Recetas contra la desinformación
El Foro Iberoamérica analiza la proliferación de noticias falsas, uno de los retos de las democracias
No existe un consenso sobre qué son ni acerca del papel que juegan en procesos electorales, pero las noticias falsas, advirtieron este sábado ponentes y participantes en la segunda jornada del XIX Foro Iberoamerica, son un desafío de primer orden para las democracias de todo el mundo. Durante el evento, que se ha celebrado en un hotel de Madrid, Alejandro Romero, consejero delegado de la consultora Alto Data Analytics, ha señalado que la hiperespecialización que predomina en las sociedades occidentales hace más dócil a la ciudadanía ante la desinformación. El experto ha indicado que el consumo de información falsa está generalizado, aunque ha abundado en que "las personas más fácilmente manipulables son los especialistas". El experto ha instado a los medios tradicionales a invertir en calidad para generar confianza e imponerse como fuentes de información de referencia.
Romero ha explicado en el Foro —un evento patrocinado por empresas españolas con presencia en América Latina, entre ellas PRISA, sociedad editora de EL PAÍS— que la actividad alcanzada por programas informáticos que distribuyen masivamente información falsa en redes sociales puede ser fácilmente "cinco veces superior" a la actividad humana habitual en esas plataformas. Muchas de estas informaciones, ha señalado, son "inverosímiles" y, sin embargo, "eficaces". Como ejemplo, ha recordado una de las noticias falsas difundidas antes de las elecciones italianas del pasado marzo: la que anunciaba que "el número de inmigrantes en Italia iba a ser un 40% superior al de nacionales en 2065". El representante de Alto Data Analytics ha animado a cuestionar qué hay detrás de la proliferación de noticias falsas y ha lanzado la siguiente pregunta: "¿Son ellas el problema, o son el síntoma de un problema al que no estamos dando respuesta?"
Para la experta en big data Carme Artigas, lo que está detrás de las noticias falsas es "otro sistema de creencias" que busca debilitar las instituciones democráticas y que es necesario combatir desde "una cultura que fomente la verdad". Artigas ha abogado porque los buscadores y las redes sociales que gestionan el tráfico de la información cuenten con "códigos deontológicos" aunque, en paralelo, ha defendido la centralidad de los medios de comunicación tradicionales, que deben dar "la batalla de la confianza". "El papel de los medios es fundamental para perpetuar el sentido crítico", ha resumido.
El expresidente Felipe González, uno de los participantes en el evento, ha recalcado que "es imposible obtener la verdad de las redes". Aunque lejos de mostrarse pesimista ante la proliferación de noticias falsas, ha dicho estar convencido de que el fenómeno se revertirá en el futuro. Y ha abundado en la idea que previamente habían tratado de transmitir varios ponentes: "La superespecialización es lo más frágil que tenemos ante el futuro".
Desafíos económicos
Además de la problemática de la difusión masiva de noticias falsas, la segunda jornada del Foro Iberoamerica ha estado dedicada a los desafíos económicos de la región. Gina Magnolia Riaño, secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social, presentó el reto que supone para los sistemas de seguridad social de los países de Latinoamérica el progresivo envejecimiento de la población. "Para el año 2040 habrá más ciudadanos por encima de los 60 años que entre los de cero y 14", ha subrayado. Supone un reto "enorme", ha añadido la también exministra de Trabajo de Colombia, máxime cuando "apenas uno de cada dos trabajadores de la región está afiliado a la Seguridad Social", lo que dibuja un escenario de escasos ingresos para sufragar los gastos derivados de las pensiones.
José Juan Ruiz, economista experto en Latinoamérica, ha explicado que, “con la inflación regional estabilizada en el 6%”, una de las principales prioridades de Latinoamérica debe ser la búsqueda de vías que permitan financiar y mejorar sus sistemas de protección social. “El contrato social no se puede financiar con los crecimientos actuales del 3%”, ha señalado el economista, que también ha dedicado unas palabras a la cuestión del populismo, en aumento en el continente sudamericano y cuya última expresión ha sido la victoria del ultraderechista Jair Bolsonario en las elecciones presidenciales brasileñas.
“En Latinoamérica, el populismo no surge del temor a la dilución de la identidad cultural”, ha señalado Ruiz para marcar distancias con respecto a los populismos europeos. En su lugar, las razones se encuentran, opina el economista, en “la decepción que han causado los partidos políticos tradicionales”. “Hay una percepción por parte de los latinoamericanos de que se les corre las metas continuamente, de que su nivel de riqueza nunca llega a converger con el de los países ricos”, ha resumido. Ruiz también ha quitado peso a recientes encuestas, como el último Latinobarómetro publicado esta semana, que muestran que los latinoamericanos cada vez se identifican menos con los Gobiernos y las instituciones democráticas. “El rechazo no es a la democracia, sino a partidos y figuras políticas concretas”, ha concluido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.