La UE alerta del riesgo de un nuevo terrorismo vinculado al despliegue del 5G
El coordinador europeo de la lucha antiterrorista plantea la creación de un ciberlaboratorio liderado por Europol para combatir las nuevas amenazas
El Consejo de Ministros de Interior de la UE, que se reúne este viernes en Luxemburgo, analizará las implicaciones para la seguridad que tendrá el inminente despliegue de la quinta generación de telefonía móvil (la llamada 5G). Y el panorama, unido al esperado desarrollo de la inteligencia artificial, resulta alarmante y preocupante según el informe elaborado para la reunión por el Coordinador europeo de la lucha Antiterrorista, Gilles de Kerchove.
Las nuevas redes, cuyo despliegue puede quedar en manos de la compañía china Huawei, podrían facilitar la aparición de un terrorismo de nuevo cuño y, previsiblemente, mucho más letal. De Kerchove propone la creación de un ciberlaboratorio liderado por Europol, la agencia de seguridad de la UE, y especializado en analizar y combatir las nuevas amenazas.
La urgencia por actuar parece evidente, según el documento que llegará a la mesa de los ministros. El texto alerta de que el cambio tecnológico en ciernes puede dislocar por completo el marco actual de seguridad pública y podría provocar "un cambio hacia la privatización de la seguridad o podrían emerger nuevas formas de terrorismo". Y subraya que "la vulnerabilidad de los ciudadanos, las economías y los gobiernos aumenta proporcionalmente a su conectividad e interdependencia y podría dispararse con la llegada del 5G y los aparatos interconectados".
Kerchove advierte a los ministros de que la vulnerabilidad de datos representa ya uno de los mayores riesgos de la economía vinculada a la inteligencia artificial. "Y pronto, las computadoras cuánticas serán capaces de descifrar cualquier encriptado, la biología sintética permitirá recrear virus fuera de los laboratorios y el cuerpo humano o los aparatos interconectados podrán convertirse en armas", según el documento que servirá de base para el debate del consejo de ministros de la UE, al que asistirá el titular español en funciones, Fernando Grande-Marlaska.
La señal de alarma llega en plena disputa entre Europa y EE UU sobre la posibilidad de que la compañía china Huawei, líder en 5G, lidere el despliegue de las infraestructuras de la nueva tecnología. Washington, que ha vetado a Huawei por su presunta relación con el Gobierno chino, exige a los países de la UE que impidan a la compañía china el acceso y control de sus redes.
La Administración Trump asegura que el 5G podría dar a Pekín una poderosa arma de dominación sobre la economía y la sociedad del Viejo Continente. Países como Alemania o Reino Unido han desdeñado las advertencias de Trump y se niegan a cortar relaciones con Huawei por temor a que el despliegue de las nuevas redes se retrase dos o tres años.
El documento del Coordinador europeo de la lucha antiterrorista no menciona a Huawei. "No se trata de apuntar hacia una empresa en concreto, que hoy puede ser china y mañana rusa", justifica una fuente diplomática. Pero la omisión del nombre del gigante asiático que lidera la tecnología 5G no evita que su sombra planee sobre la repentina alarma de la UE y los planes para combatir las nuevas amenazas.
De Kerchove propone que el futuro ciberlaboratorio cuente con la colaboración, bajo el liderazgo de Europol, de la Agencia europea de fronteras (Frontex), de la Agencia europea para la cooperación judicial penal (Eurojust) y la Agencia de cooperación policial (CEPOL), lo que da idea de la envergadura y alcance que podría alcanzar el nuevo organismo.
El modelo a seguir sería la agencia de EE UU conocida como DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), fundada en 1958 (como ARPA) y a la que se considera una de las fuentes de la revolución tecnológica que desembocó en el nacimiento de Internet. Su trabajo, según el informe de De Kerchove, "ha resultado en grandes logros industriales y tecnológicos tanto en la esfera civil o militar".
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya propuso en 2017 una réplica europea al DARPA que bautizó como Agencia europea para investigación y desarrollo de tecnología disruptiva. Ese organismo empieza a ganar cuerpo con un informe que detalla las funciones que debería asumir.
Kerchove propone a los ministros que la nueva Agencia se encargue de evaluar los riegos y posibilidades de las nuevas tecnologías, de crear "un lago de datos compartidos" con los que ensayar instrumentos de inteligencia artificial, realizar simulaciones de ciberataques y facilitar la utilización de datos en casos de necesidad de manera compatible con las exigencias de privacidad de los usuarios o de seguridad de las empresas de Internet.
"Es vital que la UE decida las tecnologías en las que desea jugar un papel de liderazgo en los próximos cinco o diez años y que dé los paso necesarios para cumplir ese objetivo", recomienda el documento del coordinador europeo de la lucha antiterrorista. El texto también defiende que "la UE necesita recuperar la soberanía sobre sus datos". Y recuerda que en la actualidad muchas compañías europeas, sobre todo las especializadas en reconocimiento facial, prueban sus algoritmos en China porque en el país asiático es más fácil el acceso a los datos.
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