Siete muertos y decenas de desaparecidos en el derrumbe de un edificio en los Urales
El presidente ruso, Vladímir Putin, llega a la ciudad donde una explosión de gas ha causado el desplome
Al menos siete personas han muerto este domingo y una treintena han desaparecido tras el derrumbe de un edificio de viviendas en la localidad rusa de Magnitogorsk, en la región de Cheliábinsk (Urales). Las autoridades creen que el desplome del enorme bloque de pisos de la época soviética se ha producido debido a una explosión de gas, aunque se ha creado un comité para coordinar las pesquisas. Las labores de rescate, a las que está previsto que se sumen 500 efectivos de los servicios de Emergencia, están siendo muy complicadas debido a las bajas temperaturas que rondan los 30 grados bajo cero.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha viajado a Magnitogorsk (unos 400.000 habitantes), y se ha reunido allí con los afectados por el suceso y sus allegados; también con las autoridades locales, según ha informado el Kremlin. A la ciudad, situada en los Urales del sur, no lejos de la frontera con Kazajistán y a 1.400 kilómetros al sureste de Moscú, se habían desplazado estaban ya la ministra de Sanidad, Veronika Skvortsova, y el jefe para Situaciones de Emergencia, Yevgueni Zinichev.
El bloque de pisos que se ha venido abajo esta mañana (a las 6 hora local, a las 4 hora peninsular española) fue construido en 1973 y tenía nueve plantas. El derrumbe ha afectado a siete, de la segunda --donde se cree que se produjo la explosión-- a la novena. Una cincuentena de apartamentos han quedado dañados. Allí, residían oficialmente unas 120 personas, aunque las autoridades no saben cuántas estaban en casa en ese momento.
Este 31 de diciembre comienzan oficialmente las vacaciones de fin de año en Rusia, en las que una gran parte de los ciudadanos suele viajar para ver a sus familiares y pasar con ellos la Navidad ortodoxa (el 7 de enero) o van de vacaciones, dentro y fuera del país.
Los equipos de emergencia han hallado cuatro cuerpos sin vida entre los escombros a primera hora del lunes, y, posteriormente, otros tres, pero también han logrado rescatar a varias personas con vida, entre ellas dos niños, que están heridos y están hospitalizados. "las posibilidades [de hallar supervivientes] se reducen según pasan las horas", ha reconocido la ministra de Sanidad a la televisión pública.
"Se conoce la suerte de 52 personas: 16 fueron evacuadas, cuatro hospitalizadas y 28 se han puesto en contacto con las autoridades", explicó la oficina de prensa del gobernador de Cheliábinsk, Oleg Klimov., antes de localizar a las últimas tres víctimas mortales.
En el edificio dañado viven más de un millar de personas, que no podrán volver a sus casas. Las autoridades alertan de que otras dos secciones del inmenso edificio están en peligro de derrumbe. Así que, los vecinos pasarán la noche en escuelas, hoteles y dormitorios universitarios de la zona. Los vecinos de algunos portales cercanos también han sido evacuados. Anna Koroleva, que vive en el bloque de al lado del edificio derrumbado, ha contado a la radio Echo de Moscú que la explosión ha provocado que estallen los cristales de varios edificios cercanos.
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