Las familias pleitean por Eitan, el niño superviviente de la tragedia del teleférico en Italia
Un tribunal de Tel Aviv obliga a devolver al pequeño a la tía paterna, que vive en Pavia, tras concluir que su abuelo materno se lo llevó a Israel sin consentimiento
El domingo 23 de mayo, a las 12.02 del mediodía, la cabina del teleférico que une el lago Mayor y la montaña prealpina de Mottarone (Piamonte) a 1.490 metros de altitud sobre el nivel del mar, estaba a punto de llegar a la estación. Faltaban solo tres metros del trayecto cuando el grueso cable de acero que daba tracción al habitáculo se deshilachó y el compartimento en el que viajaban 15 turistas se deslizó hacia atrás durante 400 metros, llegando a alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora. Cuando la cabina se topó contra uno de los pilares, salió propulsada a toda velocidad hacia el aire impactando contra una ladera, donde rodó 350 metros y terminó frenada por los árboles. Todos los pasajeros, menos Eitan Moshe Biran, un niño israelí de seis años que se encontraba con sus padres, su hermana y sus bisabuelos, murieron. El pequeño despertó días más tarde en el hospital, cuando ya había comenzado una batalla por su tutela que duraría meses.
El niño se convirtió en un símbolo de aquel desafortunado accidente -el caso está en los tribunales por todas las negligencias que se cometieron- en el que perdió a toda su familia. Nadie entendió cómo logró sobrevivir aquel día ni cómo iba a superar la pérdida de toda su familia al completo cuando despertase. Pero todo el país se volcó con él y los médicos del hospital, tras haber pasado varios días en la UCI, lograron salvarle la vida. El problema es que, cuando logró salir del centro médico, Eitan ya era objeto de una pugna por su custodia entre su familia paterna, los Biran, residentes en la ciudad italiana de Pavia (norte) y la materna, los Peleg, en Tel Aviv. Su caso se había transformado también en un potencial conflicto diplomático entre Italia e Israel en el que terminó interviniendo el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio.
Eitan, que tiene la doble nacionalidad, vivía en Pavía con sus padres desde que tenía 18 días. Su familia se trasladó a este municipio lombardo porque el padre, Amit Biran, estudió medicina y estaba a punto de acabar la especialidad. Ahí residían sus amigos, iba al colegio y tenía a todo su entorno social. Muy cerca de ahí, en Travacò Siccomario, vive la hermana de Amit Biran, una médica de 41 años con dos hijas, que decidió ocuparse de él para que pudiese conservar las pocas raíces que le quedaban después del accidente. Su tía paterna pasó a ser la tutora legal tras dictaminarlo un tribunal y el pequeño comenzó a vivir con ella.
La rama de la familia que residía en Israel, sin embargo, no quedó conforme con la decisión. Protestaron y reclamaron la custodia sin éxito. Y en una de las visitas que realizaron a Italia para ver al niño, el abuelo, un exmilitar israelí, lo metió en un coche con el pretexto de ir a comprarle juguetes a un centro comercial, cruzó la frontera italiana con Suiza, y se lo llevó en un avión privado hasta Tel Aviv.
¿Quién será el tutor?
Un tribunal de Israel decretó la semana pasada que Eitan debe volver a Italia y certificó que fue secuestrado por su abuelo. “En los tiempos de visita que tenía para estar con el menor, y sin el consentimiento ni el conocimiento de su tía, condujo con el menor atravesando la frontera entre Italia y Suiza”, señalaba. La orden no es inmediata, porque cabe recurso y se espera que el abuelo se acoja a ese derecho (también tiene que pagar 22.000 euros por las costas del proceso). Pero el plan de la familia materna no tiene muchas posibilidades de prosperar porque el niño fue alejado sin consentimiento de su tutor legal de su lugar de residencia habitual.
La sentencia de este tribunal solo hace referencia al lugar donde debe vivir el niño, pero no resuelve quién será su tutor a largo plazo. Una decisión que será tomada por una corte de Milán a partir de comienzos de diciembre, pero todo hace prever que continuará bajo la custodia de su tía paterna.
El caso del teleférico sigue también abierto y sin esclarecerse completamente. Tres personas fueron detenidas por desactivar a propósito el freno de emergencia del aparato por los problemas de mantenimiento que suponía el arreglo del sistema. Dos de ellos han sido puestos en libertad provisional, pero están siendo investigados como presuntos responsables de homicidio múltiple y lesiones por negligencia.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.