El temporal en Italia se cobra la vida de 29 personas en una semana
Nueve miembros de dos familias mueren en Sicilia al desbordarse un río. En el norte del país, la lluvia deja 10.000 incomunicados
El temporal en Italia ha dejado un trágico balance de 29 fallecidos en una semana. La borrasca ha azotado con crudeza este domingo Sicilia, donde el desbordamiento del río Milicia en Casteldaccia, provincia de Palermo, se ha llevado por delante una vivienda con 10 personas dentro, miembros de dos familias, que intentaban refugiarse de la subida de las aguas. El único superviviente pudo salir a tiempo y agarrarse a un árbol. Entre las víctimas, había dos niños de tres años, uno de un año y un adolescente de 15. Otras tres personas perdieron la vida en la isla: una en la localidad de Vicari, también en Palermo, y dos en Cammarata, en la provincia de Agrigento.
Uno de los últimos fallecidos es un hombre de 44 años, gerente de una estación de servicio, que murió en su vehículo cuando intentaba llegar al lugar donde estaba la gasolinera para socorrer a un empleado bloqueado por la inundación. La persona que lo acompañaba permanecía este domingo desaparecida después de que una riada arrastrara el automóvil.
Sto partendo per la Sicilia, dove il maltempo ha causato almeno 10 vittime. Sono in continuo contatto con il @DPCgov per avere costanti aggiornamenti anche sulla drammatica situazione nelle Regioni del Nord
— Giuseppe Conte (@GiuseppeConteIT) November 4, 2018
Las autoridades italianas buscaban además en Corleone, en la provincia de Palermo, a un médico al que se le perdió la pista cuando conducía hacia el hospital en el que trabajaba. El coche fue hallado en un tramo de carretera del municipio, pero el hombre no estaba en su interior.
En la ciudad de Agrigento, más de 50 familias tuvieron que ser evacuadas de sus hogares después de que se desbordara el río Akragas. Además, fueron suspendidas varias líneas ferroviarias, como las que unen Palermo y Agrigento o Palermo y Catania, según la compañía estatal de trenes.
Las 12 muertes en Sicilia se suman las 17 víctimas del pasado martes en distintos puntos del país. Las intensas tormentas y vientos que azotan Italia desde el domingo, provocadas por la borrasca Adrian, la primera en recibir nombre en el Mediterráneo, también tuvo un impacto en el norte de Italia, especialmente en la región de Véneto, donde el jefe de la protección civil calificó la situación de “apocalíptica”. Unas 10.000 personas han quedado aisladas: sin electricidad ni teléfono. Además, 200 kilómetros de carreteras en las Dolomitas permanecen sepultados por el fango. Los depósitos de agua han quedado contaminados y se recomienda hervir el agua antes de beberla.
El impacto en la montaña ha sido también descomunal. “Es peor que un bombardeo”, explicó la teniente coronel de la Guardia Forestal, Paola Favero, a La Stampa. “Harán falta cuatro o cinco años para limpiar los bosques de este desastre. Se habla de unos cuatro millones de ejemplares quebrados. Es un golpe mortal para el ecosistema, esto cambiará el clima local. Por no hablar de los daños económicos”, detalló la teniente. El gobernador de Véneto, Luca Zaia, calcula que ascienden a por lo menos 1.000 millones de euros.
Un balance sin parangón en los últimos tiempos, que ha ido acompañado de espectaculares fenómenos como la mayor aqua alta en Venecia de la última década. La marea subió hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar, el máximo desde 2008 y la cuarta mayor cifra registrada en la historia, lo que ha provocado la inundación de sus calles, de la plaza de San Marcos y de su basílica, cuyos mosaicos quedaron sumergidos durante 15 horas bajo el agua salada.
Los daños, aseguran los expertos, equivalen a un envejecimiento del pavimento similar a unos 20 años. El domingo, Venecia volvió a estar inundada, después de que la marea subiera 105 centímetros por encima del nivel del mar, según el centro de previsiones de marea de Venecia. De hecho, el ministro del Interior Matteo Salvini se fue hasta ahí para analizar los estragos de las inundaciones y se hizo un selfie sonriendo que levantó una gran polémica en Italia. Horas después respondió con un tuit: "Si voy, me critican porque voy. Si no voy, me critican porque no voy".
La alerta roja se mantiene en el sur del país. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha visitado este domingo Sicilia, mientras que el ministro del Interior, Matteo Salvini, ha ido a la región del Véneto. Conte ha adelantado que convocará un consejo de ministros la próxima semana para decretar el estado de emergencia en las regiones más afectadas, tras lo que "el Gobierno asignará los primeros recursos y adoptará las intervenciones necesarias".
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