¿Por qué quiere Obama un millón de pequeños Baracks y Michelles?
El demócrata pretende fomentar “un grupo de líderes emergentes” que potencien el cambio en la sociedad a través de la fundación que creó con su esposa tras abandonar la Casa Blanca
Barack Obama, el primer político negro en ocupar la Casa Blanca tras más de dos siglos de democracia estadounidense, se ha marcado una meta muy concreta y ambiciosa ante el futuro inmediato: fomentar el desarrollo de un millón de jóvenes Barack Obamas y Michelle Obamas. “Este grupo de personas tomarían el testigo en la carrera de relevos que es el desarrollo humano”, añadió esta semana en una visita a Japón. Esta aspiración la pronunció en un simposio denominado Líderes de opinión en la capital nipona, organizado por una ONG local y se enmarca en una gira que le ha llevado por Singapur, Nueva Zelanda y Australia. En su intervención, el político valoró “el potencial de las nuevas generaciones en promover cambios”, en alusión a la marcha multitudinaria que abarrotó Washington y en la que cientos de miles de personas protestaron contra la epidemia de violencia armada que padece Estados Unidos.
“Estas marchas han surgido por la valentía y el esfuerzo de un puñado de adolescentes de 15 y 16 años que asumieron una responsabilidad (en la que a menudo fracasan los adultos) e intentaron encontrar una solución al problema”, prosiguió el exmandatario. Obama criticó a los “hombres viejos” que ostentan el poder e incidió en la idea de que este tipo de movimientos “son un testimonio de lo que sucede cuando a los jóvenes se les da oportunidades”. “Creo que todas las instituciones deben reflexionar en cómo aprovechar esa creatividad, energía e impulso de los jóvenes”.
La ambición de su propuesta se basa en la ayuda que proporcionaría la fundación que lleva su nombre y en la que tanto él como su esposa llevan trabajando intensamente desde hace más de un año, justo cuando Obama abandonó la presidencia tras dos legislaturas al frente de la Casa Blanca. “Vamos a crear un programa de jóvenes líderes emergentes quienes trabajarían en el intercambio de información y proyectos a desarrollar”. La Fundación Obama quiere volcar sus esfuerzos en el ámbito digital para conectar a jóvenes no solo de Estados Unidos, sino de todo el mundo.
El expresidente demócrata, más activo en redes sociales desde que dejó el cargo, sigue manifestando su compromiso por los derechos civiles. Uno de ellos materializado en las calles en forma de protesta desde la tragedia de Parkland (Florida), hace poco más de un mes, en la que un antiguo alumno mató a 17 personas en un tiroteo en un instituto de secundaria. “Michelle y yo estamos muy inspirados por toda la gente joven que ha hecho posible las marchas de este fin de semana. Vosotros tomáis la delantera. Nada puede interponerse en el camino de millones de voces que piden un cambio”, expresó en Twitter.
Obama no pudo llevar a cabo una de las medidas más ambiciosas de su programa político en cuanto al endurecimiento del control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones comerciales de armas en EE UU. El Senado la tumbó por una ajustada votación en abril de 2013, unos meses después de producirse la matanza una escuela primaria de Newton y una prioridad frustrada para el demócrata, que un año antes de dejar la presidencia rompió a llorar en un acto en la Casa Blanca al recordar a las víctimas por armas de fuego que mueren cada día en suelo estadounidense.
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