“Trump corre el riesgo de abrir una crisis nuclear con Irán teniendo ya la de Corea del Norte”
El consejero áulico de Obama y muñidor del acuerdo nuclear con Irán analiza la decisión de Trump
Hay pocas personas que conozcan mejor que Ben Rhodes (Nueva York, 1977) el acuerdo nuclear con Irán. Desde la sala de máquinas de la Casa Blanca, el gran consejero aúlico de Barack Obama fue uno de sus artífices. Ahora, en la oposición, analiza para EL PAÍS y un pequeño grupo de medios europeos de referencia, como Le Monde y Der Spiegel, cuál será el destino de uno de los mayores logros de su Administración. En sus reflexiones, hechas antes del discurso presidencial sobre Irán, hay cierto desencanto, incluso fatiga. Sabe que Donald Trump se ha dado la misión de arrasar el legado de Obama. El acuerdo contra el cambio climático ya ha caído, la relación con Cuba hace aguas e Irán es el siguiente de la lista.
Pregunta. ¿Qué peso tiene el acuerdo para EEUU?
R. El acuerdo con Irán es clave en la política internacional estadounidense. Y Trump quiere presentar algo que parezca una estrategia para encubrir lo que en el fondo es un error. No olvidemos que si quisiera, podría matar el pacto mediante sanciones ejecutivas
P. ¿Cuáles son los escenarios que se abren?
R. El mejor escenario consistiría en que, una vez denegada la certificación del pacto, el Congreso rechazase las sanciones y se limitase a un puñado de amenazas o, en todo caso, a castigos de baja efectividad. Esto le permitiría a Trump declarar que ha cumplido su promesa. Y todo quedaría igual. El resto de escenarios son malos.
P. ¿Por las reacciones?
R. No se puede quitar el ojo a la reacción iraní. Si consideran que lo que se avecina rompe el acuerdo nuclear y reinician su programa, nos encontraríamos en una espiral. Entonces habría que preocuparse por un posible conflicto militar. Un conflicto que para Trump, además, sería más sencillo que el de Corea del Norte. Otro punto preocupante son los aliados. Podemos tener una crisis con ellos. Veo difícil que Europa siga el camino de las sanciones. Y desde luego, Rusia y China no lo harán. Aquí la jugada vuelve a Trump. ¿Acaso sancionará a Europa o a China? Su adherencia al acuerdo siempre fue voluntaria. Y ahora pueden no querer apoyar las nuevas iniciativas.
P. ¿Qué se hizo mal en el acuerdo con Irán?
R. En este punto no acepto las críticas que se suelen verter. Pueden atacar otros aspectos de la política internacional, pero no el acuerdo nuclear. No debería ser un punto de controversia. Hay quien ha criticado que dejó fuera el programa balístico iraní. Pero es que los iraníes jamás habrían aceptado que lo introdujéramos. Ni los rusos ni los chinos. Y en caso de hacerlo, hubiésemos perdido unidad internacional, un elemento que resultó fundamental para presionar. La otra gran crítica procede de la cláusula de extinción. Es cierto que en 8, 10 o 15 años algunas restricciones van a caer, aunque no la de fabricar la bomba nuclear. Pero los iraníes se negaban a aceptar condiciones permanentes y nuestra idea era que en 10 años el que fuera presidente podría hacer lo que quisiera. Lo que quisiera. Nosotros no nos limitábamos. Nuestra idea era comprar 10 años de paz. ¿Por qué no? Los que tenían que preocuparse por lo que iba a ocurrir en un decenio era los iraníes. Era el mejor pacto que se podía conseguir desde la realidad.
P. ¿Y ahora?
R. Y ahora Trump actúa como si otros países no existieran. No creo que sepa realmente en qué consiste el acuerdo. ¿Para qué abrir una segunda crisis nuclear cuando ya tienes una con Corea del Norte? Y si Corea del Norte ve lo que ocurre con el pacto con Irán, ¿porqué habría de cerrar un acuerdo con Estados Unidos? Lo que hace Trump tiene consecuencias para la credibilidad de Washington.
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