Una nueva erupción del volcán del Fuego obliga a la evacuación de 4.000 personas en Guatemala
El coloso, que ha estado activo durante 32 horas, ha despertado por quinta vez en lo que va de 2018
Los habitantes de cuatro comunidades guatemaltecas han revivido todo el horror sufrido en junio pasado cuando una erupción del Volcán de Fuego borró del mapa a una aldea entera dejando un saldo de 194 muertos. Este lunes unas 4.000 personas han sido evacuadas ante el peligro de una nueva erupción del coloso cercano a la Ciudad de Guatemala.
A las 09:00 (hora local), la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha informado de que cuatro comunidades han sido evacuadas en la provincia de Escuintla, dos en Chimaltenango y dos más en Sacatepéquez, lo que suma una cifra de 4.000 personas evacuadas. En Escuintla, la ciudad más afectada, la cancha del estadio de fútbol ha sido habilitada como refugio y la gramilla ha sido cubierta por tiendas de campaña. Desde lugares aledaños al cono volcánico se pueden contemplar columnas de humo, mientras una lluvia de ceniza castiga a los cultivos y tiñe de negro los techos de poblaciones cercanas. Se calcula que más de 76.000 personas se han visto afectadas por la erupción de este volcán, cuya columna de ceniza ha llegado a superar los 5.500 metros de altura.
“Toda las poblaciones ubicadas al pie del volcán deberían ser trasladadas por su peligrosidad”, ha dicho a EL PAÍS en conversación telefónica el obispo de Escuintla, Víctor Hugo Palma. Pese a la evidencia de esa necesidad, el obispo también comprende las dificultades de la operación. Además del aspecto económico –las tierras en Escuintla, el centro agroindustrial del país, son las más caras de Guatemala–, señala el emotivo. El arraigo a la tierra es muy acentuado, según el clérigo.
El prelado señala otra de las grandes deficiencias del Estado guatemalteco. “Hacen falta campañas constantes de educación, para que todos tomemos conciencia del riesgo que representa vivir en un país considerado el cuarto más vulnerable del mundo”, concluye.
Tras 32 horas, el Instituto Nacional de Sismología ha anunciado el fin de la erupción, aunque se mantiene con explosiones constantes de características débiles y moderadas. “La actividad está decreciendo. Podemos ver cómo el cielo, oscurecido por la ceniza, empieza a despejarse”, ha asegurado el vulcanólogo Gustavo Chigna. “Hay algunas aldeas ubicadas a cinco kilómetros del cráter, lo que las hace altamente vulnerables”. Ante ello recomienda a los vecinos observar con mucha atención las indicaciones de la Conred.
Guatemala vive bajo la constante amenaza de los volcanes. Hay 32 en su territorio, de los que tres permanecen activos: además del Volcán de Fuego, el de Pacaya, 20 kilómetros al sur de la capital, y el Santiaguito, 117 kilómetros al oeste. Los dos últimos también han aumentado su actividad, pero no han entrado en fase eruptiva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.