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La Fiscalía francesa investiga insultos antisemitas en una manifestación de ‘chalecos amarillos’

Un grupo de manifestantes atacó verbalmente al filósofo Alain Finkielkraut en París

El filósofo francés Alain Finkielkraut en Madrid, en 2017. En vídeo, así insultaron varios 'chalecos amarillos' al filósofo Alain Finkielkraut.Vídeo: ÁLVARO GARCÍA | ATLAS
Silvia Ayuso

La Fiscalía de París ha abierto este domingo una investigación preliminar por los insultos antisemitas de los que fue víctima el ensayista y filósofo Alain Finkielkraut el sábado, durante una manifestación de los chalecos amarillos. El duro ataque verbal, que ha sido condenado por las máximas autoridades francesas, incluido el presidente Emmanuel Macron, se ha producido en la misma semana en que se ha conocido que en 2018 terminó con un fuerte aumento de actos antisemitas en el país.

“Cerdo sionista de mierda”, “que te jodan”, “gran mierda”, “Francia es nuestra”, “lárgate”, le gritaron entre fuertes abucheos a Finkielkraut un grupo de chalecos amarillos que participaba en la decimocuarta manifestación de este movimiento en París cuando se toparon con el ensayista en el bulevar de Montparnasse, según imágenes publicadas por France Info.

El mediático y polémico filósofo, escritor y académico (París, 1949), descendiente de judíos polacos y que se autodefine como un “defensor exaltado de la identidad nacional”, apoyó en un principio el movimiento de los chalecos amarillos, aunque ha acabado por criticar lo que considera se ha convertido en algo “grotesco”.

“Ya no apoyo las manifestaciones, se está convirtiendo en algo grotesco, es un movimiento que no sabe parar. Pero ha habido un impulso de dignidad entre esa gente a la que habíamos olvidado y hasta despreciado (…) y que reclama vivir dignamente de su trabajo”, dijo al dominical Journal du Dimanche. En declaraciones a Le Parisien, Finkielkraut, considerado por sus detractores como neoreaccionario, analizó el ataque sufrido. “Hay entre ellos un sentimiento de hostilidad muy fuerte frente a los judíos, y estoy pagando mi notoriedad. Atacaban sobre todo mis vínculos y mis posiciones sobre Israel”, declaró al diario parisino, aunque descartó que los que lo insultaron sean “chalecos amarillos originales”. “No creo que hubiera sufrido el mismo tipo de insultos en las rotondas”, dijo en referencia a las concentraciones iniciales de este movimiento en las vías de todo el país.

La investigación abierta por la Fiscalía es por “injuria pública por origen, etnia, la nación, la raza o la religión”. El propio Finkielkraut (La identidad desdichada), ha declarado este domingo a varios medios que no tiene intención de presentar una denuncia. Algo que sí está estudiando hacer la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra), según anunció en su cuenta de Twitter.

“Los antisemitas escupen sobre Finkielkraut porque es judío, como sus predecesores lincharon a Léon Blum el 13 de febrero de 1936 porque era judío”, dijo la organización en un mensaje en el que además animó a participar en la manifestación contra el antisemitismo organizada por una veintena de partidos políticos y asociaciones en París este martes.

Rebrote del antisemitismo

Las cifras publicadas esta semana por el Ministerio del Interior revelan un fuerte aumento del antisemitismo en Francia el último año. El vandalismo, los insultos, las amenazas y las agresiones contra los judíos aumentaron un 74% en 2018, según cifras oficiales. Los datos se conocieron en el mismo momento en que se descubrió la profanación en las afueras de París del memorial a Ilan Halimi, un joven judío secuestrado y torturado hasta la muerte en 2006. También han aparecido varios retratos de la fallecida política francesa y superviviente del Holocausto Simone Veil con esvásticas pintadas en las calles de la capital.

En las protestas de los chalecos amarillos, que cumplen ya tres meses, se han visto algunos episodios puntuales de antisemitismo, como el uso de la quenelle, un gesto considerado una variación del saludo nazi, o el ataque ahora al conocido filósofo, que ha sido duramente condenado por el Gobierno francés.

“Hijo de emigrantes polacos devenido en académico francés, Alain Finkielkraut no es solo un hombre de letras eminente, sino el símbolo de lo que la República permite a cada cual”, escribió Macron en su cuenta de Twitter. “Las injurias antisemitas de las que ha sido objeto son la negación absoluta de lo que somos y de lo que hace de nosotros una gran nación. No las toleraremos”, agregó en un segundo mensaje.

“Cuando se insulta a un judío, se insulta y se ataca a la República”, dijo por su parte este domingo el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux.

“Me han inundado de llamadas de apoyo y muchas personalidades me han contactado. Emmanuel Macron me llamó para apoyarme (…) no lo conozco bien, me ha sorprendido porque le he criticado, pero me conmovió. También me han llamado los ministros (de Educación) Jean-Michel Blanquer y Christophe Castaner (Interior)”, explicó Finkielkraut a Le Parisien.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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