Trump defiende al joven acusado de dos homicidios en los disturbios de Kenosha

Donald Trump ha defendido este lunes al joven de 17 años acusado de matar a dos personas y herir a una tercera con un fusil de asalto durante los disturbios registrados la semana pasada en Kenosha (Wisconsin). Los manifestantes, según el presidente, habrían matado al joven Kyle Rittenhouse si este no hubiera abierto fuego.

Rittenhouse, seguidor del presidente, según se refleja en su actividad en las redes sociales, acudió a Kenosha desde la localidad vecina de Antioch (Illinois) después de que milicias ciudadanas llamaran a la movilización de personas armadas para ayudar a la policía a poner orden en los disturbios. Las protestas pacíficas contra la violencia policial, después de que el domingo 23 de agosto un agente disparara repetidamente por la espalda al afroamericano Jacob Blake, degeneraron las primeras noches en saqueos y actos vandálicos. Rittenhouse acudió con un fusil de asalto de tipo militar, a pesar de no tener edad para adquirirlo legalmente, y en diversos vídeos se le ve junto a otros ciudadanos armados y recibiendo el agradecimiento de agentes de policía. En un altercado con manifestantes, el joven acabó disparando contra tres y enfrenta seis delitos, entre ellos uno de homicidio imprudente, otro de homicidio doloso y otro más de tentativa de homicidio.

“Estaba intentando escapar de ellos. Entonces se cayó y le atacaron muy violentamente”, ha dicho Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. “Creo que estaba en verdaderos problemas. Probablemente le habrían matado”.

Este martes el presidente tiene previsto visitar Kenosha. Según Kayleigh McEnany, portavoz de la Casa Blanca, planea evaluar los daños causados y reunirse con empresarios. Trump ha dicho que no se reunirá con familiares de Blake. Hace cuatro años Trump fue el primer presidente republicano en 44 años en ganar en el condado de Kenosha, y se impuso en Wisconsin por apenas 23.000 votos, por lo que el Estado puede ser importante en las elecciones del 3 de noviembre.

Deseoso de desviar la atención de la pandemia del coronavirus, Trump ha puesto el foco de su campaña en las últimas semanas en un mensaje de “ley y orden”, acusando a los demócratas de connivencia con los alborotadores que han aprovechado las protestas pacíficas que han recorrido el país este verano tras la muerte a manos de la policía del afroamericano George Floyd, a finales de mayo en Minneapolis, para sembrar el caos en algunas ciudades.

El candidato demócrata, Joe Biden, ha contraatacado este lunes con un discurso en el que ha acusado a Trump de haber fomentado la violencia durante años. “Este presidente renunció hace tiempo a cualquier liderazgo moral en este país. No puede parar la violencia porque la ha fomentado durante años”, ha dicho.

El lunes por la noche, tras las declaraciones de Trump en la Casa Blanca, Biden ha publicado un comunicado. “Esta noche, el presidente ha rechazado condenar la violencia. Ni siquiera ha repudiado a uno de sus seguidores acusado de asesinato por sus ataques a otros. Es demasiado débil, tiene demasiado miedo del odio que ha provocado como para ponerle fin”, ha dicho.