Cazadores, espías y el misterio del supuesto yihadista Ayoub
EL PAÍS accede a las comunicaciones que mantuvo en la Red el joven holandés que provocó la alerta terrorista en Róterdam el 23 de agosto tras un aviso difundido desde España
Unas horas antes de que fuerzas especiales entrasen en su casa de Zevenbergen (Holanda), Jimmy F., de 22 años, mantenía con un perfil falso un chat con un supuesto yihadista de nombre Ayoub. Esto es lo que el joven holandés contó a un amigo sobre aquella conversación: "Le dije que estaba tramando algo mío porque él había cancelado su plan dado que en España la seguridad era máxima [tras los atentados en Cataluña]. Así que dejé caer el nombre de Róterdam y eso quizá desencadenó todo". Era 23 de agosto. Lo que se precipitó fue una alerta terrorista emitida por los servicios de inteligencia españoles, la cancelación de un concierto en la ciudad portuaria y el arresto de Jimmy F., que niega vínculo alguno con el terrorismo para definirse "cazador de yihadistas". EL PAÍS ha accedido a conversaciones mantenidas por el joven holandés con supuestos radicalizados, una suerte de novela de espionaje amateur que descubre una práctica atrapada hasta ahora en lo más profundo de Internet: la búsqueda de terroristas a través de la infiltración, de aficionados o profesionales, en las redes online yihadistas.
Mismo perfil en otra red
Un descubrimiento tiene inquieto al colectivo Syria General (SG), al que pertenece el joven holandés detenido Jimmy F.: el pasado 24 de agosto llegó a la Red una supuesta conversación mantenida en Whatsapp a finales de julio entre un tal Ayoub y un falso yihadista que trabajaba para una supuesta agencia de inteligencia estadounidense. Como en el caso holandés, también se hablaba de España y de un supuesto plan terrorista. La información no fue confirmada por ningún servicio de inteligencia, pero el perfil de aquel supuesto yihadista guarda una gran semejanza con el que se topó en Telegram Jimmy. F. "Es el mismo, 100%", dice uno de los miembros de SG, con experiencia en el monitoreo de perfiles yihadistas. "El mismo icono [una águila blanca], el mismo lenguaje y la misma ausencia de expresiones propias de islamistas".
Jimmy F. sabía que había "desencadenado" algo gordo. Al sugerir en la Red que tenía planes para atentar en Róterdam, fue cazado por agentes españoles que, según reveló el alcalde de la ciudad, Ahmed Aboutaleb, se pusieron en contacto con sus homólogos holandeses. Una vez analizada la situación, tanto las autoridades locales como los organizadores de la cita musical decidieron cancelarla. Poco después se detuvo junto a la sala de conciertos a un español ebrio al volante de una camioneta con bombonas de gas. No tenía nada que ver y fue puesto en libertad.
Mientras aquello ocurría, Jimmy F. se confesaba con sus amigos en el chat: "Han cancelado un concierto. Yo estoy en una especie de lista y ahora tengo que llamar a la policía para decirles que no lo hice, sin contarles que he estado en contacto con los federales [se desconoce a qué cuerpo policial se refiere]. Malditos aficionados". Según se desprende del relato que hizo el joven aquel día, mantenido por su abogada Karianne Bal, llamó a la policía local en varias ocasiones, pero no le hicieron mucho caso, aunque tomaron nota. A las dos de la madrugada del 24 de agosto, según ha publicado la televisión holandesa NOS, las fuerzas especiales entraron en su casa para detenerle.
Jimmy F. reside en Zevenbergen, una población de unos 15.000 habitantes en Brabante, en el sur del país. Se prepara en un centro de formación profesional para ser experto en seguridad. Forma parte además del colectivo Syria General (SG), un grupo de discusión online sobre la guerra en el país árabe. Según la abogada, “está fascinado desde niño con los aspectos políticos y económicos de la guerra, pero nada más”. En una conversación telefónica, ella lo califica de “espía aficionado" y "cazador de yihadistas". “No tenía planes de ataque alguno y mencionó Róterdam sin saber siquiera que había un concierto en [la sala] Maassilo. Creyó que hablaba con un yihadista que sí los tenía y esperaba sonsacarle”. Sea como fuere, la fiscalía ha trasladado al juez que el joven, en prisión preventiva, podría haber incurrido en un delito de implicación en amenaza terrorista. Según la prensa holandesa, el juez ha respondido a la fiscalía que por el momento solo tiene indicios de posible alteración del orden público.
Vídeo de lealtad al ISIS
No era la primera vez que Jimmy F. trataba de engañar a un supuesto yihadista. Ayoub era su última presa. Según narran a este diario los que hablaron con Ayoub en la Red, se describía como residente en España y apasionado de Al Andalus, territorio de la Península Ibérica bajo dominio árabe durante la Edad Media, hoy reclamado por la propaganda yihadista. Ayoub mantenía junto con Jimmy F. y otro individuo llamado Azziz Hamdan un chat en Telegram. Su administrador, un joven estadounidense dedicado también a rastrear la Red en busca de radicales, asegura que el objetivo de este hilo de conversación era básicamente planificar un atentado, para el que Ayoub y Hamdan necesitarían, según sugirieron, hasta 16 personas. En una de las charlas, Jimmy F., bajo seudónimo, le pide a Hamdan 100.000 euros si quiere que le grabe el vídeo de adhesión al ISIS. "Si hay voluntad hay un modo", le responde Hamdan.
Karianne Bal mantiene que a su defendido le conocen tanto los servicios secretos, con los que habló incluso el día de su detención, como la policía. De hecho, la abogado y el entorno del joven aseguran que llegó a aportar en 2016 información sobre un tal Youad A., detenido en diciembre en posesión de un fusil Kaláshnikov, munición y fuegos artificiales. Tanto la policía como la fiscalía declinan pronunciarse ahora sobre Youad A. Tampoco hablan de Jimmy F. porque la investigación sigue su curso. La abogada Bal apunta, eso sí, la siguiente explicación sobre el aviso mandado por los agentes españoles sobre el posible atentado en Róterdam: “Tal vez no supieran quién era Jimmy F. y por eso llamaron a Holanda”.
El caso es que aquel chat hizo saltar todas las alarmas, en el marco de una especial sensibilidad tras los atentados de Cataluña, y dejó a un millar de personas en Róterdam sin su concierto de pop. También abrió una ventana a un submundo de persecución online en el que chocan vigilantes de la Red con servicios de inteligencia profesionales. Entre los misterios de esta película de espionaje, sin duda quedará el paradero de aquel Ayoub. Los colegas de Jimmy F., experimentados ya en el submundo online del ISIS, siguen buscándole en alguna nueva plataforma. Dudan no obstante de que fuera un verdadero daeshi (nombre con el que se refieren a miembros del Daesh, acrónimo árabe de ISIS). No usaba las palabras de moda entre los fieles del grupo terrorista y eso les hace pensar que puede ser o bien otro "vigilante" de la Red, como ellos, o bien un miembro de algún servicio de inteligencia. El misterio continúa.
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