, ese país se ha convertido en una de las principales vías de entrada y salida de mercancías y energía a territorio ruso. Azerbaiyán tiene como principal valedor a Turquía, un país hermano cultural y lingüísticamente. Más allá de las alianzas tradicionales, también de cara a Occidente, Bakú cuenta con la baza de su riqueza en gas y petróleo. La UE trata de presentarse en este conflicto como un mediador neutral, pero en julio cerró un acuerdo para duplicar los envíos de gas azerí. Otro aliado de Armenia, Estados Unidos, tampoco olvida el peso energético de Azerbaiyán.

¿Por qué este recrudecimiento del conflicto?

Fuentes armenias sostienen que Bakú está explotando la situación geopolítica derivada de la invasión de Ucrania, así como la debilidad mostrada por las fuerzas rusas en las últimas semanas, que hace casi inverosímil que Rusia envíe tropas al Cáucaso, pese a que el Gobierno armenio ha solicitado apoyo a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), el organismo supranacional de seguridad liderado por Moscú. Su posición como suministrador de hidrocarburos clave convierte casi en una quimera una respuesta firme de la comunidad internacional ante una ofensiva para recuperar Nagorno Karabaj.

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