Peña Nieto y Kushner condicionan el encuentro con Trump a los avances en la negociación del TLC
El presidente de México y el emisario de Washington hablaron de la seguridad fronteriza, migración y el futuro del tratado de libre comercio
El Gobierno de México persiste en su idea de reeditar una reunión con Donald Trump. La Administración del presidente Enrique Peña Nieto ha informado de que este encuentro “dependerá del nivel de progreso alcanzado en los acuerdos” bilaterales en varios temas, entre ellos la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). Esta fue una de las conclusiones que dejó la visita a México de Jared Kushner, el yerno del presidente republicano y uno de sus asesores en política exterior.
Kushner comenzó su visita entrevistándose esta mañana con Luis Videgaray, el secretario de Relaciones Exteriores. Ambos sostuvieron un encuentro de tres horas en las oficinas del canciller. Este fue el más reciente encuentro entre dos perfiles claves en sus respectivos Gobiernos. El pasado 15 de febrero, el ministro mexicano cenó con Kushner y otros funcionarios del Gobierno de Trump en Washington. Doce días después, la Casa Blanca degradó a Kushner limitando su acceso a información clasificada. La inteligencia estadounidense cree que sus negocios lo hacen manipulable para algunas naciones, entre ellas México.
Peña Nieto recibió a Kushner en la residencia oficial de Los Pinos junto a Kimberly Breier, subsecretaria para el hemisferio occidental del Departamento de Estado y funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU. El mandatario mexicano estuvo acompañado por Videgaray e Ildefonso Guajardo, el secretario de Economía, y una de las cabezas mexicanas en la renegociación del TLC frente a los estadounidenses y Canadá.
Kushner, quien ha sido llamado por la presidencia mexicana “asesor senior” de Trump, transmitió a Peña Nieto “la importancia de seguir avanzando en las iniciativas conjuntas”, de acuerdo con un comunicado publicado por el Gobierno mexicano. Entre los temas abordados en las seis horas del yerno de Trump en México está el combate a las organizaciones criminales trasnacionales, la seguridad fronteriza, la migración ordenada.
El emisario de Trump también habló del fomento a la creación de empleos y “la prosperidad compartida a través del comercio justo y recíproco”. Los representantes de ambos gobiernos discutieron un programa “potencial” de movilidad para trabajadores agrícolas que llevarían mano de obra mexicana a los campos americanos para cosechas específicas.
La reunión Kushner-Peña Nieto fue vista con recelo por los candidatos presidenciales de Morena y el Frente. Ricardo Anaya, de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano y quien está en un abierto enfrentamiento con el Gobierno de Enrique Peña Nieto, dijo que México debe hacerse respetar y debe cambiar el tono que se tiene con Washington. “Nunca más México se va a poner de tapete como penosamente ocurrió con este gobierno actual”, dijo el aspirante del Frente recordando agosto de 2016, cuando Peña Nieto abrió las puertas de Los Pinos al candidato presidencial republicano. Aquel acto fue repudiado nacionalmente y obligó a la remoción de Videgaray del ministerio de Hacienda.
Andrés Manuel López Obrador, el puntero en todos los sondeos rumbo a las elecciones del 1 de julio, pidió al Gobierno mexicano ser transparentes sobre los acuerdos a los que se lleguen a puerta cerrada. “Que se informen las cosas y no se comprometa nada que perjudique al pueblo de México”. El candidato de la izquierda mostró el talante moderado por el que ha apostado en su tercera campaña presidencial. “Es importante que haya negociación, la política es negociación… es mucho mejor buscar el entendimiento que la confrontación”.
La visita de Kushner en tiempos de calor político no fue bien recibida. Algunos legisladores cuestionaron la llegada del emisario de Washington. Una senadora del PAN, simpatizante del Frente (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano) dijo que la figura presidencial no debía rebajarse recibiendo a personas que no tienen cargos en el Gobierno. “Tendría que haber recibido, por lo menos, a un ministro o al jefe del Departamento de Estado y no a un asesor que ha sido señalado en Estados Unidos de tráfico de influencias”, afirmó Laura Rojas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores.
Los diplomáticos de carrera también han verbalizado su molestia con el estilo de Videgaray en la cancillería. Un funcionario de Relaciones Exteriores dijo a la agencia Reuters que la relación México-Estados Unidos se ha tornado “extremadamente ilógica” desde la llegada de Videgaray al ministerio, un puesto en el que fue nombrado precisamente por el acceso que tiene a Kushner. Otro diplomático comentó a la agencia británica que la visita del yerno de Trump los tomó por sorpresa y que esta había causado frustración entre los veteranos del departamento. El estilo de Videgaray hace mella en los expertos.
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