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Cinco claves para entender la victoria de Boris Johnson en las elecciones de Reino Unido

El apoyo a los conservadores por parte de la clase trabajadora del centro y norte de Inglaterra y la caída del voto laborista explican el éxito arrollador de los 'tories'

El partido conservador británico ha conseguido su mayor victoria en Westminster desde la era de Margaret Thatcher. El voto de la clase trabajadora del centro y norte de Inglaterra, tradicionales feudos laboristas que esta vez han votado por Boris Johnson, es esencial para entender el gran respaldo al futuro Gobierno. Con esta sólida mayoría absoluta (debida al derrumbe del partido de Jeremy Corbyn), está claro por primera vez desde el referéndum de 2016 que el Reino Unido saldrá de la UE.

Estas son las principales claves:

Voto popular frente a escaños

Los tories han conseguido un 43,6% de los votos, el mayor nivel desde 1979, pero en realidad apenas es un punto porcentual más que en 2017. ¿Cómo es posible que esa diferencia mínima se haya traducido en 48 diputados más? Básicamente por la sangría de votantes del laborismo, que ha obtenido un 32,2% de los votos, casi ocho puntos menos. Después, es el sistema electoral británico (el llamado first-past-the-post) el que consolida esta tendencia a la baja: en cada una de las 650 circunscripciones gana el escaño el candidato que ha obtenido más votos, aunque sea por una diferencia de uno. El resto no consigue nada, lo que produce rápidos trasvases de escaños.

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Clase trabajadora frente a clase media

Territorios que tradicionalmente han votado al partido de Jeremy Corbyn, mayoritariamente partidarios del Brexit, se han decantado por los conservadores. El partido de Johnson creció cuatro puntos en las circunscripciones del centro y norte de Inglaterra, antiguas zonas mineras e industriales, pero bajó un punto en Londres y el sureste del país. En estas zonas más urbanas, en cambio, los laboristas han conseguido parar la caída (seis puntos menos), frente a la debacle del norte (entre 12 y 13 puntos en el noroeste y en Yorkshire).

El impacto del Brexit

La salida de la UE ha sido una de las claves que explica la victoria conservadora. La BBC publicaba este viernes datos muy claros que indican que los tories se han convertido en el partido favorito de los euroescépticos. Por una parte, la formación de Johnson ha ganado terreno (un 6% más) entre los votantes que apoyaron el Brexit, y pierde apoyos (casi tres puntos) entre los que apoyaron la permanencia. En cambio, los laboristas pierden en todos los casos, pero especialmente entre los brexiters (más de 10 puntos).

La incógnita territorial: Escocia e Irlanda del Norte

El Reino Unido se encamina a un choque constitucional en Escocia, donde la arrolladora victoria del Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), que consigue 48 de los 59 escaños atribuidos a este territorio, va a impulsar el auge independentista. La líder escocesa, Nicola Sturgeon, ya ha pedido a Downing Street un segundo referéndum para decidir si este territorio debe continuar con la unión con Londres establecida hace 300 años. El despertar nacionalista se explica porque Escocia se opone al Brexit y la mayoría de sus ciudadanos sienten que el sur les está obligando contra su voluntad a abandonar la UE.

Otra brecha territorial que amenaza con abrirse está en Irlanda del Norte. Los partidos nacionalistas, también opuestos al Brexit, han logrado por primera vez más escaños en Westminster que las fuerzas unionistas probritánicas. Los unionistas del DUP, socio del Gobierno de Londres durante la anterior legislatura, perdieron dos de los diez diputados que tenían, mientras que el Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano (IRA) y principal formación entre los católicos, mantuvo sus siete asientos, si bien no los ocupa porque se niega a jurar lealtad a la corona británica.

Los liberaldemócratas se desinflan

Había muchas expectativas puestas en Jo Swinson, la líder del partido. Pero al final ni ella misma ha sido capaz de retener su escaño en Dunbartonshire, que ha pasado a manos del SNP, y este viernes anunció su dimisión. La propuesta anti-Brexit de la formación no parece haber logrado ir más allá de su base actual, centrada en las grandes ciudades y el norte de Escocia, y ha conseguido 11 diputados, uno menos que en 2017.

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Sobre la firma

CRISTINA GALINDO (ENVIADA ESPECIAL)
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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