India acuerda construir el primer tren subterráneo de alta velocidad del mundo
Bombay se conectaría con Pune, a 150 kilómetros, en 20 minutos. Otros transportes públicos de alta velocidad están en marcha, mientras la red nacional de carreteras y ferrocarriles necesitan una urgente modernización
El pasado domingo, India acordó la construcción del primer túnel hyperloop que comunicará las ciudades de Bombay y Pune. El tren subterráneo de alta velocidad y 100% eléctrico, que puede recorrer más de mil kilómetros en una hora, uniría las dos principales ciudades del estado de Maharashtra, reduciendo las actuales tres horas de viaje a solo 20 minutos.
La ruta Pune-Mumbai podría generar 55.000 millones de dólares en beneficios socioeconómicos en tres décadas, según el estudio inicial de viabilidad. El innovador sistema de transporte reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta 150.000 toneladas anuales y aliviaría la extrema congestión de la autopista que conecta a los más de 11 millones de personas que habitan la capital financiera del país.
El túnel hyperloop se uniría así al primer tren bala de India; que planea conectar Bombay con Ahmedabad, al norte del país, para el año 2022. Sin embargo, más allá de las inversiones en trenes de alta velocidad, las necesidades de modernización de la actual red de transporte, tanto en la meca de Bollywood como en el resto del subcontinente, son imperiosas.
El centenario ferrocarril suburbano de Bombay es uno de los más saturados del mundo; transportando más de 7,5 millones de viajeros diarios. La única línea de metro, abierta hace escasos cuatro años, apenas sirve para descongestionar el tráfico conectando la estrecha franja latitudinal del largo apéndice de terreno de la ciudad. La Dirección de Desarrollo de la Región Metropolitana de Bombay (MMRDA) trabaja con retraso para completar las esperadas nuevas líneas del suburbano. Previstos para 2020, los nuevos tramos cuadruplicarán los kilómetros de vías de metro existentes uniendo los extremos norte y sur del viejo Bombay; para lo que la ciudad recibe 5.000 millones de euros.
Grandes inversiones
En la última partida presupuestaria antes de las elecciones generales del próximo año, anunciada hace dos semanas, el Ejecutivo del nacionalista Narendra Modi informó de la inversión de más de 18.500 millones de euros en la compañía estatal de ferrocarriles Indian Railways para el año 2018-19. El ministro de economía, Arun Jaitley dijo que el gasto supondrá la remodelación de 600 estaciones de tren y de 38.000 kilómetros de existentes vías férreas, junto al despliegue de 4.000 kilómetros de nuevos tramos a lo largo y ancho del país.
Principal transporte público del subcontinente, la red de ferrocarriles india es la cuarta más grande del mundo y tiene continuos problemas de rendimiento económico para el sector público. Su necesaria actualización se une también a la docena de proyectos de redes de metro para otras tantas urbes indias. En la actualidad, solo ocho ciudades cuentan con líneas de metro para el transporte público. Precisamente, el último Estudio Económico anual, publicado a principios de año, subrayaba la preferencia de los habitantes de India por los vehículos utilitarios. La encuesta anual refleja la necesidad no solo de la modernización del transporte público, sino de una mayor inversión en el desarrollo de la red nacional de carreteras.
El actual presupuesto ha destinado más de 7.400 millones de euros para la construcción de carreteras y autovías; estableciendo el objetivo de completar 9.000 kilómetros de autopistas nacionales durante este año. La consecución de una red nacional de carreteras moderna es la cuenta pendiente del país asiático para su desarrollo en transportes e infraestructuras. A la falta de mantenimiento y seguridad en las vías existentes, se unen los enormes retrasos para la finalización de nuevos tramos debido a las trabas burocráticas en la concesión de permisos forestales o medioambientales.
La comparación del estado de las carreteras de India con el otro coloso asiático reafirma la necesidad de apostar por una red de carreteras segura y cuidada para la comunicación entre los distintos puntos del país, más allá de nuevas tecnologías de transporte de alta velocidad. En la vecina China, se tardan alrededor de 12 horas y media en viajar por carretera entre las dos ciudades más importantes del país —Pekín y Shanghái— separadas por unos 1.200 kilómetros. En India, se invierten 23 horas en conducir los 1.400 kilómetros que separan la capital, Nueva Delhi, de centro financiero del país, Bombay.
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