Xi Jinping promete que el sistema especial de Hong Kong se mantendrá “un largo tiempo”
Comienza la visita de tres días del presidente chino a la excolonia británica cuando se cumplen 20 años de su regreso a China
El presidente chino, Xi Jinping, se encuentra ya en Hong Kong para participar en las celebraciones del 20 aniversario de la devolución de la antigua colonia británica a la soberanía china. “Deseo de todo corazón que Hong Kong pueda crear un futuro brillante”, declaró en una breve intervención a su llegada al aeropuerto, en la primera visita de su mandato al territorio autónomo.
Según Xi, que llegó acompañado de su esposa, Peng Liyuan, su visita tiene tres objetivos: expresar el apoyo de la China continental a la excolonia británica, expresar sus buenos deseos y planificar el futuro de Hong Kong.
“Mis mejores felicitaciones a los grandes logros de los 20 años desde el establecimiento de la Región Administrativa Especial de Hong Kong”, declaró el presidente chino, “durante estos 20 años, el gobierno central ha dado a Hong Kong su más firme respaldo. El Gobierno central siempre apoyará el desarrollo de Hong Kong y la mejora de sus condiciones de vida”.
El optimismo del mensaje de Xi Jinping contrasta con el escepticismo de una buena parte de la población hongkonesa. Apenas unas horas antes de la llegada del presidente chino, la Policía del territorio autónomo detenía a 26 activistas de varios partidos prodemocráticos, entre ellos el dirigente juvenil Joshua Wong, mientras intentaban llevar a cabo un acto de protesta contra la visita de Xi.
Según las encuestas, un 40,4% de los hongkoneses se declara poco confiado en el futuro del enclave, que desde que el Reino Unido lo devolvió a manos chinas el 1 de julio de 1997 se ha regido por el principio “un país, dos sistemas”. Este principio, vigente hasta 2047, permite a Hong Kong una serie de libertades económicas y sociales inexistentes en la China continental: desde la libertad de prensa y de expresión a la separación de poderes y un sistema judicial independiente.
Pero una parte de la sociedad ve con preocupación lo que considera una creciente presión de China y una creciente erosión de esas libertades. La desaparición de cinco libreros especializados en literatura prohibida por el régimen, que fueron detenidos y trasladados a la China continental por agentes de Pekín, y las presiones del Legislativo chino en la inhabilitación de dos diputados autónomos prodemocracia hongkoneses son dos de los ejemplos más citados.
Las declaraciones de Xi quisieron enviar un mensaje de tranquilidad a quienes temen por el futuro de “un país, dos sistemas”. “Estamos dispuestos, junto con varios sectores de la sociedad hongkonesa, a echar la vista atrás al transcurso inusual de Hong Kong en los últimos 20 años, sacar conclusiones de esta experiencia, mirar al futuro y asegurarnos de que ‘un país, dos sistemas’ es estable y tiene un futuro a largo plazo”, señaló.
Aunque ni sus palabras -ni los carteles y decoraciones con los que el gobierno autónomo ha querido tirar la casa por la ventana para conmemorar el aniversario- encuentran eco entre los escépticos. “Queremos decirle a Xi Jinping que la prosperidad de Hong Kong es solo una fachada”, declaraba Wong en el acto de protesta antes de ser detenido. “Cuando la democracia no está a la vista, necesitamos pasar a la acción para hacer frente al sistema”.
Rodeado de una fuerte seguridad para evitar cualquier acto de protesta en las proximidades del líder, Xi permanecerá en la ciudad hasta el próximo sábado, cuando presidirá una ceremonia conmemorativa y asistirá a la toma de posesión de la nueva jefa del ejecutivo autónomo, Carrie Lam.
Este jueves tenía previsto recorrer las obras de un nuevo museo de la Ciudad Prohibida pekinesa en Hong Kong y cenar con el jefe del gobierno autónomo saliente, CY Leung. El viernes lo dedicará a visitar el cuartel de las tropas chinas en el territorio, en su papel de comandante en jefe del Ejército Popular de Liberación, y el puente que se construye entre la antigua colonia y la China continental.
Pero tras la marcha de Xi, el mismo sábado está convocada una manifestación de protesta y para reclamar la implantación del sufragio universal en la ciudad, un compromiso recogido en la Ley Básica (la constitución local hongkonesa) pero que Pekín no ha llegado a aplicar nunca. “Han mentido a Hong Kong durante 20 años. Retomemos Hong Kong para conseguir una democracia real y verdadera”, instan los organizadores en un comunicado.
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