La Fiscalía venezolana acusa de conspiración y terrorismo al periodista Roland Carreño
El colaborador de Leopoldo López fue detenido sin órdenes judiciales y estuvo desaparecido por un día. La Fiscalía venezolana lo señala como operador financiero de “actividades terroristas”
Tras la fuga de Leopoldo López, el prisionero político más emblemático del chavismo, el Gobierno venezolano se ha cebado con el periodista y popular presentador Roland Carreño, militante del partido Voluntad Popular y colaborador cercano del político. La Fiscalía venezolana le ha imputado este jueves los cargos de conspiración, financiamiento del terrorismo y tráfico ilícito de armas de guerra. Carreño fue detenido el domingo en un vehículo del cual los funcionarios incautaron, según su versión, un fusil y 12.000 dólares en efectivo. Carreño estuvo desaparecido por 24 horas, sin contacto con familiares ni abogados, y fue presentado ante tribunales la noche del miércoles.
El Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el chavismo, acusa a Carreño de ser el encargado de “realizar los pagos de logística de grupos terroristas que intentan desestabilizar el orden interno y suspender las elecciones parlamentarias” del próximo 6 de diciembre. También lo señalan como parte de la logística empleada en el plan de fuga de López desde la embajada de España en Caracas, donde estuvo resguardado 18 meses. El fiscal general, Tarek William Saab, ha añadido este miércoles que, según documentos encontrados en la residencia del periodista y en su teléfono celular, el militante era el operador financiero de varios partidos políticos en Venezuela, de los del llamado G4 (Voluntad Popular —el suyo—, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo). “Uno de los documentos encontrados detalla la distribución entre cuatro partidos políticos de una cifra de 8,5 millones de dólares entregados cada seis meses por la Fundación Simón Bolívar de Citgo”. Saab se refiere a una fundación que provee ayudas médicas que pertenece a la filial de PDVSA en Estados Unidos, cuyos activos pasaron en marzo de 2019 al control del Gobierno interino de Juan Guaidó como parte del respaldo que ha dado Washington a la transición política que impulsa la oposición.
“Roland Carreño es el principal operador financiero de Voluntad Popular, una facción política que se ha dedicado desde 2014 a promover actos violentos como la quema de personas e instituciones, el uso reprochable de menores de edad en actos de violencia en los que han fallecido venezolanos”, dijo el funcionario, que agregó que en el maletín del periodismo había listas de personas y rutas hacia Colombia, indicios de que habría organizado la fuga de López.
Saab había presentado en junio ante el Tribunal Supremo de Justicia una solicitud de declarar como una organización terrorista al partido fundado por López, que igualmente tiene desde antes una inhabilitación para funcionar y su directiva fue sustituida discrecionalmente, dando sus riendas a dirigentes afines con el Gobierno, algo que también ha ocurrido con otros partidos opositores como Acción Democrática y Primero Justicia.
Los procedimientos indebidos, las supuestas evidencias, las versiones sobre lo ocurrido e incluso los tribunales que actúan guardan similitud con otras detenciones que se han hecho de opositores a Nicolás Maduro, soportadas en la reiterada narrativa del ataque de un enemigo externo. También son parte de la llamada “puerta giratoria” de los presos políticos en Venezuela, que han denunciado organizaciones de derechos humanos. En este caso se repiten patrones como los de las detenciones de Roberto Marrero, jefe del despacho de Guaidó, y del diputado Gilber Caro, ambos de Voluntad Popular, que fueron liberados entre el centenar de indultos otorgados por Maduro en agosto.
La persecución y las detenciones arbitrarias de opositores por parte del Gobierno de Nicolás Maduro han sido denunciadas en los informes de la Alta Comisionada de Naciones Unidos y en otro más reciente, elaborado por la Misión de Determinación de los Hechos. “Me preocupa el patrón de detenciones arbitrarias, violaciones al debido proceso, así como alegaciones de torturas y desapariciones forzadas en los primeros días de detención”, dijo Michelle Bachelet en julio.
Sobre el caso de Carreño, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exigió a las autoridades venezolanas “información completa sobre el paradero y el estado de salud” de Carreño. “La CIDH y su Relatoría Especial para la Libertad Expresión consideran que la situación de Roland Carreño es de extrema gravedad e invitan a la comunidad internacional a prestar especial atención a este caso”, subrayó la institución con sede en Washington.
Desde el 30 de abril de 2019 López estuvo refugiado en la Embajada de España en Caracas, luego de que logró escapar del arresto domiciliario durante un fallido alzamiento militar contra Maduro. En 2014 fue encarcelado y un año después fue sentenciado a 14 años de prisión, acusado de instar a la violencia con su discurso durante la jornada de protestas antigubernamentales de ese año. Pasó tres años en la cárcel militar de Ramo Verde. El viernes pasado escapó de la residencia diplomática y llegó a Madrid, donde fue recibido por Pedro Sánchez en la sede del PSOE y tuvo una concurrida comparecencia ante la prensa. Luego de esto, Maduro acusó directamente al embajador Jesús Silva —que pasa sus últimos días en Venezuela luego de haber sido relevado en septiembre—de haber facilitado la fuga y negociado la llegada a España del líder opositor.
Carreño por años fue periodista de espectáculos, de crónicas sociales y crítico de moda en el diario El Nacional. Dirigió las ediciones venezolanas de las revistas Look Caras y ¡Hola! Además tuvo un popular programa de televisión en el canal Globovisión, cuando este era crítico con el Gobierno. Muy cercano a López y su familia, desde 2009 se vinculó a la fundación y la militancia en Voluntad Popular.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.