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La guerra contra las drogas de Duterte deja 32 muertos en una sola jornada

Casi 3.500 personas han muerto en Filipinas a manos de la policía desde el inicio de esta campaña

Un consumidor de drogas asesinado el pasado 2 de agosto en Manila.
Un consumidor de drogas asesinado el pasado 2 de agosto en Manila.NOEL CELIS (AFP)

La guerra contra las drogas en Filipinas ha dejado 32 muertos en 24 horas, según ha informado la policía de la provincia de Bulacan, al norte de Manila. Ha sido una de las jornadas más sangrientas desde que hace un año el presidente Rodrigo Duterte lanzó su campaña de combate al narcotráfico, en la que la policía ha matado a casi 3.500 delincuentes.

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La policía de Bulacan, una provincia con 3,3 millones de habitantes, ha informado de las muertes, ocurridas en una operación antidroga a gran escala llevada a cabo entre el lunes y el martes. En un comunicado, ha justificado los asesinatos con el argumento de que los 32 sospechosos muertos eran "notorios delincuentes de los que prefieren luchar hasta la muerte antes que ser atrapados vivos", por lo que los agentes "no tuvieron más remedio" que disparar a matar.

En las 49 redadas realizadas durante la operación, los agentes han arrestado además a 107 personas, han incautado 367 bolsas de shabú -clorhidrato de metanfetamina-, 765 gramos de marihuana, 34 armas de fuego de diversos calibres, 114 balas y dos granadas. La policía ha asegurado que la operación fue un éxito para las autoridades en su "lucha implacable contra las drogas y armas ilegales y a la hora de aplicar las órdenes de arresto" en la provincia.

El elevado número de muertos en tan corto intervalo de tiempo es inusual, aun teniendo en cuenta que la guerra contra las drogas de Duterte ha causado ya 3.451 muertes a manos de la Policía en este tipo de operaciones en todo el país, según los últimos datos oficiales. Se calcula que más de 7.000 personas han muerto desde que comenzó esta controvertida campaña, ya que a los abatidos por la Policía se suman las víctimas de patrullas vecinales y otros asesinatos favorecidos por el clima de impunidad.

La guerra contra las drogas ha sido criticada duramente por organizaciones internacionales que acusan al presidente de violar derechos humanos, aunque este ha reiterado que continuará con la campaña hasta erradicar el narcotráfico y el crimen en este país de 100 millones de habitantes.

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