En la cuna de Lorca
Ciudades históricas, cómodas y económicas albergan universidades centenarias que buscan atraer a estudiantes extranjeros
Sevilla ha sido la puerta de América a Europa durante siglos. Por el Guadalquivir circulaban las mercancías del otro lado del Atlántico y los viajeros lo navegaban hacia el Nuevo Mundo. Hoy recorren el camino inverso miles de jóvenes mexicanos, colombianos, venezolanos, ecuatorianos y brasileños para estudiar un grado, un máster o el doctorado en una universidad española. Los centros de Madrid y Barcelona acaparan el mayor número de alumnos, pero otros eligen centros en ciudades más pequeñas, con un coste de vida más bajo y una amplia oferta cultural y social. Es el caso de Sevilla, Granada, Zaragoza, Salamanca, Alcalá de Henares y Santiago de Compostela. “Madrid y Barcelona dominan la enseñanza de negocios, pero en lo puramente académico, hay más España. El nivel de enseñanza, además, es bastante homogéneo en todas las universidades”, explica Jordi Olivella, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y autor del informe España como destino de estudiantes universitarios internacionales.
“Cuando el estudiante se marcha de su país busca una buena universidad y un entorno atractivo para vivir”, afirma Carmen Vargas, vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Sevilla (US), una de las que más alumnos tienen y también de las más antiguas de España, se fundó en 1505. Este curso cuenta con 771 estudiantes de Latinoamérica. “Sevilla es una ciudad privilegiada por su clima y su historia. El coste de vida es muy barato y tiene más de 150 kilómetros de carril bici”, añade. El campus principal se encuentra cerca del parque de María Luisa, el alcázar y la catedral, un entorno histórico, designado patrimonio mundial por la Unesco.
Los dos campus de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), el de la capital gallega y el de Lugo, también son patrimonio mundial. “Esta ciudad es el final del Camino de Santiago y las aulas están en pleno centro”, apunta Almudena Hospido, vicerrectora de Internacionalización. Este año acoge a 422 alumnos de América Latina entre sus 26.000 estudiantes. Muchos de ellos buscan reconectar con sus raíces. “Miles de gallegos emigraron en el siglo XX, hoy sus hijos y nietos quieren conocer su pasado”, afirma Hospido. Esta universidad dispone de más de 300 programas de colaboración con Latinoamérica como parte de su estrategia de internacionalización. Cada vez más universidades ponen en marcha estos programas para atraer estudiantes del otro lado del Atlántico.
“El entorno en el que se inserta la universidad pesa en la decisión”, asegura Paco Beltrán, responsable de la internacionalización de la Universidad de Zaragoza. “Es un factor importante para los estudiantes de grado sobre todo. Los de máster y doctorado valoran más la calidad de los equipamientos y el prestigio de sus investigadores”, completa. Allí estudian 400 latinoamericanos, en torno al 7% del alumnado internacional. El campus principal está a tres kilómetros de la basílica del Pilar y del río Ebro, principales atractivos de esta ciudad, desde la que se puede viajar cómodamente a Madrid, Barcelona, Bilbao y los Pirineos.
Miles de gallegos emigraron en el siglo XX. Hoy sus hijos y nietos buscan su pasado y estudian en Santiago de Compostela
La Universidad de Salamanca, ubicada en una ciudad patrimonio mundial, ocupa el décimo puesto en el ranking de estudiantes internacionales del estudio Jordi Olivella. “Es un centro fuerte en Humanidades y un símbolo para la universidad española, al igual que Oxford para Reino Unido y Bolonia para Italia”, añade Olivella. Durante la última década, ha aumentado el número de estudiantes latinoamericanos, especialmente en máster y doctorado. En 2016, suponían el 8,2% de los 25.000 alumnos de esta institución fundada en el siglo XIII. Quizá por eso allí esté la sede española de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), organismo internacional para el desarrollo de la región.
A un paso de la capital
Junto a la de Salamanca, la Universidad de Alcalá de Henares fue uno de los hervideros culturales del Siglo de Oro y ejemplo para la constitución de universidades en América. La urbe en la que se enclava fue, además, la cuna de Miguel de Cervantes. Buena parte de las facultades se encuentran en el casco histórico, que también es patrimonio mundial. Al resto se puede acceder en transporte público o a pie. Su cercanía con la capital, a unos 30 kilómetros, permite disfrutar de la oferta de una metrópoli desde la tranquilidad de una ciudad pequeña.
La Universidad de Granada es históricamente la que más estudiantes de Erasmus recibe: 2.329 exactamente en 2014 (último curso con datos completos). Este curso cuenta con 1.375 estudiantes procedentes de América Latina, de más de 55.500 en total. “Les interesa la oferta cultural local, la gastronomía, especialmente sus tapas, y Sierra Nevada. Tener la nieve y la playa a 40 minutos llama la atención”, argumenta Gorka Martín, director de Información del Vicerrectorado de Estudiantes. Además de la Alhambra y la cultura nazarí, la ciudad andaluza se enorgullece de ser el lugar donde creció el poeta Federico García Lorca. Allí cuenta con una fundación que alberga parte de su archivo personal, y en el parque que lleva su nombre puede visitarse la Huerta de San Vicente, la casa de veraneo familiar.
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