La hipocresía machista de la empresa que pagó la estatua de la niña que encara al toro de Wall Street
El fondo que financió la campaña difundida el Día de la Mujer para llamar la atención sobre la desigualdad y la brecha salarial paga menos a su empleadas que a los hombres
La Niña sin Miedo acaba de sufrir una dura cornada, y no del imponente toro al que planta cara en Wall Street. La herida duele más porque se la ha hecho la misma corporación que financió la campaña que convirtió a la inocente estatua de bronce en símbolo de la lucha por dar poder a la mujer en el mundo de los negocios. State Street va a tener que compensar a sus ejecutivas por no pagarles lo suficiente.
La situación es cuando menos irónica. La estatua se instaló en el distrito financiero neoyorquino coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer y en unos días generó una atención que eclipsó por completo el protagonismo del Charging Bull. El objetivo de la campaña era atraer la atención hacia la desigualdad de género que existe en los puestos más altos de dirección y la brecha en los sueldos.
El debate que generó llevó al alcalde, Bill de Blasio, a dejarla más tiempo en pie. La historia, sin embargo, acaba de dar un giro. La firma financiera de Boston, una de las más poderosas en el mundo financiero, va a pagar cinco millones de dólares tras una investigación abierta por el Departamento de Empleo, en el que le acusa de pagar menos a las ejecutivas menos que a sus iguales hombres.
La disparidad salarial se descubrió durante una auditoria realizada hace cinco años. La compañía niega haber cometido cualquier tipo de discriminación y explica que firmó la compensación para poder zanjar la cuestión. El acuerdo cubre, sin embargo, a más de 300 empleadas del fondo y también a una quincena de empleados afroamericanos, que cobraban menos que los asalariados blancos.
La diferencia en las remuneraciones, según el Departamento de Empleo, era “estadísticamente significativa” y “persistente”. State Street insiste en que el caso es viejo y señala que están evaluando los procesos internos para garantizar que los programas de compensación, las contrataciones y las promociones se hacen sin discriminación. “Estamos comprometidos con prácticas de igualdad salarial”, aseguran.
La polémica que salpica la obra de la artista Kristen Visbal da, sin embargo, más argumentos al escultor del Charging Bull, que denunció en su momento que todo era un “truco publicitario”. Arturo Di Modica inició una batalla legal contra la ciudad para que se retirara la estatua, porque consideraba que alteraba el sentido de su trabajo. No tiene nada contra el mensaje, solo quiere que la coloquen en otro lugar.
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