La propaganda rusa elige a Alemania como diana
La UE detecta un aumento de los casos de desinformación originados en Moscú tras el paso de Navalni por Berlín
Alemania es el país de la Unión Europea que más ataques rusos en forma de campañas de desinformación recibe, según una investigación del Servicio de Acción Exterior de la UE (EEAS, en sus siglas en inglés) publicada esta semana. Los ejemplos se han multiplicado en los últimos meses, probablemente en respuesta al papel que ha jugado el país europeo en el caso del opositor ruso Alexéi Navalni y a las sanciones que ha impuesto la Unión Europa a miembros del Gobierno ruso próximos a Vladímir Putin, explican a EL PAÍS fuentes conocedoras del trabajo. Navalni fue envenenado en Siberia en agosto de 2020 y trasladado a Alemania en coma, donde se trató hasta recuperarse.
“Ningún otro Estado miembro de la UE es atacado más ferozmente que Alemania”, señalan en un artículo los responsables de EUvsDisinfo, un proyecto del EEAS que mantiene una base de datos que se va alimentando semanalmente con ejemplos de falsedades o noticias manipuladas. Desde que se puso en marcha este proyecto, a finales de 2015, Alemania ha sido objeto de desinformación rusa, con más de 700 ataques, frente a los más de 300 registrados contra Francia, 170 referidos a Italia y 40 sobre España. El artículo habla de una “campaña sistemática contra Alemania”, tanto a nivel político como por parte de medios de comunicación cercanos al Kremlin. El equipo del EEAS que se centra en la desinformación usa técnicas de análisis de datos para vigilar lo que publican estos medios en 15 idiomas.
Una de estas plataformas, RT, está en el punto de mira de los servicios secretos internos alemanes, según publicó hace unos días el semanario alemán Der Spiegel. La Oficina para la Protección de la Constitución asegura, según esta publicación, que RT intenta socavar la confianza en las instituciones democráticas diseminando propaganda financiada por el Kremlin desde 2014. RT, antes llamada Russia Today, suele dar voz a representantes del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y a portavoces del movimiento negacionista Querdenken, que se opone a las medidas restrictivas contra el coronavirus y propaga teorías conspirativas. La agencia considera que las noticias de RT forman parte de la campaña de desinformación orquestada por Rusia.
El tabloide Bild, el periódico más leído de Alemania, publicó este lunes una investigación según la cual los periodistas de RT en Alemania habían recibido instrucciones para espiar a Alexéi Navalni y sus colaboradores mientras el disidente estuvo ingresado en un hospital de Berlín. Bild muestra chats en los que se dan pautas para que los reporteros intenten colarse en el centro médico y aporta dos testimonios de antiguos trabajadores. RT anunció que se va a querellar contra el tabloide por sus “absurdas” acusaciones.
Cada cierto tiempo la prensa alemana recopila ejemplos, algunos muy burdos, de noticias falsas o manipuladas que RT y otras plataformas financiadas por el Kremlin diseminan para los lectores rusos y alemanes. Uno de los más conocidos fue el caso Lisa, en 2016. Una niña de 13 años ruso-alemana se escapó de su casa de Berlín durante un día. Al día siguiente se extendió el rumor de que había sido secuestrada y violada por tres refugiados de Oriente Próximo. Los medios estatales rusos difundieron la noticia y acusaron al Gobierno alemán durante días de encubrir el caso. Y ello pese a que la Policía descartó el ataque enseguida y la propia niña reconoció que se había marchado voluntariamente y no había sido agredida. El relato provocó incluso manifestaciones contra la política de inmigración alemana.
Son ataques contra Alemania que ha recopilado el proyecto EUvsDisinfo y que están generalmente coordinados, explican las fuentes consultadas: aparecen al mismo tiempo en distintos medios de comunicación y, con diferencias en el estilo o incluso en los hechos que relatan, hilan una misma narrativa. No hace falta que sean noticias completamente falsas; muchas veces “incluyen las llamadas falsas narrativas, o historias con informaciones parcialmente correctas que obvian otras para trasladar un mensaje sesgado”, explica Wolf J. Schühemann, profesor de Ciencia Política e Internet en la Universidad de Hildesheim. “Hay una larga tradición de este tipo de operaciones informativas de los servicios secretos rusos o de los medios estatales”, añade. Cuando en 2018 el exespía Skripal y su hija fueron envenenados, una de estas campañas consistió en publicar muchas versiones o interpretaciones distintas de lo sucedido con el objetivo de confundir. “Muchas veces la estrategia consiste simplemente en sembrar la duda”, señala Schühemann.
Los medios financiados por el Kremlin tienen ambiciosos planes de expansión en Alemania y el Estado ruso prevé inyectar más de 550 millones en RT y Sputnik en los próximos cuatro años, según recoge el artículo del Servicio de Acción Exterior de la UE. Hace unos días se publicó que Commerzbank había congelado las cuentas bancarias de las empresas relacionadas con RT en Alemania, noticia que aprovecharon los medios rusos para volver a enarbolar acusaciones de “rusofobia”.
RT asegura que los problemas bancarios y los artículos de Bild y Der Spiegel son maniobras relacionadas con su intención de ampliar sus actividades en Alemania, informa María R. Sahuquillo. El medio de comunicación vinculado al Kremlin ha apuntado en un editorial que tratan de impedir que haga su trabajo periodístico. Mientras, el Ministerio de Exeriores ruso ha asegurado que RT está siendo sometida a “presiones políticas” y ha advertido que tomará medidas. “Consideramos inaceptable una actitud tan abiertamente hostil de los socios extranjeros hacia los medios de comunicación, en particular los rusos. Realizan sus legítimas actividades profesionales en el extranjero”, dijo hace unos días María Zajárova, portavoz de Exteriores. “Consideramos que los pasos para cerrar las cuentas [bancarias] de las agencias de noticias rusas son un elemento de presión política sobre los periodistas y una violación evidente de la obligación de Alemania de garantizar la libertad de expresión y los medios de comunicación“, añadió. Senadores y diputados rusos han cargado contra Alemania y han insistido en que hay en marcha una “nueva campaña antirrusa”.
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