El muro de Trump avanza muy lentamente
El Gobierno ha presentado prototipos de la barrera con México pero aún no tiene garantizada la dotación inicial para el proyecto
El Gobierno de Donald Trump avanza muy lentamente en el proyecto de construcción de un muro en la frontera con México, que completaría los tramos de barrera actuales. La Administración ha presentado ocho prototipos de separación -de seis empresas estadounidenses-, pero aún no tiene garantizados los fondos presupuestarios para levantar el muro, promesa estrella de la campaña electoral del republicano.
La Cámara de Representantes aprobó en julio una dotación de 1.570 millones de dólares para construir un tramo del muro y otras medidas fronterizas. Esa es la petición presupuestaria que había hecho la Casa Blanca. Pero su futuro es incierto en el Senado, donde los republicanos necesitan el apoyo de al menos ocho legisladores demócratas para sacarla adelante.
La cantidad, en cualquier caso, queda muy lejos del coste total de la infraestructura. El Departamento de Seguridad Interior estima que levantar el muro costará 21.600 millones de dólares, según un documento interno que publicó la agencia Reuters. En una entrevista en noviembre, Trump predijo que no superaría los 18.000 millones.
Para lograr la aprobación de los 1.570 millones en el Senado, el presidente intenta presionar a los demócratas con una maniobra táctica. Pide vincular una ley que evite la deportación de los dreamers (los inmigrantes indocumentados que llegaron de niños a EE UU) con un refuerzo de la seguridad fronteriza, incluido el muro. Sin embargo, las posiciones entre ambos partidos se mantienen por ahora muy alejadas.
Durante la campaña electoral y al inicio de su presidencia, Trump repitió hasta la saciedad que México pagaría por el coste del muro, algo que el país vecino niega tajantemente. Aunque lo repite en ocasiones, el presidente apenas pronuncia ahora ese clamor. Lo que sí hace es utilizar cualquier pretexto para justificar la necesidad de un muro bajo el argumento de que las fronteras son demasiado porosas: desde los atentados recientes en Egipto hasta la exoneración, el pasado jueves, de un inmigrante indocumentado mexicano que estaba acusado de matar a una mujer en San Francisco.
Hay 3.100 kilómetros de frontera entre EE UU y México. Unos 1.000 tienen tramos de valla, levantada tras la aprobación de una ley de 2006. El Gobierno de Trump promete completar con un muro el resto de tramos fronterizos aunque se respetarían algunas separaciones naturales.
La petición presupuestaria de la Casa Blanca para el próximo año fiscal consiste en construir una nueva valla en una zona de Texas, levantar un muro junto al río Grande en otra parte de ese Estado y reparar un tramo de vallado en San Diego (California).
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