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Las autoridades afganas elevan a 85 los muertos en el atentado contra una escuela de niñas en Kabul

Un portavoz del Ministerio de Interior califica el incidente de “terrorista”, pero hay confusión sobre el objetivo

Un grupo de personas se concentran en el lugar donde estalló un coche cerca de un colegio de niñas en Kabul.
Un grupo de personas se concentran en el lugar donde estalló un coche cerca de un colegio de niñas en Kabul.STRINGER (Reuters)
Ángeles Espinosa

Las familias comenzaron a enterrar este domingo a las víctimas del ataque múltiple perpetrado en las proximidades de una escuela para niñas en Kabul, que causó al menos 85 muertos, la mayoría alumnas de la escuela, y decenas de heridos. El portavoz del Ministerio del Interior afgano, Tariq Arian, calificó lo ocurrido de “incidente terrorista”. Todavía quedan incógnitas por despejar. Se desconoce la motivación y el objetivo exacto del ataque. De momento ningún grupo se ha atribuido la autoría. El presidente afgano, Ashraf Ghani, responsabilizó de inmediato a los talibanes, que se apresuraron a condenar el ataque.

El barrio de Dasht-e Barchi, en el oeste de la capital afgana, se vio sacudido a primera hora de la tarde del sábado por al menos tres explosiones, según los medios locales. Se trata de un barrio pobre habitado sobre todo por chiíes que ya antes ha sido objeto de numerosos atentados del grupo filial del Estado Islámico en el país, conocido como Estado Islámico Khorasan. El momento del ataque ha coincidido con la salida de clase de las alumnas del instituto de enseñanza secundaria Sayed-ul-Shuhada y con las compras de última hora antes de la ruptura del ayuno del Ramadán, por lo que la zona estaba especialmente concurrida.

“Desafortunadamente, como resultado del incidente terrorista de esta tarde en Kabul, ha habido 25 mártires [sic] y 52 heridos han sido evacuados hasta ahora, todos compatriotas civiles, pero estas cifras pueden cambiar”, tuiteó en un primer momento Arian. Poco después, él mismo elevaba a 30 los muertos durante una comparecencia ante la prensa, pero la agencia Reuters hablaba de 55 muertos y 150 heridos, citando de forma anónima a un alto funcionario del propio Ministerio del Interior. La cifra de fallecidos aumentó este lunes a 85, según Muhammad Hedayat, portavoz del vicepresidente segundo, Sarwar Danish.

En medio del caos inicial para intentar rescatar a las víctimas, ha habido cierta confusión sobre el origen de los ataques. “Un coche bomba ha estallado primero, y luego ha habido dos explosiones más cerca de la escuela femenina”, ha declarado un maestro a la cadena de televisión ToloNews. La misma persona añadió que la mayoría de las víctimas eran niñas. Sin embargo, otras fuentes aseguraban que los estallidos fueron causados por tres cohetes.

Como empieza a hacerse habitual cada vez que hay un atentado con gran número de víctimas civiles, ningún grupo se ha responsabilizado del ataque. El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, no solo ha condenado la explosión, sino que ha acusado al Gobierno afgano de estar detrás. “Estas acciones son obra de siniestros círculos que operan en el nombre de Daesh bajo la cobertura de los servicios secretos de la Administración de Kabul”, ha tuiteado utilizando el acrónimo árabe del Estado Islámico.

En un comunicado difundido por su oficina, el presidente Ghani le ha devuelto la acusación poco después. “Los talibanes, al aumentar su guerra y su violencia ilegítima, han mostrado una vez más que no solo son reacios a resolver la actual crisis de forma pacífica, sino que [prefieren] complicar la situación”, afirma en el texto.

Los talibanes y el Gobierno afgano se acusan mutuamente de bloquear las conversaciones de Doha, con las que Estados Unidos intentaba que llegaran a un arreglo político antes de la retirada de sus tropas (que el acuerdo firmado por la Administración de Trump con la guerrilla fijaba para el pasado 1 de mayo). En vísperas de que acabara ese plazo, el presidente Joe Biden anunció que todos los soldados estadounidenses saldrían de Afganistán antes del 11 de septiembre, cuando se cumplen 20 años de los atentados que llevaron a Washington a intervenir en ese país asiático.

Desde entonces, Kabul se encuentra en alerta y los responsables afganos aseguran que los talibanes han aumentado sus ataques y lanzado una ofensiva generalizada. Los ciudadanos, por su parte, temen que, sin la protección de las tropas extranjeras, las fuerzas de seguridad no sean capaces de frenar a los talibanes y se desate una nueva guerra civil.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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