La increíble historia del keniano que construyó una carretera para los vecinos de su aldea
Nicholas Muchami se puso manos a la obra después de que las autoridades rechazasen construir una infraestructura que uniese la población con la iglesia y un centro comercial
Nicholas Muchami tiene 45 años y una moral que ha asombrado a medio mundo. También a sus vecinos de una remota aldea enclavada en una zona boscosa del centro de Kenia, Kaganda. Este héroe local decidió hacer algo cuando las autoridades locales rechazaron la construcción de un camino que uniera la pequeña población africana con los centros educativos y una galería comercial cercanos. Y en seis días, con 12 horas de trabajo por jornada, construyó a mano una vía de tierra que también permitirá a sus vecinos acudir a la iglesia.
Un kilómetro y medio de calzada que, aunque para los estándares del primer mundo pueda parecer muy rudimentaria, para los habitantes de la aldea supone un mundo. Las únicas armas con las que contó Muchami fueron una azada, un rastrillo, una pala, un hacha y mucho tesón. La obra artesanal permitirá a los habitantes de la localidad evitar un rodeo de cuatro kilómetros para llegar a la zona de servicios. Muchos de ellos ya habían renunciado a moverse del pueblo por las dificultades en los desplazamientos. El camino acondicionado por Muchami tiene además el ancho necesario para la circulación de vehículos.
En declaraciones a la BBC, el hombre dijo que sintió que tenía energía para afrontar el reto y que trabajó contra reloj para intentar terminar el camino antes del inicio de las lluvias. "Cuando la gente me veía trabajar me preguntaba si me estaban pagando", explicó Muchami, que normalmente trabaja realizando trabajos esporádicos durante el día y de guarda por la noche.
Nadie se ha unido hasta ahora a su hazaña, ya que sus convecinos no desean trabajar por amor al arte, pero él se ha propuesto concluir el medio kilómetro que resta hasta unir la diminuta localidad con la zona educativa y de ocio de la región.
Kaganda está situado en el condado de Muranga y a unos 80 kilómetros de la capital del país africano, Nairobi. Kenia tiene 49 millones de habitantes y es uno de los países africanos con mayor biodiversidad. En su territorio se encuentran santuarios de la vida animal como el Masái Mara. El turismo es su mayor fuente de ingresos, destaca por el cultivo de café, y la Unión Europea es su principal socio comercial. La esperanza de vida se sitúa en los 67 años y 16,4 millones de kenianos viven bajo el umbral de la pobreza.
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