_
_
_
_
_

La oposición a Mauricio Macri dice que su discurso está “alejado de la realidad”

Los legisladores destacan que el Pesidente no aborda ante el Congreso los asuntos más críticos de su gestión

Diputados de izquierda señalan algunas de las pujas de 2018: aborto y despidos.
Diputados de izquierda señalan algunas de las pujas de 2018: aborto y despidos.Télam
Más información
Macri da por superada la crisis argentina: “Lo peor ya pasó”
La inflación argentina no da tregua en plena negociación de salarios
Argentina da el primer paso para legalizar el aborto

Pasaron dos meses, pero el 2018 recién empieza en Argentina. Por lo menos desde el aspecto político, clave en una sociedad acostumbrada a discutirlo todo. El comienzo lo marca la 136a apertura de sesiones en el Congreso Nacional, a cargo del presidente Mauricio Macri. Renovado tras las elecciones de octubre, el Parlamento encuentra más fortalecido al oficialismo, de cara a un año que tendrá grandes discusiones, como la reforma del código penal y procesal, la discusión sobre el aborto y el diseño de la política previsional que en diciembre último tuvo una álgida discusión dentro del Congreso y enfrentamientos violentos fuera.

Este jueves el panorama fue distinto. La plaza que hace dos meses estuvo tapizada con piedras, palos y vainas de balas de goma estuvo vacía. Esta vez no hubo batalla campal. Ni siquiera hubo gente apoyando ni cuestionando al presidente y a sus ministros. Para evitarlo, el Gobierno dispuso un operativo con 2.000 policías y el corte del tránsito en 15 calles a la redonda.

Dentro del Congreso, la oposición se encuentra disgregada. Pero es no evitó que coincidieran en las críticas al discurso de Macri en la apertura de sesiones, al que consideraron alejado de la realidad del país. “Fue un muy buen discurso tratándose del presidente de Suiza”, ironizó el diputado del Frente Renovador, Felipe Solá. “(Macri) no se equivocó de discurso sino de país. El presidente es una burla de marketing, una asociación de frases del estilo boy scout, con una gran hipocresía sobre la situación real de Argentina. Con frases de entusiasmo, fe y esperanza cuando él lo que tiene que decir es el estado de la Nación y no dijo nada de eso”.

Graciela Caamaño, otra exponente del partido, que a principios de 2016 se mostró cercano al oficialismo calificó, el discurso del mandatario como “de autoayuda”, y señaló que “no hay una batería de proyectos, hay una cortina de humo. El presidente no vino a hablarle al Congreso sino a la pantalla de televisión. No es un discurso que venga con propuestas de trabajo para el Parlamento. Quedó afuera la realidad, que tiene que ver con un proceso inflacionario que no pueden controlar y una pobreza cero inexistente”.

Su colega de bloque, Facundo Moyano, coincidió: “Faltaron datos y se habló de la inflación como algo que se está superando y no es así. En 2016 tuvimos la inflación mas grande de los últimos 25 años y en 2017 hubo un 25% de inflación. También hubo pérdida del poder adquisitivo. Hay aumento del trabajo no registrado y las inversiones, que las presentó como un dato positivo de que habían subido un 11%, le faltó recordar que el 85% de ellas viene de la timba financiera y que la inversión productiva cayó un 6%”.

Desde el kirchnerismo no se hizo mención al faltazo de la expresidenta Cristina Fernández, aunque las críticas sobre la exposición del Ejecutivo estuvieron en la misma línea del resto del peronismo. El exministro de Economía, ahora diputado, Axel Kicillof, sugirió “leer los diarios y las consultoras. "incluso las más oficialistas dicen que en febrero va a haber una inflación arriba de la que dio en enero, que a su vez fue superior a lo que venían pronosticando. Así nos comeríamos cinco puntos de inflación en sólo dos meses”, dijo.

Sólo unos pocos pudieron acercarse hasta el Congreso Nacional a pesar del fuerte operativo de seguridad.
Sólo unos pocos pudieron acercarse hasta el Congreso Nacional a pesar del fuerte operativo de seguridad.AFP

Por otra parte, remarcó que “es muy llamativo que (Macri) no hable del enorme endeudamiento externo. Todos los diarios extranjeros hablan de como nos estamos endeudando y las agencias de calificación de la fragilidad que tiene nuestra economía, pero el presidente habla del crecimiento invisible. Lo invisible son los jubilados y los despidos de lo que no vino a hablar. Quiere que la agenda del congreso esté divorciada de la realidad”.

“Al discurso del presidente le faltó todo lo que la gente espera”, coincidió su compañera de bloque, Nilda Garré. “Faltaron anuncios concretos sobre cómo se va a resolver el problema del empleo, porque el empleo que se está creando es informal, precario. El empleo industrial baja y sube el endeudamiento del país a cifras que ya nos asustan a todos. Son 743.000 millones de pesos (casi 37.000 millones de dólares) por día en intereses de la deuda, ni siquiera en amortización de capital”.

La izquierda, representada por el diputado Nicolás del Caño, sostuvo críticas en el mismo sentido: “Me pareció una hipocresía muy grande el discurso, porque es un gobierno que habla de educación mientras cierra escuelas y habla de diálogo mientras despide y reprime trabajadores. Hoy se cumplen siete meses del crimen de Santiago Maldonado y eso estuvo ausente. Describe una situación de país como si fuera de fantasía porque para la gente a la cual el salario no alcanza, lo que describió el presidente no existe”.

Consultado sobre la discusión para legalizar el aborto, que Macri señaló como uno de los temas más importantes para este año, Del Caño respondió que “tiene que ver con la organización y movilización de las mujeres desde hace mucho tiempo. El gobierno vio que había un movimiento muy fuerte que este 8 de marzo se va a expresar y no hay que permitir dilaciones en este debate”.

Un posible resumen lo ofreció uno de los invitados de honor, el expresidente Eduardo Duhalde -elegido por este Parlamento tras la crisis de 2001- quien señaló que el discurso fue “bueno, porque el presidente discursea bien". "El problema", agregó, "es que después hay que convertir los discursos en efectividades. Lo veo muy entusiasmado, contagia entusiasmo y eso es bueno para la gente, pero necesitamos que al menos parte de lo que se dice se lleve a la realidad. El presidente se cansa de hablar de diálogo pero lo que él hace no es diálogo”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_