Muere el dibujante danés autor de las caricaturas de Mahoma que desataron las protestas en el mundo musulmán en 2006
Kurt Westergaard ha fallecido a los 86 años tras una larga enfermedad, según su familia
El dibujante danés Kurt Westergaard, autor de una controvertida caricatura del profeta Mahoma que desató sangrientas protestas en el mundo islámico, ha fallecido a los 86 años después de sufrir una larga enfermedad, según informaron fuentes de la familia al diario Berlingske de Copenhague. Westergaard fue el creador de una de las 12 caricaturas de Mahoma publicadas en 2006 en el diario danés Jyllands-Posten. La suya fue la más controvertida y presentaba al profeta con una bomba como turbante.
“Kurt Westergaard fue el dibujante de Dinamarca que estuvo más cerca de pagar el precio más alto por su libertad de expresión, la libertad de expresión de Dinamarca y la libertad de expresión de Jyllands-Posten. Debemos recordarlo y honrarlo, y envío mi más sentido pésame a su familia“, ha dicho este lunes el director de ese medio, Jacob Nybroe, quien no conocía personalmente al dibujante.
Las imágenes del profeta Mahoma son tabú en la tradición islámica y muchos musulmanes consideraron las caricaturas extremada y deliberadamente ofensivas. Su dibujo desató la ira en múltiples países de mayoría musulmana, así como violentas protestas contra Dinamarca y el boicoteo a los productos daneses. Muchas embajadas del país escandinavo también fueron atacadas a raíz de la publicación de esa imagen. Pese a todo el revuelo generado en el mundo entero, en 2008 Westergaard dijo que no se arrepentía de su dibujo, según unas declaraciones que hizo él mismo a Reuters y que este lunes recoge la cadena británica BBC. “Lo haría de nuevo, porque creo que esta crisis de las caricaturas de alguna manera es un catalizador que está intensificando la adaptación del islam”, dijo. “Estamos discutiendo las dos culturas, las dos religiones como nunca antes y eso es importante”, declaró.
Nybroe escribe este lunes sobre Westergaard y sus dibujos: “Creo que es seguro decir que él, como nadie más, nunca hubiera imaginado que las consecuencias serían tan severas. Dicho esto, dio en el clavo. Después de todo, era una discusión que se podía tener acerca de las opiniones de los extremistas sobre la libertad de expresión. Ese concepto cubre a los islamistas, pero también a todo tipo de organizaciones “.
De hecho, la controvertida caricatura fue publicada inicialmente en 2006 y reproducida de nuevo por la publicación satírica francesa Charlie Hebdo en 2012. Tres años después, se produjo el atentado contra la redacción de ese semanario parisino, en el que murieron 12 personas, incluidos varios destacados dibujantes.
Westergaard empezó a trabajar como dibujante del Jyllands-Posten en la década de los ochenta. En los últimos años vivía retirado y bajo protección policial, ya que sufría numerosas amenazas a cuenta de sus caricaturas. La vigilancia del dibujante se reforzó a raíz del intento de atentado sufrido en 2010, cuando la policía detuvo a un somalí que irrumpió armado con un hacha en su casa. El dibujante se zafó del ataque al refugiarse en el baño y su agresor fue condenado posteriormente a 10 años de cárcel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.