China vende pequeños lanzallamas como arma contra pervertidos
La policía advierte que el artículo podría no cumplir los estándares de seguridad y desaconseja su uso
Dicen que en Taobao, la plataforma del gigante de comercio electrónico Alibaba para el mercado chino, se puede encontrar casi de todo. Entre la inacabable oferta de la página hay numerosos artículos que rozan el surrealismo. El último que ha llamado la atención de los internautas y medios de comunicación en el país es un pequeño pero potente lanzallamas que se presenta como un arma de defensa personal.
A primera vista, el objeto de 20 centímetros de largo y 2,4 de diámetro podría confundirse con un cigarrillo electrónico o con un rímel. Pero al encenderlo es capaz de lanzar llamas de hasta 25 centímetros gracias a la combustión de un pequeño depósito de gas butano. Su precio varía entre los 130 y los 200 yuanes (entre 16,50 y 25,50 euros), dependiendo del número de botellitas de este gas que uno adquiera para recargarlo. Completamente lleno, la llama puede durar entre 10 y 30 segundos y es resistente al viento.
La empresa de Cantón que fabrica el producto lo anuncia en su perfil de Taobao como "una arma contra los pervertidos" especialmente dirigida a las mujeres. En el último mes ha vendido más de 300 unidades, y la mayoría de los clientes parecen satisfechos con la adquisición: "Lo probé y la llama es realmente grande. No importa si se trata de un ladrón o un acosador, ahora ya no tendré miedo", dice una de las críticas en la página.
"Normalmente, cuando el otro vea el fuego, directamente se apartará. Pero si la llama le alcanza el rostro, el dolor será insoportable. Si el atacante es un pervertido, ¿vas a tener misericordia?", explica uno de los empleados de la empresa por teléfono cuando se le pregunta por el daño que se puede llegar a infligir con el lanzallamas y las consecuencias legales de usarlo.
La policía china ha alertado en algunos medios de comunicación locales, sin embargo, que el artículo podría suponer un riesgo de seguridad por ser altamente inflamable. También ha advertido que "técnicamente" es ilegal mandarlo por correo o llevarlo encima en caso de ir en transporte público (en las principales ciudades chinas, todos los pasajeros tienen que pasar un control de seguridad de sus pertenencias cuando acceden al metro).
El fabricante, por su parte, asegura que sus artículos son seguros y hasta presume de haber logrado una certificación de calidad ISO al respecto. "El sistema de cierre es muy seguro. Y si por cualquier razón fallara, la falta de aire en el interior impide que el artículo explote", explica el vendedor.
El acoso sexual a las mujeres es un problema creciente en China. Además de la lacra de la violencia doméstica (según cifras de la Federación Femenina, una organización con vínculos con el Partido Comunista, una de cada cuatro casadas la han sufrido en alguna ocasión), incidentes de este tipo en el entorno laboral o en el transporte público son cada vez más habituales. China ha tratado de reforzar la leyes para reducir estos casos, pero su implementación es vaga. Y algunos grupos de la sociedad civil que han luchado contra el acoso sexual con campañas vistosas han terminado entre rejas por "provocar disturbios".
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