Los estudiantes bielorrusos claman contra Lukashenko
Decenas de detenidos en una marcha de universitarios en Minsk para reclamar democracia y nuevas elecciones
Miles de estudiantes, la mayoría universitarios, han salido a las calles de Minsk este martes para exigir democracia en Bielorrusia y clamar contra Aleksandr Lukashenko. En el primer día de curso, la movilización ha llegado a las aulas, donde han convocado huelgas. Decenas de estudiantes han sido arrestados en el centro de Minsk, e incluso en el patio de algunos liceos o universidades, donde se concentraban para protestar contra el fraude electoral en las pasadas elecciones del 9 de agosto. La mayoría han sido liberados ya.
“No podemos volver a las aulas y formar parte de un sistema que ha ayudado a robar las voces de la ciudadanía bielorrusa”, reclamaba Boris Borzunov, de 20 años. En Bielorrusia, en muchos lugares son los profesores o directores de las escuelas quienes forman parte de las comisiones que controlan el desarrollo de la votación de los colegios electorales y firman las actas. Ahora, tras las denuncias de fraude electoral masivo, el foco está también en quienes lo han permitido, señala Borzunov.
A la protesta educativa se han unido las llamadas a los padres para que boicoteen las actividades escolares y se nieguen a aportar los pequeños pagos que se acostumbran a hacer en las escuelas bielorrusas para sufragar algún elemento nuevo o reparaciones. A la indignación por el fraude electoral y la represión policial se une el rechazo por parte de algunos padres de la vuelta a las clases en medio de la pandemia de coronavirus sin ninguna medida especial.
Mientras, el líder autoritario ha visitado una escuela de formación profesional en Baránovichi, en el suroeste del país, y ha tratado de quitar importancia a las movilizaciones históricas que vive Bielorrusia y de echar por tierra las demandas estudiantiles: “Encendieron sus Iphone, sus móviles, y están todo el día pegados a ellos. Una parte de nuestra gente está atrapada en ese mundo virtual. A diferencia de ellos hay quienes optan por vivir en un mundo real”, dijo Lukashenko.
El líder bielorruso, que defiende que las presidenciales con la que reclama su sexto mandato fueron limpias, plantea hacer una reforma constitucional que se sometería a “consulta pública”. Se ha negado a debatir sobre ello con la oposición aunque ha afirmado que podría hacerlo con los trabajadores de las fábricas y compañías estatales y con los estudiantes. Sin embargo, este martes no ha atendido a ninguna de sus reclamaciones.
“¡Creemos, podemos, venceremos!”, “¡dimisión!”, clamaban los estudiantes, que marchaban hasta el Ministerio de Educación, tratando de sortear los cordones policiales que rodeaban el corazón de la capital bielorrusa.
Cuando el movimiento cívico trata de mantener la presión con movilizaciones constantes contar Lukashenko, a pesar de las amenazas y de la cada vez más destacada presión policial, dos de las grandes plantas industriales que sustentan la economía bielorrusa se han sumado a las protestas este martes. Incluso en el parque tecnológico de Minsk, a las afueras de la capital, se han producido movilizaciones. Lukashenko volvió a amenazar con represalias: “El verano agitado terminó”.
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