‘Charlie Hebdo’, claves de un juicio excepcional
Este miércoles comienza en París el proceso por los atentados contra la revista satírica y un supermercado judío en enero de 2015 que iniciaron la mayor oleada de ataques islamistas que ha vivido Francia
‘El proceso por los atentados de enero de 2015 contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo, el asesinato de una policía municipal y contra el supermercado judío parisino Hyper Cacher que comienza este miércoles en el palacio de justicia de París es “histórico”, coinciden abogados, observadores y medios franceses. Un calificativo que, por una vez, no es exagerado. Por su tamaño, características e implicaciones, el juicio, que durará 49 días, marcará un antes y un después en un país que desde los ataques yihadistas de hace cinco años no ha vuelto a ser el mismo. A continuación, las claves del “juicio Charlie Hebdo”
Un juicio para la historia
Por un lado, está su volumen: ante el tribunal especial de cinco jueces que deberán analizar 171 tomos de procedimiento contra 14 acusados pasarán, durante los 49 días de audiencias, 144 testigos y 14 expertos llamados por los dos fiscales antiterroristas y los 94 abogados que representan a las 200 partes formadas en acusación particular. Todo ello seguido por unos 90 medios nacionales e internacionales acreditados. El fallo ha sido fijado para el 10 de noviembre.
Pero si es histórico el juicio es, precisamente, porque ha habido una voluntad clara de que este no quede perdido entre otros miles de tomos de sentencias. El juicio será filmado y guardado en los Archivos Nacionales, convirtiéndose en el primero en materia terrorista y solo el decimosegundo que tiene este trato diferenciado en Francia. Una decisión tomada por la “repercusión y emoción” que suscitaron los atentados que “superaron ampliamente las fronteras” y “marcaron profundamente la historia del terrorismo nacional e internacional”, según el decreto que permite la filmación, que solo estará disponible cuando pasen 50 años. En los 35 años que han pasado desde la ley que permitió en Francia, a imagen de lo sucedido con los juicios de Núremberg, la filmación de procesos, los únicos grabados habían sido los de criminales de guerra como el nazi Klaus Barbie en 1987 o Maurice Papon 10 años más tarde, juicios por el genocidio tutsi o el de diciembre de 2010 contra 10 antiguos agentes del régimen del chileno Augusto Pinochet, condenados por el homicidio de cuatro franceses durante la dictadura.
“Es un proceso que va a ser filmado para la historia, para la conciencia, para la memoria colectiva. Es importante que sea filmado para que las generaciones futuras se acuerden de que en 2015, unos seres humanos cometieron actos inhumanos contra gente que gozaba de su libertad de expresión y de religión”, subraya Samia Maktouf, abogada de una de las víctimas del Hyper Cacher.
14 acusados no tan secundarios
Ninguno de los autores materiales de los atentados, los hermanos Chérif y Said Kouachi que perpetraron la masacre en Charlie Hebdo y su compinche Amedy Coulibaly, que mató a una policía antes de asaltar el supermercado judío, están vivos. Los 14 acusados del “juicio Charlie Hebdo” son “segundos cuchillos”, 13 hombres y una mujer, Hayat Boumeddiene, pareja de Coulibaly, acusados de participar en una organización terrorista criminal y por distintos grados de complicidad, apoyo logístico, financiero o material. Afrontan penas que van desde la cadena perpetua a condenas de 10 y 20 años de cárcel. Solo se sentarán en el banquillo 11 de los acusados, ya que Boumeddiene y otros dos procesados, Mehdi y Mohammed Belhoucine, huyeron unos días antes de los atentados hacia la región sirio-iraquí. Se sospecha que los hermanos Belhoucine han muerto, pero este extremo sigue sin ser confirmado. La primavera pasada, otra yihadista retornada a Francia aseguró haber visto en octubre de 2019 a Boumeddiene en el campo de Al-Hol, donde vivía bajo una identidad falsa. Su paradero actual sigue siendo desconocido.
A pesar de no haber apretado el gatillo, los abogados de la acusación civil defienden la importancia de que responda ante la justicia. “No son acusados por sustitución, fueron los que permitieron que los crímenes fueran posibles”, afirma Patrick Klugman, que representa a víctimas del Hyper Cacher.
Las víctimas, presentes y ausentes
Están los muertos, 17 en los tres días fatales de ataques, pero también los heridos y otros supervivientes. Muchos de ellos asistirán al juicio, incluso en calidad de testigos. Algo que no ha sido fácil para ninguno. Víctimas de Charlie como Riss, su actual director, que resultó herido grave, o el también periodista Philippe Lançon, al que una bala le destrozó la mandíbula, han afrontado los fantasmas que aún los persiguen en sendos libros sobre ese “minuto y 49 segundos” —el título de Riss— en el que sus vidas cambiaron para siempre. Aunque las víctimas del supermercado judío han tenido una menor exposición mediática, su vida también dio un giro para siempre. “Ninguno de mis clientes ha podido volver a una vida normal. Están mal, e incluso diría algo sorprendente, están peor hoy que el día de los hechos porque han sido víctimas del olvido”, asegura el abogado Klugman. Según denunció en una entrevista con corresponsales europeos, “tienen la sensación de haber sido víctimas dos veces, la primera por lo que vivieron y la segunda porque todo el mundo ha olvidado lo que vivieron. Algunos han abandonado Francia, la mayoría se mudó porque no podían seguir viviendo cerca del supermercado”.
Francia, cinco años bajo la amenaza terrorista
Los atentados de enero de 2015 desataron una oleada de ataques yihadistas que han dejado ya más de 250 muertos. Aunque la derrota del Estado Islámico (ISIS) en Siria ha dejado a esta organización terrorista, una de las principales amenazas para Occidente, debilitada, “el riesgo terrorista de origen suní sigue siendo la principal amenaza” en Francia, donde “la amenaza terrorista continúa a un nivel extremadamente elevado”, advirtió en vísperas del juicio el ministro del Interior, Gérald Darmanin. Desde 2017, se han cometido 10 ataques en Francia que han provocado la muerte de 20 personas. Y el balance podría haber sido peor: según reveló Darmanin, desde 2013, se han frustrado 61 atentados, 32 de ellos en los últimos tres años, el último a comienzos de este 2020. Actualmente, 8.132 personas figuran en los ficheros policiales de Francia de presuntos radicales islamistas considerados como una potencial amenaza a la seguridad.
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