El petrolero ‘Stena Impero’ abandona Irán tras más de dos meses retenido

El buque británico Stena Impero, capturado por Irán en las aguas del estrecho de Ormuz, a las puertas del golfo Pérsico, ha abandonado este viernes el puerto iraní de Bandar Abbas hacia aguas internacionales, según las autoridades marítimas del país persa.

La Organización de Puertos y Navegación de la provincia de Hormozgan, cuya capital es Bandar Abas, anunció que el barco salió del puerto de Bandar Abas a las 09:00 hora local (las 7:30 de la mañana en la España peninsular). El comandante y la tripulación del Stena Impero dieron su "compromiso formal y escrito de que no tienen ningún reclamo", a pesar de que el barco fue incautado, según el comunicado de la citada Organización. El caso judicial contra el barco sigue, no obstante, "abierto" en los tribunales iraníes.

Desde el pasado domingo se esperaba la partida del barco, ya que tanto la naviera sueca Stena Bulk como la Organización de Puertos y Navegación de Irán informaron de que se había dado la orden de liberarlo. El portavoz del Gobierno iraní Ali Rabieí confirmó el lunes que se habían cumplido "las condiciones para dejar que el petrolero sea liberado y pueda moverse", pero no ha sido hasta este viernes cuando el buque ha abandonado el puerto del país persa.

El Stena Impero fue capturado el pasado 19 de julio por la Guardia Revolucionaria iraní en el estrecho de Ormuz por supuestamente incumplir las normas de navegación, algo que tanto Londres como la naviera negaron. La detención del buque, con 23 tripulantes a bordo, se produjo dos semanas después de la incautación del superpetrolero iraní Grace 1 por la Marina británica cerca de la costa de Gibraltar.

Las autoridades del Peñón alegaron que había sospechas de que ese superpetrolero transportaba crudo a Siria, país bajo sanciones de la Unión Europea, pero las autoridades iraníes lo calificaron de acto de piratería y amenazaron con tomar medidas de represalia.

El Grace 1, ahora rebautizado Adrian Darya 1, fue liberado a mediados de agosto, aunque EE UU le impuso sanciones e incluso ofreció una recompensa a su capitán para que lo acercara a algún país dispuesto a detenerlo de nuevo.

La captura del Stena Impero provocó una crisis diplomática entre Teherán y Londres y una escalada de la tensión en el golfo Pérsico, donde se han registrado numerosos incidentes en los últimos meses.

Para garantizar la seguridad de la navegación en la zona, EE UU ha propuesto crear una coalición que Irán ve hostil a sus intereses, por lo que ha llamado por su parte a un acuerdo entre los países regionales sin interferencia estadounidense.