Bruselas pide restablecer los vuelos con el Reino Unido y reabrir el transporte de mercancías
La Comisión advierte que la posible imposición de test a los camioneros no debe provocar una perturbación del tráfico rodado
La Comisión Europea ha pedido este martes que se anulen las prohibiciones adoptadas por varios países a los vuelos procedentes del Reino Unido. El organismo comunitario recomienda que se limiten los viajes no esenciales con destino o procedencia en la isla, pero recuerda que, en principio, los Estados miembros no pueden negar la entrada de manera generalizada a ciudadanos de la UE (los británicos lo son hasta el 31 de diciembre) y que tampoco se pueden adoptar suspensiones generalizadas del transporte aéreo o ferroviario.
Las directrices de la Comisión llegan en forma de recomendación, un texto legal aprobado solo 48 horas después de que el Gobierno británico de Boris Johnson adoptara medidas ante la aparición de una nueva variante del virus que provoca la covid-19 y que una cascada de socios comunitarios, con los Países Bajos y Francia al frente, cortasen el tráfico con el país vecino. París ha cerrado el paso a camiones, barcos y trenes procedentes del Reino Unido, lo que ha provocado colas kilométricas de vehículos en el lado británico del canal de la Mancha.
La recomendación de la Comisión reclama que se apliquen las normas europeas y que “se cancele la prohibición de servicios de transporte, tales como los vetos a vuelos o a trenes”. El organismo comunitario también pide que se mantenga la normalidad del transporte de mercancías, tanto por vía rodada como por aire. Y recuerda que la fluidez es particularmente importante en estos momentos con vistas a la distribución de la vacuna contra la covid-19.
La Comisión también señala que el personal de todas las empresas de transporte, ya sean de camiones, ferrocarril, barcos o aviones, debe estar exento de las obligaciones de realizar test o cuarentenas. Sin mencionar a Francia, que mantiene cerrada la orilla continental del canal de La Mancha, la recomendación señala que en el caso de que algún país decida en los próximos días imponer un test rápido a los trabajadores del transporte podrá hacerlo, pero “no deberá provocar una perturbación del transporte”.
El Gobierno francés de Emmanuel Macron estudia la imposición de esos test como vía para acabar con el atasco de camiones que ha provocado el cierre de fronteras en Dover, el punto de entrada al túnel del canal de la Mancha en el lado británico. El sector ha advertido que la obligación de hacer un test a cada camionero podría prolongar los kilométricos atascos durante días o semanas. Y podrían agravarse a partir del 1 de enero, cuando el Reino Unido abandona el mercado interior europeo y la unión aduanera, lo que llevará a un incremento de los trámites necesarios para el cruce de fronteras.
“Con esta recomendación ofrecemos claridad sobre cómo mantener la conectividad y garantizar la continuidad de los servicios de transporte tras la aparición de una nueva variante del virus”, ha indicado la comisaria europea de Transportes, Adina Välean, quien cree que “es crucial” que los trabajadores del sector del transporte queden exentos de cualquier medida restrictiva, como cuarentenas o test.
La Comisión señala en su texto que los ciudadanos europeos o extracomunitarios con permiso de residencia tienen siempre derecho a desplazarse para regresar a su país de origen o de residencia, al igual que sus familiares. Se les podrá obligar, eso sí, a realizar un test antes de iniciar el viaje o a permanecer en cuarentena en el país destino durante 10 días y acreditar una prueba PCR negativa después de ese período.
También debe franquearse el paso en todo momento, según la Comisión, a las personas que desempeñan puestos de trabajo considerados esenciales. En este caso, se les podrá imponer la realización de una prueba PCR pero no la de guardar cuarentena.
“Dada la situación y de manera preventiva, los Estados miembros deben tomar medidas coordinadas para desincentivar los viajes no esenciales entre el Reino Unido y la UE”, ha señalado el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders. “Al mismo tiempo, las prohibiciones totales no deben impedir que miles de ciudadanos de la UE y del Reino Unido regresen a sus casas”.
La Recomendación de la Comisión es de aplicación al menos hasta el 31 de diciembre, fecha en que termina el período transitorio de la salida del Reino Unido de la UE. A partir del 1 de enero, el antiguo socio pasa a ser un país tercero más. Y salvo que haya un acuerdo entre las dos partes o que la UE incluya al Reino Unido en la lista de países seguros, los ciudadanos británicos tendrán prohibida la entrada en territorio comunitario salvo en casos esenciales.
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