El presidente de la Junta municipal de Roma, arrestado por corrupción
La detención de Marcello de Vito por el cobro de mordidas en la construcción del estadio de la Roma acentúa la caída en picada del Movimiento 5 Estrellas en Italia
El agujero negro por el que Roma se engulle a sí misma sigue ensanchándose. La ciudad, sumida en un proceso de deterioro físico y moral desde hace años, no encuentra alivio en ninguno de los hombres y mujeres que han tratado de gobernarla en los últimos años. Ni siquiera el Movimiento 5 Estrellas (M5S), cuya primera gran expedición de gobierno aterrizó en el Campidoglio romano con Virginia Raggi hace tres años, ha sido capaz de estar a la altura de su cacareado lema: la honestidad. En la madrugada del miércoles, Marcello De Vito, presidente de la Junta municipal de Roma, pieza clave en el Ayuntamiento y uno de los hombres llamados a relevar a la alcaldesa, ha sido detenido por corrupción. La historia se repite una y otra vez.
De Vito está ya en la cárcel acusado de aceptar sobornos para la recalificación de distintos espacios públicos, principalmente en los terrenos del futuro estadio de la Roma. Un proyecto valorado en unos 800 millones de euros que ilusionaba enormemente a los aficionados y a la ciudad, pero que solo ha servido en los últimos años como vehículo para cobrar comisiones y escenario de una lucha sin cuartel de todos los grupúsculos corruptos que conforman la fragmentada mafia -según la propia fiscalía romana- de la capital de Italia. La operación, uno de los proyectos estrella de Raggi, queda ahora en suspenso.
El presidente de la Junta Municipal, según las primeras investigaciones, recibió dinero del empresario Luca Parnasi, propietario de los terrenos donde se iba a construir el nuevo campo de la Roma, también detenido en esta investigación. Además, según los fiscales de Roma Barbara Zuin y Luigia Spinelli, el miembro del M5S también estaría implicado en la recalificación del área del exmercado general de Roma en el barrio de Ostiese y en la construcción de un hotel en la antigua estación del barrio de Trastevere. Las esuchas obtenidas por la policía de las conversaciones entre De Vito y su abogado son muy reveladoras. "Esta conjunción astral es como el alineamiento del cometa Halley, ¿entiendes? Es difícil que vuelva a suceder, así que Marce', tenemos que explotarlo, nos quedan dos años", sugiere el letrado a su cliente en relación a los negocios que podían hacerse en Roma.
La construcción de cualquier gran infraestructura en Roma se ha convertido en los últimos años en sinónimo de mordidas y corrupción. En parte por ello, Raggi, incapaz de garantizar que el dinero público terminaría en las manos adecuadas, renunció a la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2024. Pero da igual, siempre hay un nuevo concurso público que atrae a las mismas manos.
El caso del estadio lleva tiempo salpicando a cargos de su administración. Entre ellas estaban el presidente de la compañía energética ACEA, Luca Lanzalone. Pero además, la investigación señala al dueño de la compañía de construcciones Eurnova, Luca Parnasi, y sus colaboradores Luca Caporilli, Simone Contasta, Naboor Zaffiri, Gianluca Talone y Gianluca Mangosi. Según la Fiscalía, la red de corrupción involucraba a miembros de importantes compañías de constructores, políticos del M5S, Forza Italia y Partido Demócrata, además de miembros del Ayuntamiento capitalino.
El principal afectado, sin embargo, será el M5S, que ha anunciado ya la la expulsión inmediata de De Vito del partido. La oposición ha pedido ya la dimisión de Raggi y utilizará el caso para seguir debilitando a un partido que se encuentran bajo mínimos. De hecho, las últimas encuestas señalan ya que el PD habría superado a los grillinos en intención de voto. Todas las elecciones celebradas en las últimas semanas confirman esta tendencia y auguran una crisis de grandes dimensiones en el sedo del partido antististema.
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