Ucrania da un apoyo histórico a Zelenski para que emprenda reformas
El partido del presidente ucranio obtendría el 44% de los votos, según las encuestas a pie de urna, aunque necesitará socios para aprobar las medidas
Ucrania vuelve a votar por el cambio. Y entrega al partido del antiguo cómico y actual presidente, Volodimir Zelenski, un nutrido apoyo. Servidor del Pueblo, diseñado en pocos meses y construido para que el actor se presentase a las presidenciales, ha obtenido el 44% de los votos en las elecciones parlamentarias anticipadas, según los sondeos a pie de urna. El mayor respaldo desde la independencia de Ucrania de la URSS, en 1991. El partido de Zelenski, formado por una multitud de caras nuevas, muchas ajenas a la política, podría necesitar socios para emprender las reformas prometidas. Ucrania, el último país en guerra de Europa y con una importancia geoestratégica para Occidente, se encontrará un Parlamento en el que la segunda fuerza política es pro Rusia.
Zelenski no ha perdido ni un ápice de popularidad desde su investidura, tras arrasar en las elecciones presidenciales del pasado abril. Pero pese a que el apoyo a su partido es histórico, puede no ser suficiente en la compleja Rada Suprema ucrania (el Parlamento), que se rige por un sistema mixto —se vota dos casillas: a la lista de un partido y a un diputado por distrito único—, lo que evita grandes mayorías.
El presidente designa al primer ministro y al Gobierno, pero es el Parlamento quien debe votarlos. Y hasta ahora, el antiguo actor ha tenido las manos atadas en una Cámara dominada por sus oponentes. Su aliado natural es Golos (Voz), el partido de corte europeísta y liberal del cantante Svyatoslav Vakarchuk, quinta fuerza (6,3%, según los sondeos a pie de urna), con unas posiciones muy similares a Servidor del Pueblo. Zelenski ya ha invitado a Vakarchuk a negociar un posible acuerdo al que el cantante se mostraba este domingo muy abierto. Un cómico y un cantante, tan distintos a los magnates o antiguos políticos del antiguo país de la órbita de la URSS, simbolizan enormemente ese cambio en Ucrania.
La primera fuerza de la oposición pasa a ser Plataforma Opositora (12%), el partido de Yuri Boiko y del magnate Viktor Medvechuk, aliado del presidente ruso Vladimir Putin. Una formación que aboga por el acercamiento a Moscú y que se había desplomado en 2014, después de que Rusia se anexionase la península ucrania de Crimea tras un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional. Medvechuk, que se reunió el pasado jueves con Putin en San Petersburgo, propone que Ucrania otorgue autonomía a la áreas del este de Ucrania, donde combaten los separatistas respaldados por el Kremlin en una guerra que ha causado ya unos 13.000 muertos, según la ONU. El partido del expresidente Petro Poroshenko se situaría en tercera posición (8,9%) y el de la incombustible ex primera ministra Yulia Timoschenko, la cuarta (7,6%).
En una Ucrania con una economía todavía enferma y muy necesitada de los programas del Fondo Monetario Internacional, Zelenski ve cómo su primer ministro a un economista. “Debe ser un profesional sin un pasado político”, recalcó el presidente inmediatamente después de votar en Kiev. Ya ha iniciado las consultas para elegirlo, dijo. “No vemos ninguna coalición con el antiguo poder”, aseguró rodeado de un enjambre de periodistas y ciudadanos, que trataban de hacerse un selfi con el antiguo comediante. Esto deja fuera a Yulia Timoschenko, que llevaba un tiempo lanzando indirectas de que su experiencia como primera ministra la hacían la candidata ideal.
“Es hora de cambiar, lo que teníamos no ha funcionado”, comentaba Ania Demchenko en un puesto electoral de la capital ucrania. Demchenko, arquitecta de 43 años, ve en esas nuevas figuras —artistas, expertos, emprendedores, activistas— sin ninguna experiencia política, que abundan en Servidor del Pueblo, esa esperanza que el país necesita. “No me preocupa que no tengan experiencia, cada uno es muy profesional en su campo y eso es bueno”, resaltaba Demchenko. La de este domingo, sin embargo, ha sido la participación mas baja de la historia reciente de Ucrania: solo ha votado un 49,3% del electorado.
Reformas contra la corrupción
Zelenski, que ha prometido grandes reformas para combatir la corrupción, uno de los grandes males que lastran el país, ha empezado con medidas de empuje. La semana pasada envió al Parlamento un proyecto de ley sobre el enriquecimiento ilícito de los funcionarios, una de las grandes reclamaciones de las movilizaciones europeístas y contra la corrupción del Maidán de 2014, que fue anulado por el Tribunal Constitucional sin que Poroshenko pestañease. El presidente busca también acabar con la inmunidad parlamentaria. “El pueblo quiere condenas”, dijo esta semana.
Con una posición que ha clamado contra el sistema y la élite tradicional, Zelenski ha recibido el respaldo de Occidente desde su investidura. Ha sido un candidato con toques populistas (aunque a diferencia de otros no tiene posiciones anti-imigración o xenófobas, por ejemplo). Algunos de ellos han suscitado la preocupación de analistas y diplomáticos. Hace unos días, propuso vetar a los funcionarios que sirvieron bajo el mando de su predecesor. Una purga contra la que alertaron los embajadores del grupo del G7.
El antiguo actor tiene mucho camino por delante. La economía ucrania sufrirá una desaceleración desde el 3,3% del año pasado a un 2,7%. Además, Zelenski tiene entre sus principales prioridades acabar con el conflicto en el este del país. Hace un par de semanas habló por primera vez con el presidente Putin sobre la situación en el Donbás y ha propuesto volver a la mesa de negociaciones, en la que se sientan también los líderes de Francia y Alemania.
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