La Fiscalía del Tribunal para la antigua Yugoslavia pedirá cadena perpetua para Karadzic
El exlíder político serbiobosnio, condenado a 40 años de cárcel, solicita un nuevo juicio más justo
Radovan Karadzic, el exlíder político serbobosnio, quiere que sea revocada la sentencia de 40 años de cárcel por el genocidio de Srebrenica, impuesta en 2016 por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), y se celebre un nuevo juicio. Le parece que el proceso original, de siete años de duración, no fue justo. Su repercusión mediática tampoco le favoreció. Su abogado así lo ha solicitado este lunes ante los jueces. La Fiscalía ha apelado también el fallo original: pedirá cadena perpetua.
“Estamos aquí para instar la revocación de la condena contra Radovan Karadzic y que se ordene la celebración de un nuevo juicio”, ha dicho Peter Robinson, abogado de la defensa. “El primero fue un mega proceso imposible de controlar, que no permitió hacer justicia”, ha añadido. Como el TPIY cerró sus puertas el pasado año, de la apelación se encarga su sucesor, el Mecanismo de Naciones Unidas para los Tribunales Penales Internacionales (MICT, en sus siglas en inglés). No hay fecha prevista para que sus miembros adopten una decisión.
Karadzic tiene ahora 72 años y los 40 años de prisión impuestos en primera instancia incluían crímenes de guerra y contra la humanidad. En Srebrenica, se le consideró responsable de haber intentado destruir como pueblo a los musulmanes bosnios, 8.000 de cuyos varones fueron asesinados en 1995 por las tropas serbobosnias. También fue condenado por el sitio de Sarajevo, donde perecieron 12.000 personas entre 1992 y 1996. Karadzic califica ambas acusaciones de “grave error”, porque todo lo que hizo fue “tratar de proteger a los serbios de Bosnia”.
A pesar de los 40 años de encierro impuestos en 2016, la Fiscalía también apeló en su día. En su caso, tratará de convencer a los jueces de la necesidad de castigar a Karadzic a perpetuidad por “un segundo cargo de genocidio”, supuestamente perpetrado “en varias localidades de Bosnia al principio de la guerra, en los años noventa”. Las Madres de Srebrenica, el grupo formado por las mujeres que perdieron allí a sus hombres, mostraron hace dos años su rechazo a una condena que permitiera, en algún momento, la puesta en libertad de Karadzic.
La sentencia de 2016 consideró probado que Karadzic urdió un plan político para “crear un clima de inseguridad que hizo la vida imposible en Srebrenica y provocó una catástrofe humanitaria; luego ordenó a las tropas serbobosnias que tomaran la ciudad”. El jefe militar al mando de la operación era el hoy exgeneral serbobosnio Ratko Mladic, condenado a cadena perpetua por el mismo genocidio. Incluso si Karadzic no tuvo la intención de provocar masacres, dijeron los jueces, “sabía cuál era la situación, la animosidad interétnica y el clima de impunidad en que operaban los soldados serbios, que ejecutaban el plan común de crear una tierra solo para ellos”. Karadzic ha sostenido siempre que la única amenaza era la población musulmana, dispuesta a hacerse con el poder. Tras una escapada de 13 años, fue capturado en Belgrado en 2008. Era curandero, y según su pasaporte, en regla, se llamaba Dragan Dabic.
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