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Argelia cierra su espacio aéreo a Marruecos en una escalada de la crisis diplomática entre ambos

La presidencia argelina justifica la medida por las “provocaciones y prácticas hostiles” de Rabat

Un hombre argelino sostiene un periódico con la foto del ministro de Exteriores, Ramtane Lamamram
Un hombre argelino sostiene un periódico con la foto del ministro de Exteriores, Ramtane Lamamram, en portada, el 25 de agosto, tras la ruptura de las relaciones diplomáticas con Marruecos.RYAD KRAMDI (AFP)
Francisco Peregil

Las autoridades argelinas han cerrado desde este miércoles el espacio aéreo de Argelia para todos las aeronaves civiles o militares marroquíes, “así como las que porten un número de matrícula marroquí”. El cierre del espacio aéreo supone un grado más en una crisis diplomática que no ha dejado de crecer en los últimos meses entre los dos países vecinos de España.

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Una fuente anónima de Royal Air Maroc declaró que la medida solo afecta a 15 vuelos que unen a Marruecos con Túnez, Turquía y Egipto. La misma fuente tachó su efecto de “insignificante” y añadió que los vuelos más importantes podían efectuarse a través del Mediterráneo.

La decisión fue adoptada por el Alto Consejo de Seguridad argelino, integrado por las principales autoridades civiles y militares del país. Un comunicado emitido por la presidencia argelina este miércoles por la tarde indicaba que la medida entraría en vigor con efecto inmediato. El escrito añadía que la decisión fue adoptada “en vista de la continuidad de las provocaciones y de las prácticas hostiles provenientes del lado marroquí”.

La causa que subyace en el fondo de la crisis entre los dos países es el Sáhara Occidental. El Frente Polisario declaró en noviembre de 2020 que quedaba roto el alto el fuego firmado entre esta organización y Marruecos en 1991. Desde entonces, la guerra apenas ha deparado víctimas mortales. Rabat no ha reconocido ninguna mientras Argelia ha asumido al menos cuatro bajas. Entre ellas, el jefe de la Guardia Nacional, Adaj el Bendir, de 65 años, alcanzado el pasado abril por un dron de fabricación israelí lanzado desde Marruecos, según informó el sitio digital marroquí Le Desk.

Aunque la guerra física es de muy bajo nivel, la económica no para de crecer. El ministro de Exteriores argelino, Ramtane Lamamra, anunció el pasado 24 de agosto la ruptura de relaciones diplomáticas con Marruecos. Dos días después, el ministro de Energía argelino, Mohamed Arkab, informó de que Argelia dejará de exportar gas a España a través de Marruecos. Rabat dejará así de percibir el 7% del valor del gas que pasa hacia España a través de sus territorios. Esa cifra puede oscilar entre los 50 millones de euros que recogió Marruecos en un pésimo año como 2019, hasta los 200 millones que ganó en 2014.

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Marruecos tomó un papel más activo en el conflicto del Sáhara desde que el 10 de diciembre el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Desde entonces, Rabat tensó la cuerda con España y Alemania, a la espera de que abandonaran su política de acogerse a las decisiones que se tomen en el marco de la ONU. La crisis aumentó aún más con Madrid, cuando el Gobierno español acogió en abril al secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, en un hospital de Logroño para tratarse de covid-19.

Argelia, que ha visto cómo ha ido perdiendo terreno diplomático en la ONU respecto al conflicto del Sáhara, ha decidido adoptar medidas que apuntan a una de los sectores clave de Marruecos, como es el turismo. La compañía estatal Royal Air Maroc (RAM) es clave para el desarrollo turístico del país.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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